CRISTAL: Operación diamante

Capítulo 15

Hallie se acomodó el cabello detrás de la oreja por milésima vez antes volver a decidir que no le gustaba y regresarlo a su estado original mientras se veía en el espejo del copiloto. Ariella tenía razón, si se hubiera ido de esa tienda sin ese vestido probablemente se hubiera arrepentido toda la vida. Se veía increíble, pero no quería dejarle todo el trabajo al vestido.

—Geller —dijo Simon girando el volante —Créeme. No creo que puedas hacer más. Ya te ves bastante bien. Si tu discurso no acapara la atención de los dientes perfectos de Marcus Kingsley, seguro que tú sola lo harás.

—Bueno —suspiró Hallie cerrando el espejo —Me gustaría que las dos cosas le quitaran esa perfecta sonrisa perpetua... ¿Crees que funcione?

Simon jugueteó con los dedos en el volante antes de contestar —¿El vestido o el plan?

A lo que Hallie rodó los ojos —El plan... no sé... siento que... es demasiado pronto para tomar acción.

—Hey —la calmó este con una mirada —Tal vez no estamos... listos, pero es una misión sencilla. Solo tenemos que seguir la corriente, tú tienes que hacer un discurso perfecto y nosotros haremos el resto... principalmente Noel, y él dice que podemos hacerlo, así que, tranquila.

—Sí —asintió la rubia mirando por la ventana —Alguna vez... ¿pensaste que estarías haciendo este trabajo? Digo, obvio que no precisamente este trabajo, pero... ¿a qué pensabas que te dedicarías antes de esto?

—¿Comenzamos a conocernos Geller? —preguntó este con una media sonrisa, la cual después de unos segundos reemplazó por una mirada pensativa —No lo sé... nunca pensé en ello.

Hallie lo miró con una ceja enarcada —¿Estabas haciendo el ARC sin saber a qué querías dedicarte?

Simon apretó los labios con pesar antes de explicarse —Mira... para mí, siempre hubo dos posibilidades. O terminaba cediendo a lo que mi padre quisiera y trabajaría para él en la compañía hasta que quisiera tirarme por la ventana. O, lo sacaría de quicio antes de que eso sucediera, me desheredaría y terminaría buscando donde pasar mis noches.

—Wow —soltó Hallie medio horrorizada —¿De verdad? ¿Nada optimista ahí?

Este soltó una pequeña carcajada —Sí, esa es la cosa... la segunda opción era la más optimista para mí... no sé qué hubiera hecho en todo caso, pero al menos en esa posibilidad... no lo sé... hubiera encontrado mi camino supongo. Habría tenido que hacerlo y... al menos ese escenario implicaba que no cedería a lo que mi padre quisiera hacer con mi vida.

—¿Tan malo habría sido? —preguntó Hallie curiosa —¿Hacerte cargo de la empresa que literalmente lleva tu apellido? ¿Hacer crecer generaciones de prestigio? ¿Tener un legado?

—No lo sé —negó este deteniéndose en un semáforo y mirando a Hallie con un gesto pensativo —La cosa Geller... es que eso nunca habría sido mío. Creo que hubo un día específico donde mi padre decidió que jamás lo sería. Nunca ha estado feliz conmigo. Siempre ha tratado de hacerme igual a él.

Hallie lo miró inquisitiva —¿Rico y exitoso?

—No —negó este volviendo a arrancar con la luz verde —Un imbécil, racista, homofóbico y misógino. Entre muchas otras espléndidas cualidades.

Hallie se pasmó en su lugar tratando de recuperar la voz —Wow... eso... eso no lo comentan en las revistas... ¿Es en serio? —Simon asintió con la cabeza —Valla... pues... lo siento... de verdad.

Simon sacudió la cabeza —Da igual. Realmente en cuanto pude comprender todo lo malo que había en él, pude decidir mejor qué clase de persona quería ser... o al menos la que no, porque siendo honesto, pasé la mayor parte de mi vida sin saber quién era o qué quería. Así que sí. Hice el ARC sin saber qué esperar de mi futuro. Pero fui honesto en cada respuesta. Y aquí estamos. Así que... creo que si estoy en este auto contigo a punto de ponernos en modo super espía... debe ser porque aquí es donde debo estar. Y curiosamente, lo estoy disfrutando.