I Feel You | MewGulf

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[ Esta mañana abrí los ojos y el mundo parecía ser diferente. La alarma que suelo usar sigue sonando igual que ayer.]
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El sonido provocado por las olas inunda el ambiente. Viento fresco y húmedo llega a ellos jugando con el cabello de ambos. Sus ropas ligeras se mueven a la par de la brisa y son arrugadas a la vez.

Los dos hombres están al frente de ese maravilloso paisaje, observando con rostros impresionados lo bello de la naturaleza que ahora les rodea.

Entrelazan sus manos en una muestra de afecto y unión. No hay que adivinar para saber el inmenso amor que existe entre ambos.

— Mew, esto es hermoso. Gracias por traerme aquí. — Gulf es quien rompe el silencio pacífico del ambiente. Realmente nunca se imaginó lograr ver en persona un lugar como ese.

— Sé cuanto deseabas verlo con tus propios ojos. Este lugar ahora es especial. — El hombre ligeramente más alto le sonríe cálidamente.

— Todos los lugares son especiales si tu estás en ellos. — Gulf le devuelve la sonrisa mientras acaricia la mano que sostiene la suya.

— Woa, eso fue muy cursi. — Mew finalmente toma a Gulf y lo sostiene en entre sus brazos, formando un abrazo en el que ambos cuerpos encajan a la perfección. — En realidad tengo algo que decirte. —

— Te escucho.

El castaño apoyó su cabeza en el hombro del menor y rodeó con sus brazos la cintura del mismo. — Hace cuatro años que te conozco y estoy seguro que conocerte no fue una casualidad, fue obra del destino. Quiero agradecerle a ese algo por permitirme estar tu vida. — Volteó a Gulf para que este quedase frente a él y le tomó de ambas manos. — Algo me hace que creer que nuestras almas han sido creadas para que en cualquier vida y bajo cualquier circunstancia se encuentren y se unan. He tomado la decisión de querer enlazar nuestras almas en esta vida.

El hombre que hablaba con cada parte de su corazón dejó de sostener la mano derecha de la otra persona para pasar la suya a su bolsillo y sacar de él un anillo plateado.

Gulf lo vio y enseguida supo lo que estaba pasando. Sus ojos se expandieron con sorpresa y emoción, mientras que una sonrisa brillante adornó sus labios.

— Quiero compartir mi tiempo contigo. Quiero que seas lo último que vea cuando duerma y lo primero que vea cuando despierte. Quiero que seas la causa de mi felicidad eterna. ¿Qué dices? — Mew planteó la pregunta mientras ponía el anillo frente a los ojos del contrario.

Gulf separó la vista del objeto y observó completamente conmovido a Mew. — ¿Es necesario que conteste la pregunta para saber cuál es mi respuesta?.

— ¿Eso significa un sí?

— Sí. Mew, idiota.

No hubo tiempo para decir algo más, porque sus labios fueron tomados desprevenidos por un ataque de los del contrario. Ambos ahora están unidos por un beso. Uno suave y delicado, en el que se transmiten miles de emociones y sentimientos mutuos.

Son sólo dos personas destinadas a amarse en cualquier vida y bajo cualquier circunstancia. Ambas ahora unidas por un nuevo compromiso de amor.

Todo se desvanece cuando es alejado de esa antigua realidad y llevado hacia una en la que no se imaginó nunca vivir.