Nathan no tardó demasiado en entrar a la oficina de Atwood, y le pareció extrañamente, como si hubiera entrado a un edificio completamente diferente. En contraste con toda la blancura y la arquitectura moderna de todo el colegio, el interior de la oficina parecía… casi rústico. No podía apreciarse demasiada tecnología. Había muebles de madera tallada. Cuadros en las paredes con formas que no comprendía, y en el escritorio se esparcían una serie de artilugios de oficina que en un mundo donde todo se hacía en su mayor parte digitalmente, parecían fuera de lugar.
—Estoy dentro —anunció este al intercomunicador —¿Atwood?
—En la mesa —respondió Hallie caminando de vuelta a su lugar justo cuando todos se levantaban.
—Señorita Geller —la saludó Luther Atwood haciendo una señal con la mano fuera de la mesa —Es momento del discurso. Espero que esté lista.
—Sí —asintió Hallie comenzando a sentirse un poco nerviosa.
—Muy bien, subamos al escenario.
Riley y Ella le enviaron unas sonrisas de animo mientras la miraban alejarse hacia el escenario con Marcus caminando junto a ella.
Simon miró a Hallie subir al escenario y subió los pulgares en su dirección para darle ánimos. Bogdánov se había alejado desde hace un rato, así que ahora solo estaba parado entre la gente recibiendo una buena diversidad de miradas que lo tenían por completo sin cuidado. Aunque no podía evitar preguntarse, quiénes lo miraban con aprensión, y quienes lo miraban con secreta admiración. Pensaba en ello pasando su mirada por el salón, cuando de pronto encontró a Noel caminando por el lugar con una mirada medio angustiada, así que decidió acercarse.
—Hey —dijo Simon llegando al otro —¿Todo bien?
—Sí —asintió Noel rápidamente, espontáneamente más tranquilo, pero con una ligera fatiga en su respiración —¿Por qué?
Simon hizo una mueca de indiferencia —No lo sé, te veías un poco perdido. ¿Dónde está Julia?
Noel miró a su alrededor como si no fuera importante —Fue al baño.
Simon soltó una pequeña risita que llamó de golpe la atención de Noel —Lo siento. Es que siento que ella es el tipo de chica que diría tocador.
Noel asintió nervioso sin poder encontrar a Julia a la vista —Sí… umm… ¿hablaste con el profesor Bogdánov?
—Sí —respondió este con lentitud —No sé que tan buena o mala idea fue, pero personalmente creo que fue agradable. Es un buen sujeto en realidad. ¿Tú qué piensas?
El otro chico tomó una pequeña respiración antes de contestar —No creo que podamos dar un juicio ahora mismo.
—Bueno yo sí —renegó Simon con un tono especialmente serio —El sujeto está una fiesta donde el 99% de sus asistentes no lo quieren. En un país que lo odia, trabajando para esta misma gente, y en todo el tiempo que hablamos, y mira que traté de hacerlo hablar. Solo dijo cosas buenas sobre sus estudiantes. Y aparentemente, habló con mucha estima de los Atwood. Tal vez no tendré el mejor de los juicios… —agregó este tomando un par de copas de una bandeja y tendiéndole una a Noel quien la tomó por inercia para luego chocar la copa —Pero tengo un excelente gusto por las personas que valen la pena —concluyó bebiendo de su copa con un guiño.
Noel lo imitó ligeramente desconcertado cuando de pronto su mirada logró encontrar a Julia, quien también le diría una mirada bastante seria por encima del hombro de Simon. Noel bajó la copa y la dejó con prisa.
—Lo siento, tengo que irme —se disculpó alejándose con rapidez, de a Simon.
—Atención —se escuchó de pronto la voz de Luther Atwood resonar por todo el salón. Este estaba parado sobre el escenario con el micrófono frente a él, Marcus y Hallie esperaban a cada lado de este unos pasos más atrás con sus respectivos micrófonos —Atención por favor. Es un placer verlos a todos aquí. Como saben, en Atwood buscamos formas a los lideres de nuestra nación. Las mentes del futuro. Y los jóvenes que el día hoy me acompañan desean ofrecerles un poco de su futuro. La señorita Hallie Geller, y el joven Marcus Kingsley, nos honrarán con unas palabras para presentar su candidatura a la presidencia estudiantil. Un aplauso por favor —los plausos se hicieron sonar monótonos, pero fuertes. Ariella tomó la mano de Riley, quien cerró los ojos ligeramente mientras pasaban los aplausos. Una vez que terminaron, Luther agregó —Dejo el micrófono al primer candidato. Las damas primero, ¿Señorita Geller?
Hallie dio unos pasos adelante para acercarse a su micrófono, pero no calculó el ultimo paso y este pateó un poco el micrófono. Lo sostuvo fuertemente con las manos para no hacerlo notar, pero ya había comenzado a ponerse nerviosa. Su respiración se estaba volviendo pesada, y cuando trató de sonreír, una respiración muy fuerte sonó por los altavoces.
—Oh dios —musitó Ella desde su silla para luego activar su intercomunicador con disimulo —Hallie —dijo en voz baja —Respira.
Esta trató de respirar, pero solo pudo toser un poco alejándose del micrófono con el corazón martilleándole en el pecho por las risas que comenzaban a sonar entre el público —No puedo… —susurró lejos del alcance del micrófono con la voz comenzado a cortarse en su garganta —Olvidé… todo… olvidé todo…
—No importa —escuchó de pronto la voz de Nathan en su oído —Geller escúchame, ¿ok? Ellos no son diferentes. Llevas años poniendo en su lugar a gente como esa. A mí, ¿ok? Es como si me hablaras a mí. No importa si no recuerdas lo que preparaste. Solo ponlos en su lugar y demuéstrales por qué estás aquí. Solo habla Geller. Se honesta.
Hallie tomó un respiro hondo, mirando a su alrededor antes de volverse a acercar al micrófono, apretar los puños y comenzar a hablar con más firmeza.
—Lo siento… Pero seré honesta… hace un año no pensé que estaría aquí. No en Atwood. No en este escenario. Pero siempre supe, que quería ofrecer más de lo que se me ha ofrecido. Si estoy aquí, es porque al igual que todos ustedes, está en mis manos generar un cambio. Generar el futuro. Y en mi mente. El futuro no es sobre divisiones. Todos somos lo mismo porque todos queremos más de lo que podemos tener. Queremos poder elegir, vivir, lograr. El hambre del futuro nos une. No quiero ofrecerles lo mismo que otros candidatos, porque no, no soy como otros candidatos, pero sí sé lo que quieren, se lo que necesitan, y yo me ofrezco hoy, a dar todo en mis manos para que ustedes lo tengan. Porque me importan, y todos los demás, y de esta forma, uniéndome a ustedes, podemos ofrecer juntos algo mucho mejor allá afuera. Mi nombre es Hallie Geller… y esta es mi campaña.
Para su sorpresa, esperaba que por más que solo educación, la gente comenzó a aplaudir a su alrededor. Simon estaba haciendo escándalo de más con su euforia, pero en ese momento Hallie apreciaba el ánimo. Incluso Riley aplaudía con cierta incomodidad en su lugar junto a Ella, la cual la miraba con una sonrisa brillante. Hallie miró a su lado directo a Marcus Kingsley, quien la miraba seriamente, pero sin ninguna expresión en particular. A Hallie le daba igual. Entonces esta buscó la mirada de Luther, pero no logró encontrarlo, miró hacia Ella y Riley con apuro, mientras que Marcus se posicionaba para comenzar su discurso.
—¿Dónde está Luther? —preguntó esta por el intercomunicador.
El resto del equipo comenzó a mirar a su alrededor alarmados, sin poder encontrar al hombre. Marcus había comenzado a hablar, pero nadie podía escucharlo. Riley comenzó a manipular su wristech rápidamente, revisando las cámaras de vigilancia. Luther estaba en los pasillos de la escuela. Riley y Ella se vieron un momento, con el pánico en los ojos de esta, a lo que este se levantó de inmediato y comenzó a prácticamente correr.
—Nathan —dijo Ella nerviosa por el intercomunicador —Luther va hacia ti.
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CRISTAL: Operación diamante
Bilim KurguC.R.I.S.T.A.L.: Centro de Reclutamiento de Inteligencia Superior, Tácticas Armadas y Logística. Una importante organización secreta que tras la muerte del director de la prestigiosa Academia Atwood, el cual ha dejado muchas dudas por resolver, recur...