Uno.

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Era algo de ensueño estar ahí, había hecho todo lo posible para convencer a mis padres de que me dejaran ir hasta Mar del Plata, ellos aceptaron después de muchos ruegos y algo de dramatismo por mi parte, pero todo eso no importaba porque ya estaba acá, y me encontraba en en el mismo recinto junto con personas a las que admiraba un montón. Estaba mirando todos los detalles del lugar a mi alrededor con una cara de asombro, y me tildé por un segundo.

— Alba, reaccioná. —dijo mi tío mientras movía su mano en frente de mis ojos.

Me reí y lo seguí mientras él me continuaba explicando todo sobre su trabajo como asistente de producción en Urban Roosters. Mi tío Luis había conseguido este laburo por cosas del destino, y recuerdo que cuando me lo contó casi le rogué de rodillas que por favor me llevara a alguna jornada.

Desde siempre había sido fan del rap gracias a mi familia, y cuando conocí las batallas de freestyle me obsesioné una banda con estas, entonces, estar viendo la primera jornada de la FMS Argentina de la historia era un sueño cumplido para mi yo más fanática.

— Mirá, por ahí están el resto de los pibes que laburan conmigo en producción, —señaló a unos hombres que estaban sentados mirando unas pantallas. — por allá está el escenario —continuó hablando.

La verdad es que no le estaba prestando demasiada atención a lo que estaba diciendo, otra cosa era la que venía ocupando mis pensamientos.

— Tío...

— ¿Si?

Me daba muchos nervios el hacer esta petición, pero no me perdonaría nunca si ni al menos lo intentaba.

— Será que, capaz... —hice un puchero, tratando de causarle ternura. — ¿me podrías llevar al backstage?

— ¿Cómo?

— Sí, al backstage, para conocer a los freestylers.

Mi tío me miró por un rato, se rascó la cabeza e hizo un gesto como diciendo que no estaba seguro.

— Dale, —dije alargando la e. — no seas ortiva.

— Es que no estoy seguro de que pueda.

— Pero tío, solo sería un ratito, —rogué, juntando las palmas de mis manos. — por favor...

— Tengo que pensarlo.

— Es que no puede ser que haya llegado hasta acá, ¡la primera FMS Argentina! — señalé un letrero donde ponía el nombre de la competencia. — y que no conozca a los pibes.

Sabía por la cara que puso que estaba a punto de ceder, entonces decidí fastidiarlo un poco más zarandeándolo por los hombros mientras ponía un puchero.

— Bueno, calmate, haré lo posible. —cedió mientras alejaba mis brazos de sus hombros.

Solté un gritito de emoción y lo abracé con tal impulso que casi se cae. Y es que no podía controlar mi creciente emoción, porque conocer a estos raperos iba a ser algo increíble, los seguía desde hace bastante tiempo y no podía creer que por fin se me diera la oportunidad de hablarles, al menos por un rato.

— Pará, que en un rato empieza, mejor te vas a buscar un lugar para ver bien el show.

Asentí e hice lo que mi tío sugirió, encontré un lugar perfecto, muy cerca de la sillas donde iban a estar los competidores. Cuando empezaron a hacer sus minutos de presentación aproveché de tomar varias fotos con mi cámara, la cual amaba más que a nada.

Apenas pasó la primera batalla sentí que alguien tocaba mi hombro, me volteo y veo a mi tío haciéndome señas para que fuera rápido hacia donde él me indicaba. Ya presentía lo que iba a pasar y no negaré que los nervios me empezaron a consumir.

Seguí a mi tío que me llevó por una parte que no me había mostrado antes, hasta que por fin llegamos al soñado backstage, donde vi a varios de los freestylers que hace poco observaba a través de una pantalla. Es entonces cuando me dije a mí misma que debía aprovechar esta oportunidad lo más posible.

— Dale, movete. —dijo mi tío y empujó sutilmente mi espalda.

Le di una mirada de agradecimiento y me acerqué a los sofás donde estaban sentados los participantes de la FMS. Yo nunca fui una persona tímida, pero en este momento sentí ese “miedo” al acercarme a ellos.

Decidí ir a hablarle a Trueno, porque me había sonreído apenas me vio de lejos y me transmitió confianza. Compartimos un par de palabras y nos tomamos una foto, después se acercó MKS, el cual empezó a bromear con Mateo.

— No seas tan obvio, turrito.

— Eu, Marquitos, vos que te venís a burlar.

Comenzaron a golpearse de broma y yo me empecé a reír a carcajadas, en un momento sentí una mirada sobre nosotros, entonces me volteé y vi a Replik sentado, posando su vista en nosotros mientras sonreía, pero apenas se dio cuenta de que lo estaba viendo se sonrojó y se dio vuelta a mirar otra cosa, me dio mucha ternura.

Después de tomarme fotos y hablar con otros raperos, decidí acercarme a él.

— ¡Hola! Soy Alba —prácticamente exclamé, no sé por qué lo hice. Traté de arreglarlo sonriendo sutilmente.

— Hola —susurró.

Y en ese momento los llamaron a todos para que regresaran al escenario. Manuel me sonrió y se fue junto con sus compañeros, yo me quedé embobada mirándolo hasta que mi tío me sacó del ensimismamiento.

— Alba, regresá rápido a seguir viendo las batallas.

Mi tío me llevó hasta mi puesto en el público, y seguí viendo el resto de las
jornada pero sin dejar de pensar en Replik, lo tímido que fue y lo mucho que quería conseguir otra oportunidad para poder entablar una conversación con él.

why ; replikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora