Mi verano inolvidable | Inolvidable #1

Capitulo 15

Peter habla de cómo conoció a jess y la invito a salir. Pero mi hermano siempre quiere hacerse el gracioso cosa que no le da nada bien. Y tambien habla como Liam había conquistado a la chica del avión y que lo vino a buscar hasta aquí.

–Son unos galanes –Dice mi tía sonriendo.

Solo oía la conversación, seguía en silencio ni siquiera me reía de Peter por hacerse el gracioso.

–Además la chica lo invito a una fiesta esta noche –pegándole en el hombro a Liam.

–Nos invito a los tres. –respondiendo Liam.

–Eres todo un conquistador Liam. ¿A ti también te gusta esa chica? o ¿ya tienes una chica especial esperándote en casa? –pregunto mi tía.

Esta vez mi tía si, se paso de la raya pero yo también quiero saber si la tiene por esas llamadas misteriosas que recibe y su salida de la ciudad estando en Nueva York. Levante la vista y mis ojos cayeron rápidamente en Liam esperando su respuesta.

–En casa no me espera ninguna chica. –Respondió. –Pero si está linda Madison la que nos invito a la fiesta. –Diciendo aunque su respuesta no la dio porque no dijo si le gustaba o no <<solo le parecía linda>> pero con eso es sufiente para él. Me miro para comprobar si lo estaba mirando y poniendo atención.

Apreté tan fuerte el cubierto que los nudillos se pusieron blancos, desvié rapidamente mi mirada, sentía un agujeró enorme en mi estomago solo quería levantarme y encerrarme en mi cuarto.

––¡Ah! –Exclamo mi tía. –Entiendo. Tendrás un amor de verano –Añadió mi tía, que me miro de reojos.

–Que suerte tiene esa chica, meda mucho gusto ya era hora Liam –Dice mi madre.

Peter y mi madre continuaron hablando con Liam, mi padre solo se dedico a comer, mi tía ya no pregunto nada. Yo por otro lado me sentía desecha no soportaba más escuchar sobre esa chica me levante de la mesa diciendo:

–Gracias por la comida, si me disculpan me retiro –Deje mi plato y vaso sucio en el lavaplatos no espere a que respondieran. Camine directamente hacia mi cuarto.

Abro la puerta de mi cuarto y cierro me tiro a la cama boca abajo maldiciendo todos los sentimientos que tengo por Liam. Desearía que Kat estuviera aquí ella sabría que decirme.

Respire hondo ya era hora que tenía que escribirle a Kat y contarle todo. Tome mi móvil conte hasta cinco para estar más segura.

No se, como empezar. No es fácil para mí escribirte esto. Pero me gusta Liam. Paso así de repente, bueno tan así no, pasaron otras cosas sin importancia que te contare cuando regresemos al instituto.

Le di enviar, no soy buena explicando cosas. Espero y me entienda. Toda la tarde la pase en mi cuarto, no quería salir porque no quería encontrarme con Liam. Peter toco la puerta le dije que pasara.

–Hermanita viene a visarte que en una hora nos iremos para la fiesta –mirándome

–Yo no voy a ir. –Digo con mi ceño fruncido.

–Mamá quiere vayas, porque dice que toda la tarde la has pasado aquí metida en tu cuarto. –Dice en un tono serio. –No sé, que es lo que  te pasa pero no es normal en ti, te creería si estuviéramos en casa pero aquí tú siempre te divertías.

– Me dolía la cabeza. –Mentí. –Por esa razón he estado encerrada en mi cuarto –levantándome de la cama.

–Nos iremos en una hora. –Dice, apoyándose en la puerta.

–Bien ahora salte de mi cuarto que me voy a cambiar. –Sacándolo a empujones de mí cuarto.

Me puse a mirar mi ropa que está en el armario solo shorts, unos vestidos pero no son para fiestas ni siquiera empaque faldas o unos pantalones de mezclilla <<genial Nery >>

Me pondré éste shorts rasgado con una blusa de hombros descubierto rallada con un nudo en la parte de debajo de la blusa y mis zapatos cerrados de color blanco, al menos empaque dos pares de zapatos distintos. Me peine mi cabello para desatar los nudos que se me habían hecho y lo deje así suelto. Un poco de labial color rosa y un poco de perfume. Ya estoy lista para la fiesta.

Guarde mi móvil en el bolsillo trasero, cerré mi cuarto. En la sala ya estaban los chicos, me sorprende que estuvieran listos antes que mí. Liam  me observo pero no dijo absolutamente nada, ni siquiera porque me había tardado en alistarme. Nos despedimos de mi madre, mi tía y mi padre.

La casa donde iba ser la fiesta estaba a unas diez casas de la de mi tía. Decidimos irnos caminando mejor dicho decidí por ellos. Es que solo así podía admirar lo sexi que se mira con su pantalón de mezclilla, con su camisa blanca, su colonia es de un olor tan exquisito y embriagador. Hasta ahora, no hemos hablado Liam y yo, vamos un poco distanciados.

–Maldita sea –Exclame y bufe de enojada. Me duelen los pies de ir caminando, fue una mala idea de irnos caminando hasta la fiesta.

–¿Qué te pasa? –Pregunto Peter.

–Me duelen los pies. –Digo en un chillido.

–Brillante idea niñita de venirnos caminando. –Dice Liam negando su cabeza. Fruncí mi ceño por el comentario que había dicho. Pero dentro de mí estaba feliz porque por fin me había hablado.

–Peter me puedes cargar –mirándolo con mis ojitos de borreguito haciendo un puchero para que se compadeciera de mí.

–Estás loca Nery, ni de broma te pienso cargar pesas mucho.

–¡Oye! Como te atreves a burlarte de esa forma. – Le pegue en el hombro.

Peter y Liam estallaron en risa por ver mi reacción por decirme que estaba subida de peso.

–Anda yo te cargo. Peter es un debilucho. –Dice Liam

Peter lo empujo a Liam por haberlo llamado debilucho. No me sorprendí esperaba que él se ofreciera en cargarme. No fue ningún truco para que él me cargara en realidad me duelen los pies. Mi hermano no se opuso porque sabe que Liam jamás se fijaría en mi y que yo igual jamás me fijaría en Liam. Asentí él se agacho poquito para poderme subir en su espalda.

Sus manos  sujetaron mis piernas, al sentir su tacto tocar mi piel desnuda se me erizo compmetamente. Me  recosté en su ancha espalda, podía oler la fragancia de su shampoo, el aroma de su colonia era mas embriagador de lo que esperaba. Mi corazón  latía  cada vez más rápido. Juraría que hasta estoy suspirando.

Ya estábamos por llegar, ya se podía escuchar la música a todovolumen. Quisiera que este momento se quedara congelado en el tiempo. Pero como todo cuento de hadas tiene que llegar su fin.