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Llego a su casa con aquel gatito quién dormía plácidamente en sus brazos.
─Bueno, creo que te éstas demorando en despertar pequeño─dejo el gato en su sillón de su sala y acarició sus orejitas las cuales tenían algo de pelaje.
Sonrió y se dirigió a la cocina a preparar algo de comida para el nuevo inquilino de su casa, ya no estaría tan solo.
No sabía nada de gatos, siempre fue más de perros y pensaba no tener más animales después de la pérdida de su perrito mikey por él cual lloro muchas noches ya que él era su única compañía junto con su hermana quien actualmente se había ido a vivir con su novio.
Cuando término de de servir la lata para él gato volvió a la sala y vio que el animal se movía incómodo y comenzaba a despertarse así que decidió acercarse.
─Hola pequeñito~~─.
Lo único que recibió fue un aruñon en su cara y un gato corriendo por toda la casa desesperado.
─¡Pequeño, espera!─ ¿porque me pasa esto a mi? ─no te haré daño ¡espera dañarás algo!─.
Como si fuera adivinó el gato corrió y tumbo su lampara de mesa junto un jarrón que le había regalado su hermana.
─¡Que pares ya, maldita sea!─.
Como si fuera una orden él gato paró y se sentó como si le estuviera dándole una orden a un robot.
¿Que mierda?
Se acercó al gato y vio qué éste estaba temblando.─No te voy a hacer daño ¿si? Vengo... ¿en son de paz?─.
Él gato lo miro y se puede decir qué quedó hipnotizado por aquéllos grandes ojos azules claros.
Miau~
Llevo su mano hacía él gato quién pareció asustarse pero dio una pequeña lamida y Hoseok tomó aquello como una clase de permiso para acariciarlo.
Él gato al sentir ésa clase dé contactó y no uno fuerte y maltratador dejó acariciarse cerrando sus ojos y soltando algunos ronroneos.
Hoseok feliz por él nuevo logró sé ánimo a tocar la cola del gato. Este abrió sus ojos y aruño nuevamente la cara del hombre y salió corriendo nuevamente haciendo que Hoseok lo perdiera de vista.
─¡Hey pero no comiste tu comida!─.
En cuestión de segundos apareció nuevamente él gato y comió rápidamente su lata y se escondió debajo de la mesa de el comedor. Hoseok al ver tal acción del minino se acerco a la mesa y se arrodillo para ver mejor al gato.
─¿Tenias hambre, pequeño? Debería ponerte nombre. ¡Señor Goofy! No, no, no ese es de perro─.
Miro bien al gato y pudo ver que los restos de su pelaje eran blancos y sus ojos eran azules claros.
─¡Nieves! Ah, no... Eres macho─ miro con una sonrisa a él gato y lo pensó mejor ─¡Sugar! ¿es un poco insulso ¿no? Bueno, entonces suga, si es es mejor─.
Se enderezó y vio como él gato salió de su escondite para luego verlo a él de pies a cabeza.
─No sé de gatos pero creó que tú no eres normal, debe ser por lo qué sufriste tanto pequeño─.
Mau~
─¿Que pasa pequeño?─ se arrodilló frente a él gato y éste se acercó y dio una lamida en él aruñon qué antes había provocado haciendo que Hoseok pudiera sentir su lengua rasposa.
─Guau ahora mí teoría de que no eres normal se hace un poco más creíble─Miro él reloj de pared y vio que era un poco tarde pero aún había tiempo para comprarle a él gato una cama.
─Saldré unos momentos ¿si? No te vallas a ir─.
Él gato dio un maullido y se subió a él sillón acomodándose para dormir.
Hoseok tomo eso como un si y tomó un abrigo, dinero y salió de la casa.
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─¡Pequeño suga! Ya llegué a casa. Traigo comida, ropita mantas y una muy calentita cama para ti y solo para ti─.
Miro él sillón, no estaba, miro la mesa del comedor, tampoco, miro en la cocina, nada.
Busco por los lugares a él que él gato podría estar y no aparecía. Se cansó y decidió sentarse en aquel frío sillón de su sala en el cual antes había estado suga.
─Oh, pequeño, lo siento. No pude cuidar bien de ti─ puso sus manos en su cara sintiendo como un dolor se expandía en su pecho haciendo que sus ojos se pusieran acuosos y recuerdos de su perro fallecido vinieran a su mente.
─Lo siento, lo siento─ Quito su abrigo y se dirigió a su cuarto viendo como extrañamente este estaba entre-abierto. No le tomo importancia, tal vez lo había dejado abierto pero no se acordaba.
Entro a su cuarto y se tiro contra ella pero grave error cometió. Escucho un grito gatuno y como unas filosas uñas pasaban por su cara que extrañamente en vez de quejarse, sonrió.
─¡Lo siento pequeño!─ Busco él gato entre las sabanas tomándolo y lo puso en su pecho.
Él gato entró en pánico al ver los ojos almendra de aquel chico dando un pequeño salto escapando de los brazos de él.
─¡Suga! Debo organizar tú cama ¿entonces donde crees que dormirás?─ corrió tras aquel minino.
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Hola!!! No se si poner fotos del hopega al final de cada cap 🥺 ¿lo hago?
Bueno ¡hasta la próxima!
Saben que sus estrellitas y comentarios me ponen muy feliz ❤
