[Estuve solo por un tiempo. Llegaste tu y me pediste que sonriera, entonces supongo que la estrellas se alinearon]
❇Gulf nunca se consideró una persona extrovertida, al contrario, siempre fue retraído y poco conversador. La mayor parte del tiempo culpó a su padecimiento, aquel con el que ha tenido que cargar desde el día en que nació.
Ahora, como de costumbre, se encuentra sentado en las gradas que dan una vista panorámica a la cancha de fútbol que se extiende frente a él.
La tarde resulta algo calurosa, pero desde donde se encuentra puede percibir una tenue brisa llegar a su cara.
Observa a sus compañeros pateando la pelota de un lado a otro; animándose mutuamente y gritando emocionados cuando anotan un gol. Es inevitable no sentir envidia de ellos, daría mucho por poder correr y participar en todo tipo de actividades físicas.
—Sí estar enfermo como él implica no hacer nada, también me gustaría estarlo.
Gulf dirigió sus ojos hacia donde provienen las voces.
— Tienes razón. No hace nada durante la clase y aún así sus calificaciones están intactas.
No le sorprendió escuchar ese tipo de comentarios. En realidad, ya estaba muy acostumbrado.
Ellos no tienen idea de lo doloroso e incluso deprimente que es ser limitado en la vida. Tomar medicamentos con horarios específicos. Ser cuidado como sí estuviese hecho de vidrio. No poder ver una película de terror en el cine o subirse a juegos mecánicos. Es como estar confinado en una burbuja. Mientras todos pueden disfrutar de los placeres de la vida él solo puede observar.
Los chicos que antes hablaban son llamados de vuelta al campo para seguir con los ejercicios.
Quizás no era tan mala idea ser educado desde la comodidad su casa. Su madre en un inicio se vio insistente en la idea pero Gulf la rechazó de inmediato. No estaba dispuesto a encerrarse más en su mundo de fragilidad.
Siguió en la misma posición un rato mientras recargaba la cabeza en sus manos.
De un momento a otro la esencia de un fuerte perfume cítrico y masculino llegó. En realidad no le dio mucha importancia hasta que el aroma se fue intensificado acompañado de una voz suave y profunda que se dirigió a él.
— Deberías sonreír, tu rostro se vería mejor si lo hicieras.
Gulf volteó hacía la derecha y levantó la vista. La voz proviene de un chico con rasgos mixtos y reluciente cabello castaño, parece ser de la clase de persona que es popular. La sonrisa que acompaña sus labios hace que toda su cara brille más.
Y sus ojos no tan rasgados tienen un resplandor distinto y especial.
Gulf pensó entonces que estaba viendo a una especie de ángel.—¿Puedo sentarme a tu lado?. — El extraño siguió su conversación al no recibir una respuesta.
— Oh, uhm, sí. Supongo.
— Mi nombre es Mew, ¿cuál es el tuyo?. — La persona alegre comenzó una presentación en busca de conocer más al chico solitario que momentos atrás había llamado su atención.
— Gulf. — Una respuesta simple.
— ¿Por qué no participas con tu clase? — Siguió insistiendo.
— Porque estoy enfermo.
— Oh, que mal. ¿Qué es lo que tienes?
— ¿No creés que haces demasiadas preguntas?
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I Feel You | MewGulf
FanfictionCerca o lejos, donde quiera que estés mi corazón te seguirá. Aunque el mundo deje de girar recuerda que nunca dejaré de amarte; seremos nosotros dos, sólo sigueme amando por siempre. [ Volveré por tu amor ¿De acuerdo...