— ¿Entonces... Quiéres regresar? — Luzbel estaba bastante sorprendida ante la propuesta de Tsuyo.
En la mañana, a eso de las seis y cuarto, Akira les contó todo a sus compañeros lo sucedido en la madrugada, los cuales, en parte se sorprendieron de no haber oido nada y por otra se preocuparon bastante. Hasta ahora, de ellos cuatro, la cobriza había sido la primera en ver a los tan hablados malware.
La descripción vaga que dió la menor fue suficiente para poner los vellos de punta a todos los que la escucharon. No había duda, esas criaturas eran aterradoras en sus cabezas y seguro lo serían más cuando las tuvieran cara a cara -aunque no lo deseaban-.
Pero, la simple mención de que posiblemente su objetivo era la ciudad de la que el trío había venido, encendió las alarmas del único chico que solo quería ponerse en marcha para ir a ver como estaba su preciado amigo Gabumon.
— Creo que sería un poco contraproducente... Pero aún así... — dijo Tsuyo bastante nervioso — le debemos mucho a Gabumon, no podemos ignorarlo.
— Aúnque nos fuéramos ahora... Llegaríamos en una semana aproximadamente... — contestó Akira de inmediato — ellos eran muy veloces, probablemente dentro de unas horas estén ahí y nosotros no podremos hacer nada...
— Pero está el muro protegiendo la ciudad — intervino la del cabello Gold Pink — probablemente estén bien... Creo que deberíamos ir para ver como están. ¿No es para eso que nos trajeron?
Akira abrió los ojos en grande — Se supone que si, pero ustedes no los vieron, en nuestra situación actual no somos rivales, nos matarán.
— Talvés no nos topemos con los malware por el camino — la que había estado callada y escuchando, por fin opinó — y, aunque se supone que esperemos la llegada de los que faltan, podríamos recorrer terreno y talvés los encontremos camino aquí. — la castaña ceniza se acomodó en la roca en la que estaba sentada.
— No estamos seguros de que vienen de ese lado, podrían venir en sentido contrario y solo estaríamos retrasandonos — contrarrestó Akira calmada.
— Lo dudo, según mi guardián cuando me explicó sobre este mundo y nuestra misión, yo fuí la que más al norte apareció — Sol sonrió tranquilamente — por lo tanto, si ustedes fueron los primeros en llegar, signifca que ellos son los que estan más al sur.
— Pueden venir del este o del oeste.
— Hubieran llegado antes que ustedes.
— No sabes que tan grande es este lugar.
— Solamente hago suposiciones, pero las probabilidades son altas de que vengan del sur.
Luzbel casi aguantaba la respiración escuchándolas discutir con argumentos que no sabía ni como los pensaban tan rápido. Tsuyo comenzó a guardar las cosas en las mochilas, sabía que al final no podían estar quietos y debían moverse.
Las voces de las chicas sonaban en un eco leve en la cueva.
— Preguntémosle a los guardianes, ellos saben donde ibamos a aparecer. — Sol buscó su D-Code en su bolsillo y lo sacó para hablar con Belphemon, pero fue detenida por Akira.
— Escuchémoslo de todos los guardianes a la vez — dijo la jóven y todos concordaron en sacar sus D-Code para poder establecer comunicación con los digimon.
Con solo presionar un botón bastaba para entrar en comunicación con su digimon guardián, pero este gastaba algo de energía del mismo y evitaban hacerlo seguido a menos que fuera realmente importante.
— ¿Qué sucede su majestad? — la voz cantarina de Lilithmon era inconfundible aun a través de un aparato digital sonaba igual de estridente.
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Digitalizados | El virus de la muerte |
FanfictionLos humanos estamos en constante movimiento, en constante evolución... Imaginamos, inventamos y creamos consciente o inconscientemente nuestro mundo. Damos forma a lo que nos rodea. A pesar de que a veces nisiquiera tenemos esa intención... Nuestr...