Su rostro se acercaba un poco más... más... y más hasta el punto que estaba a nada para que sus labios se juntaran con los míos. Su nariz rozaba con la mía, estaba provocando me un deseo grande de besarlo.
Mi corazón estaba acelerado tanto que hasta creo que él podía escuchar mis latidos. Cuando creí que me besaría no lo hizo, sus labios viajaron hasta mi oído diciéndome en un susurro encantador:
-No hay chica que se resista a mis armas secretas. -Sonrió victorioso. Me dejo perpleja que en seguida lo oculte con mi enfado.
-¿Esperas un premio? ahora quítate que me estas aplastando. -Digo sonando lo más cortante. Solo me observo unos segundos negando con su cabeza.
-Nery... Nery. No se me antojan los labios de una niñita. Ya te lo había dicho ¿no? -Dice sin rodeos. Sus palabras me calleron como un balde de agua fría. Se quito de encima de mi.
-Eres un idiota. -Digo poniéndome de pie. Pero que estupida soy. En realidad creí que me besaría pero solo caí en su trampa tan fácil, él solo estaba jugando.
Tenia muchas ganas de llorar, me trague toda esa tristeza la sentía amarga y áspera. ¿qué haré con mis sentimientos? Hubiera sido tan fácil si él se encontrara en Nueva York, pero estarlo viendo todos los días y conviviendo en la misma casa, será tan difícil.
-Vuelves hacer la misma gruñona. -Chasqueando la boca y frunciendo el ceño.
-¿Esperabas aplausos? y si te molesta mi amargura te puedes ir. -Lo mire muy seriamente.
-Bueno, bueno. -Levanto sus manos en forma de rendición. -Está bien acepto que me pase un poco.
-¿Un poco? -Digo en un grito medio chillón. -Yo diría que mucho.
-Bien. Lo siento ¡Feliz!
-Sí. Mucho mejor. -Respindi con sarcasmo.
-Qué tal si nos damos un abrazo. -Dice con su sonrisa encantadora.
-Ni lo sueñes.
-Sabes que no muerdo. Bueno en ciertas ocasiones si lo hago. -Dice con cierta picardía.
-Eres un cerdo, con mucha más razón no te daré el abrazo. -Negando con mi cabeza. -Hasta mañana, buenas noches.
No espere ninguna respuesta, baje corriendo la escalera. Entre a mi cuarto y cerré la puerta con cuidado. Mis mejillas estaban húmedas por las lagrimas que me limpiaba con mucha rabia. Me acosté y abrace la almohada. Después de un rato de estar así con la almohada abrazada. Me levante y busque mi móvil para enviarle un mensaje a Kat.
¡Hola Kat! Espero te la estés pasando de lo mejor...
Ya estoy en California, y Liam nos acompaño estará todo el verano con nosotros.Mire el mensaje una y otra vez antes de enviarlo, todavía no era el momento para contarle que me gusta Liam. Le di enviar al mensaje. Puse el móvil en la mesita que esta cerca de la cama. Me volví acostar mirando el techo recordar mi casi beso falso con Liam. Me enfada pero al mismo tiempo las mariposas que aún no había resivido el mensaje de rechazo flotaban en mi estomago hasta una sonrisa apareció. Cerré mis ojos quedándome felizmente dormida.
Al día siguiente unos golpes a la puerta hacen que me despierte.
-Nery levántate ya está el desayuno. -Escucho a mi madre del otro lado. Me pongo mi almohada sobre mi cabeza.
-Ya voy mamá. -Respondí
Me levanto de la cama bostezando y me dirigí al espejo para poderme limpiar mejor mis ojos. Busco mi ropa y la dejo sobre la cama así cuando regrese me cambiaría rápido. En el camino no me encontré a nadie de los chicos ya deben de estar en la mesa. Medí una ducha algo rápida. Me puse un shorts de tiro alto de mezclilla color gris con una camisa de color rosa y me puse mis converse
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Mi verano inolvidable | Inolvidable #1
Teen FictionPara Nery, ir cada verano a California a visitar a su tía Sharon, era de lo más normal. No se quejaba por ir siempre al mismo lugar a pasar su verano. Al contrario se divertía mucho con su tía. Pero qué pasa si este verano los acompaña Liam, su o...