Capitulo 24

878 54 51
                                    

Los días anteriores fueron terribles Peter en ningún momento nos dejaba solos. Siempre quería que lo acompañáramos. No entiendo porque tanta desconfianza si hemos sido lo más cuidadosos posible. Incluso dejamos de subir a la terraza para que se sacara cualquier idea que se le haya formado.

Otro año nuevamente me tendré que subir sola a la rueda de la fortuna, tenía tantas ilusiones que Liam se subiera conmigo hubiera sido un bonito recuerdo de solo imaginarme nosotros dos solos y justo se detuviera arriba con  toda la  hermosa vista que ofrece el muelle de Santa Mónica.

Ahora no vinieron mis padres a la feria solo nos acompaño mi tía porque a la vez viene hacer su trabajo de andar tomando fotos para luego mandarlas a la revista Summ. Al menos ella esta de mi lado y cuando Peter se ponga insoportable con un solo regaño lo frenara.

–Peter me acompañas a subirme a las tazas giratorias. –Dice mi tía. Peter solo la miro con cara de fastidio. –Anda vamos será divertido. Si vomitas prometo compensarte  con cinco pases para los autos locos. --Mi tía me guiño un ojo y esperaba con impaciencia la respuesta de Peter.

Sabia perfectamente que todo era parte de su plan para dejarnos asolas con Liam y agradezco su gran esfuerzo por ayudarme siempre. 

–Está bien vamos. –Responde Peter sin muchas ganas. –Y ustedes dos no se muevan de aquí. –Nos señalo y advirtiendo. Asentimos y ellos se marcharon.

–Es nuestro turno. –Dice Liam. Asentí no era necesario preguntarle a que se refería o adonde iríamos.

Llegamos al kiosco donde vende los boletos para la rueda de la fortuna. Comenzamos hacer fila no era tan larga como las de los demás juegos mecánicos. Cuando era nuestro turno de subirnos me empecé a sentir nerviosa y emocionada por fin mi sueño se estaba haciendo realidad.

La rueda comenzó a girar Liam sujeto mi mano cuando me sobre salte por el movimiento. Le brinde una tierna sonrisa y puse mi cabeza en su hombro. En la segunda vuelta nos dejaron arriba había olvidado lo alto que era pero ese poco miedo que tenia se fue desvaneciendo cuando Liam comenzó a depositar pequeños besos, primero en mi mano, segundo en mi frente, tercero en la mejilla, cuarto en la nariz y por ultimo en mis labios.

Me provocaria caries por lo dulce que era conmigo, me hacía sentirme en las nubes, me hacia olvidarme de todo. Teníamos una vista hermosa como la había imaginado, todo era perfecto hasta que le sonó el móvil a Liam se lo saco de su bolsillo de su pantalón y miro la llamada. Le cambio el rostro en seguida frunciendo su ceño, su rostro estaba serio pero no quiso contestar, le volvió a sonar mejor lo puso en silencio.

–Liam contesta no te preocupes. –Digo sonando calmada tampoco le iba a preguntar quién le llamaba, no era el lugar para ponerme celosa.

–No. –Dice un poco alterado. –No importa estoy contigo. –Termino de decir cortante ya no volvió hacer el mismo dulce se quedo serio.

Claramente esa llamada lo afecto como siempre lo hacía cada vez que le llamaban, fuera una idiota si no me diera cuenta que la que le llama es una chica. Lo que más me molesta de todo es que él actué como si no le importara, cuando claramente si le importa.

El tiempo en la rueda había  terminado nos, bajaron y nos fuimos para el lugar donde Peter llegaría con mi tía. Estábamos ahí esperando a que llegaran, él reviso un par de veces su móvil y se veía impaciente por regresar a casa.

–Sabes lo que más me molesta es que me digas que no te importa cuando sabes que si te importa. –Solté cortante. Mi enojo comenzaba a surgir, él me miro con el ceño fruncido solo se paso los dedos en la cara demostrando el enfado.

–¡Que! –Exclamo enfadado. –Estás diciendo cosas sin sentido. –Contesta cortante y mirando a otra parte que no fuera a mí.

Nos quedamos en silencio porque junto venia Peter y mi tía. El ambiente se torno tenso de parte de ambos ni siquiera lo quería voltear a ver o él a mí. Habíamos tenido nuestra primera pelea ni siquiera la terminamos, sentir que todo lo que has hecho no valiera nada para la otra persona te causa por dentro una sensación de vacío infinito.

Mi verano inolvidable | Inolvidable #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora