V.

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Acomodé mi cabello hacia arriba por última vez en el día, y luego volví a hacerlo, viéndome exactamente igual que la primera vez que lo peiné, debía de parecer un verdadero idiota parado frente al espejo del baño desde hacía casi una hora y sin presentar cambio alguno en mi apariencia. Suspiré resignado observando mi reflejo, la verdad es que me estaba comportando como una típica adolescente en su primera cita, y no tenía idea de cómo sentirme al respecto, es decir, eso no podía ser normal teniendo 19 años y siendo un hombre totalmente maduro como yo. Ugh, está bien ¿A quién intento engañar?  Siempre he sido como una colegiala en el interior.

-¿Sabes algo Luke? Hace un buen rato que quiero usar el baño-La voz de Calum desde el otro lado de la puerta me sobresaltó levemente, haciéndome dar un pequeño salto antes de abrirla. Al verme, él se limitó a dirigirme una mueca burlona y supe enseguida lo que diría-Te ves exactamente igual que cuando entraste.

-¿No querías usar el baño?-Pregunté poniendo los ojos en blanco al notar que me seguía por el pasillo hacía la sala. Sabía que solo quería sacarme de ahí para proceder a su habitual interrogatorio previo a cada cita que tenía, era como un padre sobre protector cuidando a su pequeña hija de potenciales pervertidos.

-Luke-Suspiró pesadamente sentándose frente a mí con serio semblante, no sabía si huir o reír ante su dura expresión, así que terminé por no tomar ninguna de las dos opciones y simplemente asentí fingiendo seriedad.

-Calum-Sonreí de medio lado, acción ante la que él solo puso los ojos en blanco.

-Háblame de esta chica.

Bien, aún no le había mencionado a Cal que mi cita era con Mikey, pero él debía de saberlo, pues probablemente Ashton ya estaba enterado y si era así seguramente ya  se lo había dicho, aunque no es algo de lo que estar seguro. La verdad es que estuve esperando el sábado con impaciencia y apenas había visto a mi mejor amigo durante la semana por culpa de los horarios de nuestros empleos y mis estudios, así que no cruzamos mucha conversación pues mis nervios me tuvieron confinado en mi  habitación casi todas mis horas en casa. Le mencioné el día anterior que tenía una cita y que no podría acompañarlo al cine en su caza de conquistas, no preguntó mucho, lo que fue un alivio, incluso esperé que no me interrogara esta vez, pero bueno, ahí estaba, esperando respuestas mientras yo me limitaba a morder mi labio y juguetear con el piercing en él, disfrutando del suave sonido metálico que se producía al golpearlo contra mis dientes.

-Eh...yo, si-Asentí al caer en cuenta de su mirada impaciente, aunque claramente ya había olvidado su pregunta anterior.

-Luke-Puso los ojos en blanco y me lanzó un pesado almohadón en la cara-Sé que tu cita es con Mike ¿Por qué no decírmelo? Soy tu mejor amigo.

-Apenas hablamos, con las horas extras en el trabajo y esas cosas no hubo mucho tiempo esta semana-Le recordé sonriendo antes su fingido puchero- Pero, conoces a Mike, no hay mucho que pueda decirte sobre él.

-Es un mujeriego-Mencionó amargamente  recostándose en el sofá-Y tu eres una nena cursi, lo siento, pero debo serte sincero porque eres mi amigo y eso…Pero no le veo lo bueno a una relación entre ustedes, eres el único que terminará mal.

Calum te quiero y todo, pero…Auch.

-Sé cómo es él, y sé como soy-Suspiré pesadamente bajando la vista hacia mis manos.

-¿Acaso tienes ese sueño estúpido de casarte con un matón desinteresado y volverte su único amor mientras lo conviertes en el mejor padre del mundo? Lees demasiado.

-Ya te gustaría que Marjorie tuviese ese sueño ¿No?

Sí, cuando me enfado soy mil veces más imbécil de lo normal. Sabía que intentaba ayudarme a no terminar destrozado si esto no funcionaba, y lo entendía, puesto que las posibilidades de que no lo hiciera eran altísimas. Pero aún así necesitaba alguna palabra de apoyo, quizás algún consejo. Aunque de todos modos, como siempre, debía de agradecer su sinceridad, siempre era él quien me hacía poner los pies en la tierra.

Don't Smile |Muke Clemmings|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora