CAPÍTULO 14

3.3K 294 27
                                    

Su cuerpo ardía como el mismísimo fuego y parecía que yo era la tablilla de madera que esperaba ser consumida por él

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Su cuerpo ardía como el mismísimo fuego y parecía que yo era la tablilla de madera que esperaba ser consumida por él. Estaba indefensa a su lado, sabía que estando en sus garras no podría salir de aquí, al menos no sin pelear. Todo era tan complicado cuando él estaba cercas de mí, no podía pensar con tanta claridad y sentía que en cualquier momento mi corazón explotaría. Parecía estar atrapada en un libro de un alto nivel de cliché. ¿Acaso no hay chicas que desearían estar en esta situación? Por qué, con gusto les cedo el lugar. Mi estado mental estaba débil. Mis fuerzas eran menguadas, ya no tenía motivo para pelear. Al fin y al cabo, era una simple humana contra un poderoso demonio.

— O' Donell, suéltame por favor — Me removía apenas en sus brazos mientras caminábamos hacia atrás sin despegarnos. Su mascota, se quedó quieto mientras se convertía de nuevo en la motocicleta con llamas reales — Me haces daño...

Mis palabras fueron soltadas sin ánimos de discutir.

Apretó más su agarre contra mí y me quejé apenas, pero en cambio, a él no pareció importarle demasiado. Todo lo contrario, lo estaba disfrutando. Sus ojos no se despegaban de los míos y esto era algo más allá que una simple guerra de miradas. En nuestro alrededor, las sombras dominaban y la luz era inexistente. Luces purpuras adornaron el cielo, algo que para O'Donell no pareció molestarlo. Su mano se posó en mi barbilla como se le había estado hecho costumbre, sin ejercer presión, lo único que hacía era realizar una suave caricia. Me gustaría decir que me acostumbraría a que me estuviera tocando, pero cada vez que lo hacía, era como si nunca antes lo hubiera hecho. Y me reprendía a mí misma el sentir esto. Pero, por una parte, me repetía que era por el tipo de criatura que él era. Eso tendría mayor sentido para mí que cualquier otra explicación.

— Deja de luchar, dulzura —habló algo cansado —Todo hubiese sido más sencillo si te hubieras ido como te lo pedí— Acercó su rostro al mío, su respiración era de lo más normal a comparación de la mía.

Él me ponía de nervios. Pero aun así le hice caso, no opuse resistencia alguna a él. He hecho cosas de las que me arrepiento. Por ejemplo, haber ido aquel día al Infernal Cave's aquel viernes. Si tan solo no hubiera ido, no estaría metida en toda esta mierda. Pero el hubiera no existe, no podía dar marcha al pasado, tenía que afrontarlo cómo pudiera.

— ¿Cómo querías que me fuera si tus hombres me mantuvieron en esa escenita tuya? — Le reclamé como pude.

Nuestros cuerpos toparon en una pared enseguida del contenedor de la basura. Pero rápidamente nos despegamos debido al aroma que soltaba. No sabía cómo descifrar este momento, era como si de repente ninguno de los dos quisiese despegarse del otro. No entendí que era lo que me estaba pasando, porque sentía algo que me jalaba siempre a O'Donell y todo lo que le rodeaba. Aunque yo quisiera estar lejos, aunque lo deseara, me encontraba a su lado de nuevo.

—Bien Madlow, admito que mi error fue llamarlos cuándo aún no estabas lista para algo así, y más a Vizo, es un romántico, y se entretuvo contigo — Acortó un poco más su distancia de nuestros cuerpos — Pero ¿Cómo culparlo?

The Dark Fire © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora