Narra Lauren
El camino desde la playa en donde nos habíamos detenido por mi pequeño ataque de pánico hasta su casa quedaba algo apartada, debo admitir que comencé a sentirme mal, que todo el cuerpo me temblaba y sentí como el sudor comenzó a aparecer en mi cuerpo.
-Mierda – dije en voz alta.
-¿Qué te pasa Lolo? – preguntó Camila.
-Creo... creo que tengo fiebre – dije mirándola – me siento horrible – quede mirando a Camz y ella me regaló una leve sonrisa - ¿de que te ríes? Te estoy diciendo que creo que me enferme y tu...
-Yo nada – tomó mi mano – ya llegamos así que entraremos y te cuidaré ¿bueno?
-Se supone que esto no tendría que ser así – nos estábamos mirando directamente a los ojos.
-Se supone que muchas cosas no deberían pasar pero pasan Lauren – hicimos silencio – se supone que no tendrías que gustarme pero me gustas, se supone que no tendría que estar acá pero lo estoy.
-Vaya, eres muy filosófica cuando quieres – salí del auto temblando de pies a cabeza, Camila me ayudó a subir las escaleras hasta que entramos... La casa era hermosa, estaba completamente construida con madera, toda la casa olía a madera. Había cuadros, dos bares, una escalera que daba al segundo piso, una cocina enorme y una chimenea.
-¿Qué te paso? – preguntó cerrando la puerta detrás de mi.
-Creo que estoy en shock – comencé a caminar hasta uno de los sofá cuando ella me detuvo – necesito acostarme, no doy mas.
-Así no, ven.
Caminé junto a ella hasta un cuarto, prendió la luz y me di cuenta que era el baño – date una ducha con agua caliente – nos miramos – no entraré contigo, ni te sacaré la ropa ni mucho menos te bañaré – sonreí – avísame si necesitas algo, estaré acá afuera.
-Eso implica que si o si me veras desnuda.
-¿Crees que eres la primera chica a la que veré desnuda Lauren? – debo admitir que esas palabras hicieron que por mi cabeza pasaran muchas imágenes y se formaran muchas preguntas – ahora apresúrate, muero de hambre – Cerré la puerta y comencé a sacarme la ropa una por una pero entonces me tropecé, estaba muy débil y no podría hacer esto sola. Sabía que esto sería lo mas vergonzoso que tendría que hacer pero lo hice.
-Camila – grité, apenas me salía la voz.
-Dime – respondió de inmediato.
-Yo... no puedo sola – me senté en el suelo helado del baño cuando ella abrió la puerta y me miró – no puedo, estoy débil – Camila se sentó frente a mí.
-Voy a llenar la tina – sentí como abrió la llave y volvió. Comenzó a sacarme las zapatillas, los calcetines. Sus manos subieron al dobladillo de mi pantalón y la miré a los ojos – estas con bikini, no te veré nada que no haya visto allá afuera Lauren.
-¿Sácalo? – Noté como sus ojos se abrieron – saca todo, después me coloco ropa seca y me acuesto de inmediato – Camz sonrió y comenzó a sacarme los pantalones, sus manos tomaron las mías y me levantó.
-Trata de quedarte parata y quieta por favor – me ordenó Camila... Lauren sacó mi polera por arriba de mi cabeza, sus manos temblaban cuando llego al nudo de mi bikini.
-Camila, hazlo rápido muero de frío – después de esas palabras Camz dejó escapar un suspiro y sacó la parte superior de mi traje de baño. Me miró a los ojos y bajo se agachó a la altura de mis caderas... sentí sus manos en el dobladillo de mi traje de baño y lo bajo lentamente. Si esto hubiera pasado en otra ocasión Camila estaría completamente desnuda también. Camila se levantó y sentí sus ojos clavarse en mi.
