13 - Si y No

678 37 1
                                    

No sabía que contestarle, una parte de mi me decía que le dijera que sí, pero otra, me decía que le dijera que no. Después de todo este conflicto, tome una decisión.

- No.

- ¿Qué estás diciéndome?

- Te dije que no.

- Pero, ¿por qué?, si tú me gustas y yo te gusto a ti.

- Y no te estoy diciendo que no me gustas, pero no me siento lista para iniciar una relación amorosa, siento que no me merezco esto.

- Claro que si te mereces esto, te mereces esto y mucho más.

- No lo creo, siento que no soy lo bastante buena para ti.

- Claro que lo eres, eres demasiado buena, y te preocupas mucho por las demás personas que por ti misma.

- Por supuesto que no, tú no sabes por lo que he pasado.

- Por supuesto que no lo sé, pero puedes contarme, si quieres.

Me alejé de él, le hice un gesto para que entendiera que quiero estar a solas un momento, Robert lo comprendió perfectamente.

Siento que hay una barrera invisible, que no me deja ver lo que realmente siento por Robert. Creo que esa barrera soy yo misma, porque después de lo que sucedió con mi anterior relación, siento que no me he perdonado.

Algo me decía que me dejara llevar por el amor que siento por él, que merecía rehacer mi vida.

Así que comprendí que lo amo como nunca he amado, voy a tomar el riego, y voy a luchar por esto.

Regresé a donde había dejado a Robert, y a unos metros antes de llegar lo llame por su nombre y le di mi respuesta definitiva.

- ¡Robert, si quiero!

- ¿Qué es lo que quieres?

- Si quiero ser tu novia.

- ¿De verdad?, no sabes lo feliz que me haces Mer.

- Me di cuenta de que te amo, y que no puedo estar sin ti.

- Y yo te amo a ti con todo mí ser, te amare por siempre, estaré siempre a tu lado.

- Siempre a mi lado.

El me abrazó con mucha fuerza, que apenas podía respirar, con una mano que tenía libre, tomó mi barbilla para nivelar mi boca con la suya, y juntó mis labios con los suyos.

Ese beso fue el mejor que había dado en mi vida, en ese beso, nos demostramos el uno al otro que lo que sentimos es mucho más fuerte y grande que nosotros mismos.

Después de aquel maravilloso beso, nos metimos a nadar un poco, y más tarde, vimos juntos el atardecer, que a partir de hoy se ha vuelto mi atardecer favorito, mi segundo atardecer favorito, es el que vimos en el techo de mi casa.

Luego, llegó la hora de regresar a casa.

- Mañana te espero aquí Mer, como a las 4, creo que ya es hora de que te hable de mi padre.

- ¿Estás seguro?

- Sí, más seguro que nunca...

- Está bien, mañana te veo.

- ¿Siempre a tu lado?

- Sí, siempre a mi lado.

- Te amo.

- Y yo a ti.

Y nos dimos un largo beso de despedida, es como si quisiéramos aprovechar el tiempo que perdimos siendo amigos.

Siempre a tu lado (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora