Sin dulzura (Suzuya Juuzou x Lectora)

Azúcar y un comienzo

Lunes.

Eran las 6 de la mañana y tu molesta alarma había comenzado a sonar, sabias que tenias que levantarte pero no querías, maldecías que hoy fuera día de escuela, la alarma no dejaba de sonar.

-Maldito aparato –susurraste con enojo

Te levantaste, caminaste hasta el despertador y lo apagaste, fuiste al baño de tu habitación a hacer tus necesidades y posteriormente bañarte, al salir del baño viste la hora en el reloj, 6:30 A.M, aún tenías tiempo de sobra, comenzaste a cambiarte, hoy habías elegido ponerte una blusa negra con la frase “Shut up” grabada en ella, unos jeans pegados y tus convers negros, agradeciste mentalmente que en tu universidad no se llevara uniforme, saliste de tu habitación y te dirigiste a la cocina para hacer algo de desayunar, te hiciste un sándwich, te lo comiste, tomaste tus cosas, saliste de tu departamento y te dirigiste a la universidad.

El estar en la universidad en un día como este era muy aburrido, todos los lunes tenías el horario corrido lo cual significaba que solo tenías 10 minutos para almorzar y otros 10 minutos para comer, con tan poco tiempo para comer era imposible que fueras a ver a tus amigos los cuales estudiaban en tu misma universidad pero en diferentes carreras. Saliste a las 5 P.M. de la universidad, agradecías que tu día más pesado de la semana haya terminado.

Te faltaban varias cosas de uso básico, así que fuiste al supermercado a comprarlas, al terminar de elegir fuiste a pagarlas, había una larga fila pero esperabas no tardarte mucho… gran error, de haber sabido que te tardarías una hora en la fila y que a parte la señora que iba delante de ti en la fila se iba a poner a discutir con el cajero, sumándole 20 minutos más a tu agonía, mejor no hubieras ido al supermercado.

Después de todo lo que paso en el supermercado, miraste la hora en tu celular, ya eran casi las 7 y ya estaba anocheciendo. Querías llegar lo más rápido que pudieras a tu casa, para tener un merecido descanso, así que decidiste tomar un atajo, el cual consistía en pasar por un túnel que te llevaba directamente a tu departamento, o bueno más bien te dejaba realmente cerca del edificio donde estaba.

Mientras caminabas por el túnel te sentías un poco observada, algo estaba mal con ese lugar, volteaste hacia atrás… nada, volteaste hacia la derecha… nada, volteaste hacia la izquierda… nada y definitivamente hacia el frente no había nada, seguiste caminando, tal vez solo estabas un poco paranoica por el hecho de que casi no tomabas este camino de regreso a tu casa y que eras la única persona transitando en ese momento por el túnel , aunque… no habías volteado hacia arriba, no querías mirar, en las películas de terror siempre que veías al asesino te terminaba matando pero la curiosidad pudo más que el miedo, así que volteaste hacia arriba, deseaste no haberlo hecho, arriba de ti había un hombre con las iris rojas y lo que restaba de sus ojos era completamente negro, sabias que era… un ghoul, empezaste a correr pero no hiciste ningún avance, el ghoul te había atrapado con su kagune, su kagune era como una cola y estaba enrollada en tu cintura, sabias que te comería, tu corazón palpitaba muy fuerte, el ghoul te jalo hacia él, soltaste la bolsa y tus cosas, cerraste los ojos esperando sentir el dolor de ser comida pero nada… no había dolor, tampoco sentias la presión en tu cintura, abriste los ojos y volteaste.

Un chico pelinegro de cabello corto, con piel pálida, de 1.60 metros de altura y vestía un abrigo negro, estaba sosteniendo una especie de dagas extrañas en sus manos, las dagas estaban cubiertas de sangre, viste hacia abajo, el ghoul que te había atrapado yacía en el piso, su cuerpo a la orilla del túnel y su cabeza a unos 3 metros de los pies del chico, las paredes del tunel cubiertas de sangre, sangre en el piso, sangre por todos lados, sangre en todo menos sobre ti... el chico te volteo a ver, tú lo viste, sus ojos eran de un rojo brillante, muy raros a tu parecer.

-Oye, ¿estás bien? –Dijo el chico mirándote fijamente

-Sí…creo que sí –La voz te temblaba, aún tenias miedo

-Que bien, bueno, adiós –Empezó a caminar hacia la salida del túnel, la cual no estaba muy lejos

Querías saber su nombre, pero las palabras no salían de tu boca, hiciste un esfuerzo más.

-¡Espera! –Exclamaste subiendo la voz

-¿Qué? –Se giró y te volteo a ver

-¿Có…Cómo te llamas? –Balbuceaste, te maldecias por no poder articular bien las palabras

El chico te miro por unos segundos y respondió.

-Suzuya Juuzou –Fue lo último que dijo antes de irse tan rápido como llego

Suzuya Juuzou, era el nombre de quien te había salvado, era el nombre de ese chico extraño, no lo olvidarías.

Azúcar... Lunes:

El día más pesado de la semana, el día más fastidioso de la semana, el día que casi me come un ghoul, el día que un chico me salvo, no creo poder dormir esta noche.

Palabras clave: Suzuya Juuzou