PEEEERO...PAPA...AHORA QUE SOY VALIENTE

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Había pasado una semana, desde el último encuentro sobrenatural macabro, John y Arturo, fueron fortaleciendo un lazo entre padre e hijo increíble. Arturo, ahora era un chico alegre, saludable, colaborador, ahora en su casa se sentía seguro, era como sí la confianza de saber que tenía un padre con quién contar, hubiese creado un escudo invisible donde ahora él podía decidir, quién y cuándo entrar en su vida.

John dedicó los últimos días que tenía libre del trabajo, para investigar en internet, en libros, y poder concertar alguna entrevista, con personas que pudiesen ayudarlos, quería por todos los medios ayudar a su hijo, y él desconocía mucho el tema, siempre fue escéptico, pero ahora había tomado la decisión de mantener la mente abierta.

Aun, no le habían dicho nada a Michelle, ella era muy asustadiza, y habían leído que los entes malos pueden alimentarse del miedo, y usarlos en su contra, por eso Arturo, en el pasado siempre lo perturbaban. 
John recibió un correo de un parapsicólogo, que se había interesado en el caso del chico y deseaba conocerlo, sin embargo ahora se encontraba en una gira en otro país. Le dió, algunas indicaciones, y le recomendó algunas lecturas, era importante ir averiguando algunas cosas del don de Arturo, y para ello había recomendado algunos ejercicios sencillos para que fueran probándolos.

John, consiguió todos los libros, pero los guardó en el estudio, comenzaría a trabajar, por lo qué esos ejercicios los podrían hacer cuando el llegará del trabajo, y fuera de casa. Sólo, qué Arturo ahora que era valiente, no quería esperar.

LA NOCHE ANTERIOR

Arturo: Papá, pero podrías dejarme uno de los libros y yo voy leyendo, así cuando tu llegues, solo intento el ejercicio.

John: No, yo, debo saber cómo es, para no meter  la pata hijito, leeremos juntos como estos días.

Arturo: Pero papaaa, hasta las 4pm…vamos yo puedo ir ganando tiempo ¿Sip?

John: No Artu… Se hará como yo dijo señorito. Además, ya sabes la rutina, en la mañana tus estudios, que próximamente estas por presentar los exámenes en el Ministerio de Educación, y debemos subir esas calificaciones, que el último trimestre dieron mucho que desear. Y en la tarde ayudar en la casa… ¿hum?

Arturo: Ahhhh…. Papiiiii.. Dijo haciendo morritos… el muy manipulador.

John: Mírate, pues Jajaja… No Artu, ningún “papi” va a cambiar la decisión. Leeremos juntos y no se hable más. Ahora a la cama.

Arturo: Aaahhh papá  grrrrrr Y zapateo como un niño berrinchudo, frustrado porque las cosas no se hicieran como él quería aahh pero John dejó bien claro su punto sobre los niños malcriados, dejando caer dos azotes en el trasero de su adorado hijo, que lo tomaron desprevenido.

ZAS..Auuuu papaaa ZAS…..Ayyyyy papi… Chilló Arturo, quién se sobó rápidamente su traserito, mirando a su padre con sus ojos bien abiertos.

John: Hijo, con berrinches y zapateos, esto es lo único que conseguirás de mi. ¿Te quedó claro o necesitas que te lo siga explicando?

Arturo: No,…me….quedo bien claro… Papá, que manita tan pesada tienes.

John: Pues, no es malo que lo recuerdes… ahora a la cama Arturo.

AL DIA SIGUIENTE

Arturo, se levantó más temprano que nunca corrió a hacer sus deberes escolares, para luego adelantar los deberes de la casa. Ahora se encontraba en el estudio de su padre, muy tentado en sacar algunos de los libros que John había guardado en el cajón. Le picaba la mano, abrió el cajón varias veces y varias veces lo cerro hacia amago de salir del estudio pero la tentación era mucha.

Lo que Arturo, no sabía, era qué el experto le había explicado a John que los libros debían leerse en un orden especifico.

Aprender a  gatear y luego caminar y no dejarse llevar solo por el título del libro. Que fué, el caso de Arturo, había uno que le llamaba mucho la atención, “como invocar a un ente”. Vió la hora, tomo el libro y salió de la casa, se sentó bajo el gran árbol de su patio y comenzó a leer se propuso leer la introducción, pero le pareció aburrido en el tercer párrafo, se fue directo al índice y le pareció perfecto el capítulo 6, lo leyó completo, aunque no lo estaba entendiendo todo, el capítulo lo envolvió Sonreía pensando que aquello se veía muy sencillo, para hacerlo.

DE DESCONOCIDO A PADREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora