Hallie no pudo ocultar su sorpresa cuando vio a Ariella Flemming esperando a la entrada del edificio donde habían hecho el ARC. No había pensado mucho en ello, pero realmente no había imaginado a una chica como ella decidiendo dedicarse a una organización tan compleja como CRISTAL. Aunque por su parte, la castaña no pareció sorprenderse al verla llegar y simplemente le dedicó a Hallie una sonrisa suave pero incómoda que acompañó un silencio aún peor mientras esperaban una junto a la otra. Independientemente de todo lo que había pasado el día anterior, no podían evitar recordar el hecho de que dos días antes ni siquiera se había dirigido la mirada, no habían cruzado palabra, ni siquiera habían estado más de un segundo en el mismo lugar. Cada una había tenido su papel en la escuela y nunca hubo una razón para mezclarlos, y ahora era demasiado extraño pensar que si ambas estaban ahí significaba que a partir de ese momento trabajarían codo a codo. Ambas pensaban en lo bizarro de ese asunto cuando de la nada Simon apareció junto a ellas con una mano en el bolcillo y un café en la otra.
—¿Es en serio? ¿Tú quieres ser un CRISTAL? —preguntó Hallie mirándolo atónita.
Simon sonrió irónicamente —Sí... Verás... La escuela no fue suficiente. No puedo vivir sin ver tu insufrible rostro todas las mañanas. Me despierta más que la cafeína.
—¿Te das cuenta de que esto no es un juego verdad? —preguntó Hallie cruzándose de brazos —CRISTAL es algo serio.
—Hey —exclamó este agitando su café —Puedo ser serio.
—Jamás te he visto serio —rebatió ella encarándolo con una ceja enarcada.
—Porque tu cara de chiste no me deja estarlo frente a ti —respondió Simon ganando una mala cara por parte de ambas chicas.
Hallie parecía estar a punto de atacarlo verbalmente cuando de un autobús bajó Riley sin dedicarles más que una pequeña mirada antes de pararse junto a ellos uniéndose a la espera.
—Mira, a él no se le hace extraño que estemos aquí —dijo Simon señalando a Riley quien se encogió de hombros en respuesta —¿Cómo te llamas?
—Riley —respondió este con sencillez.
—Me caes bien —dijo estrechando la mano de Riley con esmero y volteando a ver a Hallie —Mejor que tú de cualquier forma.
—Chicos —trató de apaciguarlos Ella —Tomando en cuenta que este sujeto quiere que trabajemos juntos, no creo que sea buena idea que se empeñen en llevarse mal.
Simon soltó una pequeña carcajada —Ella. Trabajaremos juntos, pero seamos honestos, somos un grupo demasiado disparejo. Las probabilidades de que todos nos llevemos bien son muy bajas. Aunque podría ser peor.
—¿Cómo sería peor? —preguntó Hallie torciendo los ojos.
—Podría estar Cross con nosotros —respondió él recargándose en el poste de la parada —Digo, por lo menos yo no creo que venga.
—Tal vez lo haga —comentó Riley con tono serio.
Hallie bufó moviendo los pies con cansancio —¿Y perder la oportunidad de ampliar la fama que de por sí ya tiene en el mundo del deporte? ¿Para qué? Estaba bastante claro que no le interesaba CRISTAL.
—Ajá —asintió Simon —Además, miren... —todos miraron hacia la calle donde Simon señalaba. Un auto negro como el que los había llevado a CRISTAL el día anterior se acercaba lentamente para luego detenerse frente a ellos con un click que les indicó que podían abrir las puertas —Creo que se acabó el tiempo de espera —concluyó Simon abriendo la puerta y subiendo al auto sin más.
Hallie y Ella se miraron un momento cediendo la razón a Simon en silencio. Eso era lo que tendrían, un equipo formado por ellos cuatro. Personas que no se conocían realmente pero que aparentemente tenían objetivos en común. Subir a aquel auto solo era un paso más cerca de aquella realidad. Hallie subió detrás de Ella dejando a Riley afuera sosteniendo la puerta. Este tamborileó un momento los dedos sobre el techo del auto, antes de mirar por la esquina de la calle con una mirada penetrante, como si esperara que algo apareciera mágicamente ahí cuando de pronto Nathan Cross cruzó la esquina en dirección al auto y deteniéndose frente a Riley. Este lo miraba de forma extraña, como si hubiera esperado que Nathan llegara y no estuviera muy seguro de si estaba satisfecho o molesto por haber tenido la razón. Como sea, subió al auto sin decir nada y después de un momento de respirar hondo, Nathan subió también, ganando una oleada de miradas perplejas que decidió ignorar y simplemente siguieron el viaje en silencio.
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CRISTAL: Operación diamante
Science FictionC.R.I.S.T.A.L.: Centro de Reclutamiento de Inteligencia Superior, Tácticas Armadas y Logística. Una importante organización secreta que tras la muerte del director de la prestigiosa Academia Atwood, el cual ha dejado muchas dudas por resolver, recur...