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Ashley estaba en su habitación sentada en la cama con un montón de libros a su alrededor. Sintió como golpeaban la ventana que había al lado de su cama, busco su celular, eran las once en punto. De pronto llegó un mensaje.

Abreme, estoy afuera
                        -Shane

Se sobresalto. Bajó los pies de la cama, se pusó las pantuflas y corrío hacia la puerta con su piyama de unicornios. Cuando se dio cuenta ya era demasiado tarde.

-Hola-Abrió la puerta-¿ Qué haces aquí?- Shabe alzó unos libros que tenía en las manos y sonrío.

-Vine a ayudarte a estudiar.

-¿A las once de la noche?

-Recien me entero por Kat, por cierto, me dijo que lo siente pero no puede venir, la verdad no entendí muy bien lo que dijo.

-Claro, ahora entiendo, Kat te mandó- Rodeó los ojos -Bien, pero habla bajo que si mi mamá se entera de que hay un chico en casa a las once de la noche me mata- Abrió la puerta un poco más y alzó la mano invitandolo a entrar.

-Que si- Respondió mientras entraba.

Hola bonita (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora