Narra Katniss
Sólo se escucha el burbujeo de la sopa hirviendo en la cacerola. Miro a Peeta tomar un cucharón para probarla mientras yo intento avivar el fuego de la chimenea un poco más.
-Huele delicioso -le digo a Peeta.
Él se gira y me mira con sus ojos inundados de ternura, que me transmiten tanta paz como ningunos otros.
Los últimos rayos de sol se cuelan por las rendijas de las ventanas y comienza a entrar la ventisca por la puerta trasera. Me levanto del suelo para cerrar la puerta. Cuando tomo la perilla para cerrarla, mis vista se encuentra atraída por un color amarillo meciéndose entre el pasto del jardín. Bajo las escaleras y me dirijo hacia lo que me llamó la atención: Una flor de diente de león. Sonrío involuntariamente y lo tomo del césped con delicadeza. Regreso a la cabaña.
Le muestro mi descubrimiento a Peeta.
-Mira lo que encontré -le digo. Peeta me mira con una felicidad innegable cuando le entrego el diente de león-, para ti.
-¿Cuál es la ocasión? -me pregunta, conmovido.
-¿Se necesita una ocasión para regalar flores?
Peeta ensancha su sonrisa.
-Por supuesto que no -me abraza por la cintura, y besa mi frente- Ya está la cena.
Antes de que se vaya a servir la cena, le devuelvo un beso en su mejilla.
Recorro la mesa de centro que era de mamá cerca de la chimenea. Acomodo unas mantas a cada lado de la mesa, donde Peeta y yo nos sentamos a cenar cuando trae los platos humeantes de sopa y los pone sobre la mesita.
-¿Qué tal te fue ayer en tu día de grabación? -pregunta, menéando su sopa con la cuchara y soplándole de vez en cuando para enfriarla un poco.
-Es decir, si ignoramos el hecho de que Glimmer estuvo insoportable todo el día, ha ido bien -respondo.
-Seguro fue porque le confronté esa misma mañana.
-¿Cómo? -digo, confundida.
-Sí -comienza Peeta-, la puse a prueba pregúntandole por qué no me invitaba a la grabación. Ella no supo qué decirme y después le reclamé su poca confianza hacia mí.
Peeta posee toda mi atención en estos momentos. Tanto, que mi cena pasa a segundo plano.
-Estoy abriendo el camino para terminar nuestra relación -se explica-, no puedo soportar estar cerca de ella más tiempo sabiendo la mujer que es.
Me muerdo el labio, nerviosa por lo que estoy a punto de decirle.
-Respecto a eso… necesito que sepas algo. Es sobre Glimmer.
-¿Qué necesito saber? -me pregunta, bajando su cuchara a la mesa.
Se concentra en mí totalmente.
-Hace poco, descubrí a Glimmer siéndote infiel. Con Marvel.
Peeta alza sus cejas al escuchar las noticias. Sin embargo, no se muestra ni dolido, ni sorprendido.
-Bueno, eso es nuevo -comenta, no muy expresivo-, la verdad es que no es nada que no me pueda esperar de ella. Mi concepto sobre Glimmer ha cambiado demasiado.
Le miro unos cuantos segundos más, y continúa.
-Gracias por decirme, Katniss.
Toma mi mano sobre la mesa, acariciando el dorso con su dedo pulgar.
Cenamos, divagamos entre pláticas, olvidamos nuestros problemas por unos momentos. Antes de medianoche, ya me había dormido acurrucada en sus brazos, cobijados por el calor de la chimenea a nuestros pies.

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Es un secreto.
Fiksi PenggemarKatniss, una joven de bella voz, guarda muchos secretos. Cada uno, peligroso, que si se desencadenan, pueden causar muerte en su vida. Así que cuando Peeta, el novio de su mayor enemiga Glimmer, entra a su vida, lleno de dudas y hambriento de respue...