Final.

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[Por favor, nunca sueltes mi mano.]

—¿G...Gulf?.

—Si, cariño. Estoy aquí.

Mew abrió los ojos enormemente al escuchar la voz de su amado resonando en sus oídos. Después de su muerte, nunca creyó poder volver a escucharlo tan claramente.

Las emociones recorren su cuerpo en busca de una explicación lógica que no apuntara a la teoría de que se ha vuelto loco o que quizás ya está muerto.

Su corazón lleno de esperanza quiere aceptar que Gulf está frente a él pero su cerebro lo contradice con la lógica. Se siente algo desconcertado.

—¿Estoy soñando?

La pregunta se escapa de sus labios casi por mero instinto.

No recibe una respuesta pero a cambio es rodeado por los pálidos brazos del contrario.
Su tacto es casi imperceptible, no existe la típica sensación de calidez del cuerpo pálido. Sin embargo, Mew se siente completamente reconfortado. Entonces lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos a la vez que correspondía el abrazo.

Definitivamente no se trata de un sueño.

Los recuerdos y la culpa que sentía volvieron a colapsar en su interior.

—Lo siento mucho, en verdad lo siento. No estuve ahí para ti. Prometí protegerte. — Entre algunos sollozos, Mew se lamenta con palabras que necesitaba sacar, porque incluso cuando llegó al hospital esa mañana ya era demasiado tarde. No pudo despedirse y decirle cuanto lo ama, y cuanto lo lamentaba. —Perdoname por no haber estado ahí, por dejarte morir. —

—No te disculpes.

La voz de Gulf, sonó como un susurro en su oídos. Tan tenue.
Habrían muchas cosas el mundo que podría olvidar, pero la voz de Gulf no es una de ellas.

—Mew, nunca faltaste a tu palabra. Me protegiste durante tanto tiempo, quizás yo estaba destinado a morir ese día, no podías evitarlo. — Los sentimientos del menor están combinados mientras intenta consolar a la parte contraria, pero definitivamente la tristeza no es uno de ellos.

Mew no vuelve a pronunciar nada, el ambiente se vuelve silencioso. Un silencio pacífico donde un alma y una persona interactúan, algo físicamente imposible.

De pronto Gulf observa sus manos y nota como estas se han vuelto más pálidas y transparentes. Ya no le queda mucho tiempo.

Por necesidad, se separa del abrazo para poder observar a Mew y hacerle una petición:
—Cariño, necesito que me digas algo muy importante. Ahora recuerdo todo acerca de mi vida, excepto una cosa. No recuerdo como fallecí y es algo importante para mi.

Tan pronto como Mew escuchó esas palabras, bajó su vista al piso y se mantuvo en silencio. Hablar específicamente de eso le es un poco complicado.

—¿No lo recuerdas? — Dijo después de un rato.

—Necesito saberlo para estar en paz. — Contestó Gulf.

Mew se dirigió al recarga brazos del sofá y tomó asiento ahí. Mientras juega con sus dedos levantó de nuevo el rostro dispuesto para comenzar a hablar.

A la vez que Mew va contando lo que sabía, Gulf  va recordando lo que vivió en su último día de vida:

Ese día se dirigió como de costumbre a su trabajo. Normalmente era Mew quien lo llevaba pero aquella mañana él tenía una entrevista y no podría hacerlo.
Gulf no tenía problemas, le gustaba caminar.

I Feel You | MewGulfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora