Capítulo 11

3.2K 282 44
                                    

Capítulo 11: Un ensayo incómodo.

━━━━ ¿NO TE GUSTARÍA IR CONMIGO?

Lunes por la mañana, lo más difícil de la semana era levantarse en este agotador día donde empezaba la semana. Me levanté como zombie de la cama con el único destino de apagar la ruidosa alarma que mataba mis tímpanos. Me quedé quieta un segundo procesando que hacer ya que mi mente aún no encendía al 100%, miré a mi alrededor y emprendí mi camino al baño de la habitación a tomar una ducha fría que me ayudara a despertar por completo.

Ya duchada y más despierta que antes, me cambié por mi ropa habitual, una sudadera de dos tallas más grande que me ayudara mayormente a tapar mi cicatriz y la gran parte de mi cuerpo, unos vaqueros cualquiera y las primeras vans que vi.

Por fin después de toda mi rutina mañanera revisé mi teléfono sorprendiéndome con la hora.

Había dejado pasar más de una alarma.

Por lo que me había levantado con la última alarma que tenía.

Es decir que... Llegaría tarde.

Bajé rápidamente a la primera planta de la casa buscando por todas partes a mi papá Nicolás, sin encontrarlo allí maldecí y volví a subir, ahora hacia la habitación de mis padres, encontrando a mi papá Andrés durmiendo plácidamente.

— Papá... — susurré sacudiéndolo un poco para despertarlo — Papá Nicolás se fue sin mi y voy tarde. Tienes que llevarme a la escuela. Vamos — sacudí con más fuerza.

— Mmmmm, Sam... — se quejó removiéndose en la cama para esconder su rostro — Saca las llaves, ve en mi auto — murmuro con sueño.

Suspiré y tomé las llaves sin mucha paciencia del cajón de su cómoda y corrí a la puerta.

— Dios... Hay que comprarle un auto.

Me giré a verlo con una sonrisa. Le lancé un beso feliz y corrí escaleras abajo.

Mi permiso de conducir ya no acumulará polvo en mi billetera.

(...)

El día no fue tan malo como pensaba, las clases de historia se habían vuelto más livianas para mi, ya que la profesora Jenn había hablado con la profesora por mis calificaciones y la había convencido de que no fuera tan abusiva, estaba muy agradecida con la loca maestra rubia.

— ¿Te comerás las papas? — preguntó Big Red a mi lado, sacándome de mis pensamiento.

Fruncí mi ceño y miré al pelirrojo — ¿Las quieres? — este asintió feliz y empujé sin mucho ánimo mis papas hacia él.

Hoy no tenia mucho apetito, raro tomando en cuenta que no había desayunado y no eh comido nada en todo el día.

¿Quizás era mi amanecida de anoche?

No lo sé.

Anoche no pude dormir bien, realmente no dormí más de unas 3 horas, quizás por eso dejé pasar mis alarmas.

Tenía algo que me atormentaba, un presentimiento de que sucedería algo malo, que no dejo que durmiera a gusto. Tenía un nudo en la garganta y un inexplicable vacío en el pecho.

Estuve toda la noche sin poder evitarlo reviviendo miles de imágenes de mi vida junto a mi padre.

Terminé tomándome un calmante para poder dormir.

OVERCOME, Ricky BowenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora