CRISTAL: Operación diamante

Capítulo 2

...El centro de entretenimiento local fue víctima de un ataque terrorista la pasada noche tras la victoria del equipo de hockey invicto. Las autoridades no pudieron encontrar indicios del perpetrador...

—Fue la mejor victoria de todas —dijo la madre de Nathan mientras miraba la pantalla de su comedor con pesar —Y ahora la gente solo recordará eso.

—No importa —dijo Nathan apagando la pantalla —Entre el ataque y la muerte de Elias Atwood no creo que la gente quiera recordar nada de esa noche.

—No recuerdo mucho —admitió su madre después de beber de su café —Todo está tan borroso.

—Yo tampoco recuerdo mucho. Dicen que el efecto de la bomba afectó de distintas maneras a las personas. Algunos ni siquiera podían ver. Otras personas siguen enfermas en el hospital...

—Qué horror —dijo la mujer poniendo una mano en su frente.

—Tranquila —dijo Nathan sosteniendo la mano libre de su madre —Estamos bien.

—Sí —asintió ella con vehemencia tratando de recomponer su ánimo —Y hoy es el examen. ¿Cómo te sientes?

Nathan meditó un momento separando el contenido de su desayuno —Bien... no sé. No sé qué esperar así que...

—Así es el ARC —lo consoló ella comiendo animada —Te sorprende, no importa cuánto pienses en ello.

—¿Cómo fue el tuyo? —preguntó Nathan curioso.

—Excelente —respondió ella —Tengo que admitir que no estaba muy segura sobre mi futuro ese día. Pero mis resultados arrojaron todo en su lugar. Llamé la atención de la academia de leyes, lo cual agradezco, conocí a tu padre y ahora tu y yo disfrutamos de una buena vida. Esa es la magia del ARC.

Nathan observó a su madre comer en silencio mientras se mordía el labio interno ante la mención de su padre. Sintió la necesidad de preguntar. Pero después de pensarlo dos veces, simplemente siguió comiendo.

...Las autoridades no pudieron encontrar indicios del perpetrador. No obstante, la bomba fue encontrada en el sótano del edificio, y ahora mismo se encuentra en investigación exhaustiva...

—¡Al! —exclamó la madre de Ariella a su esposo mientras entraba a la sala haciendo sonar sus tacones —¡Apaga eso!

—¡No mamá! —se apresuró Ella a detenerla sentada en el sofá —Déjalo. Quiero escuchar.

—Esa es mi niña —la felicitó su padre separando el puro de su boca —Es importante que esté informada.

—Sí, pero yo no quiero oír eso —contradijo la mujer apagando la pantalla y sentándose junto a su hija —Tan solo pensar que si hubiera sido una bomba normal...

—Está bien mamá —la apaciguó Ella —No lo fue. Estoy bien.

—Increíblemente bien —añadió su padre poniendo una mano en el hombro de su hija —Gracias al cielo no te enfermaste.

—Gracias a ese chico —corrigió su madre —Por cierto, amor, ¿ya recordaste quién fue el que te ayudó?

Ella jugó con sus manos apenada —No es que no lo recuerde mamá... jamás lo había visto. Quizás va a la escuela... pero no sé.

—Bueno, nunca se sabe —dijo su padre separándose —Tal vez algún día vuelvan a coincidir. Lo único que quisiera es agradecer al joven.

—Tal vez —asintió Ella.

—¿Y cómo está tu amiga Kate? —preguntó su padre.

—Kat —corrigió Ella —No lo sé. Escuché que se había enfermado un poco por lo que pasó, pero no he sabido nada más. No me contestan en su casa.