IV.

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 Me maldije a mi mismo en voz baja por siempre comportarme como un idiota. Lo único que sabía hacer era salir corriendo, aunque al menos esta vez no me había alejado de casa, pues en lugar de eso me limité a encerrarme en el baño y recostarme en la tina mientras miraba el techo sin expresión alguna en el rostro. Sabía que Michael estaba fuera, probablemente desconcertado, pero aún así  yo seguía sintiéndome algo inseguro e incapaz de salir. La verdad todo me parecía muy confuso, pues a pesar de estar feliz por la supuesta confesión de mi mejor amigo no podía creerla del todo.

Bien, me estaba comportando como un niño estúpido, pero no podía evitar dudar. Michael Clifford, a quien todos conocían como un mujeriego y solo había tenido una relación real en toda su vida, acababa de decir que estaba enamorado de mí, y eso me parecía inevitablemente incierto. Pude sentir un leve rubor extenderse por mis mejillas al rememorar todo, el momento en que nos habíamos besado y cuando le dije lo que sentía.

Quizá solo le daba demasiadas vueltas al asunto, Ash solía decir que Mike solo hacía ese tipo de cosas por un amor no correspondido que nunca podría olvidar, algo así como un vacío que pretendía llenar con sexo, y siempre estuve completamente convencido de que se refería a Jenn, pues él nunca hablaba de su rompimiento y me parecía que ella fue quien había decidido acabar con todo, pero ¿Y si no fue así? ¿Y si realmente Ashton se refería a mi cuando hablaba de quien no correspondía los sentimientos de mi amigo?

¿Y si no? Vamos Luke, considera las probabilidades.

Pasé las manos por mi cabello algo frustrado y dirigí la vista hacia la puerta, que no tenía seguro. Mike solo me había llamado desde el otro lado, incontables veces, pero no intentó abrirla de ninguna manera, definitivamente era un chico realmente lento. Aunque al menos eso me dio algo de tiempo para cavilar, quizá no pude aclararme del todo, pero logré entenderme un poco más. Mi conclusión era simple y no parecía en absoluto algo a lo que yo estuviese acostumbrado de mi mismo, pero estaba decidido. Amaba a Michael Clifford, y me enfrentaría a los riesgos que eso suponía.

-¿Sabes algo Mikey? La puerta está abierta-Suspiré por fin, luego de haber reunido el valor suficiente, él guardó silencio en un principio, pero pocos segundos después la puerta se abrió dejando que su figura se internase en la blancura del cuarto de baño.

-Luke, yo…-Se rascó la nuca, claramente nervioso y sonreí de medio lado aunque él no lo notó pues estaba ocupado observando el piso- Eh…lo siento, no quería incomodarte o algo.

-Mike no, yo lo siento, solo complico las cosas más de lo necesario-Solté pesadamente antes de enredar mis brazos en su cuello, entonces, cuando correspondió el abrazo rodeando mi cintura me decidí a continuar- Solo creo que todo pasó algo rápido y sabes que a veces no sé reaccionar y…-Su risa nerviosa en mi oído inevitablemente me distrajo, cortando así el hilo de mis pensamientos, me abrazó con más fuerzas y yo solo le imité, estuvimos un buen tiempo así, y de alguna manera no me molestaba en absoluto.

-Estúpido Hemmings-Murmuró de forma casi inaudible, para elevar un poco su voz al seguir hablando- Creí que no me tomabas en serio.

Me alejé levemente para poder dirigir mi mirada directamente a sus ojos, me perdí momentáneamente en el verde hipnotizante que estos irradiaban, definitivamente eran hermosos ¿Cómo pude no notarlo antes?

-Es complicado-Hice una mueca y mordí mi labio, él me miró extrañado, pero asintió, indicándome que continuara-Es difícil creer que me digas algo así cuando, ya sabes…-Suspiré antes de continuar, los nervios habían desaparecido para dejarme el estomago vacío, y sinceramente no sabía qué sensación era peor- Es decir, cada semana hay una chica nueva con la que te acuestas, y, no lo sé…

Don't Smile |Muke Clemmings|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora