OVERCOME, Ricky Bowen

Capítulo 6

Capítulo 6: Cercanía repentina.

━━━━ HEY, ROMEO.

Carlos estaba tranquilamente viendo videos de danza en la biblioteca de la escuela, analizando paso a paso, para ver si podía recaudar algunos para la obra, hasta que sus pensamientos fueron interrumpidos por un golpe de lápiz en frente de su cara, levantó la mirada y vio a Ricky, quien le hacía señas para que se acercara. Este se acercó dudoso a una parte alejada de la biblioteca y se posó frente a Ricky e inmediatamente habla con los pelos de punta.

— Si planeas atacarme, te advierto algo, mi mamá juega cartas con la bibliotecaria y vamos a presentar cargos — Carlos se sentía amenazado.

— Quiero mostrarte algo ¿okey? Mira esto — el chico de cabello ondulado hizo unos pasos de baile concentrada y torpemente.

— Practicaste, habías renunciado — expresó Carlos sorprendido.

— No oficialmente — se acercó unos pasos — No sé esta última parte — bailó nuevamente mostrando unos pasos que no le salían adecuadamente.

— Dedos quietos, manos de jazz.

— Manos de jazz, okey.

— Otra vez.

Sl joven que tenía el papel de Troy, probó otra vez lo pasos, sin saber que a lo lejos alguien lo observaba con una sonrisa enternecida.

Sam se encontraba a unos metros de ellos, apoyada en un estante de libros con un libro de historia en manos, ella veía enternecidamente a Ricky, quien intentaba vez tras vez hacer el paso que la noche pasada habían dejado inconcluso.

La castaña divagó bastante tiempo, pensando si acercarse o no, si parecería acosadora o algo parecido, pero al visualizar a Nini, quien Ricky había dicho que era su ex, toda idea de acción se descartó, Sam ya con la decisión de no acercarse se quedó observando por unos momentos a la linda chica, quien tenía una cara cansada, que cambió levemente al ver al torpe y terco castaño que bailaba.

Sam suspiró. Sintiendo una punzada inexplicable en el corazón.

Ella no debería estar allí, observándolos, pero le era inevitable.

(...)

by; Samantha Brown

— Hey.

Mi mente estaba tan perdida en estos momentos que no escuchaba nada a mi alrededor. Caminaba rápidamente por los pasillos para llegar al baño y poder respirar de la pesada vida de la preparatoria, pero alguien tomo mi brazo, tomando de imprevista, asustada me giré encontrándome con un amable rostro que me tranquilizó al instante.

— Hey, chica ¿Porque tan apurada? — preguntó el simpático pelirrojo que había conocido el día anterior.

— Mmmm, solo quiero ir al baño — sonreí y solté una risa fingida cuando él hizo una mueca — Necesito refrescar mi rostro.

— ¿Porque tan sofocada? ¿East High te trata mal? — emprendimos nuestro camino nuevamente caminando juntos sin rumbo.

— No, es solo que... Bueno... Me ahoga estar rodeada de tanta gente.

— Oh, lo comprendo. Mmmmm, tengo una idea.

— ¿Que?

— Ven — caminó más rápido dejándome atrás, inmediatamente lo seguí confundida — El mejor lugar para estar sola es este.

Llegamos frente a una gran puerta que abrió de par en par, era la entrada al auditorio, lo recuerdo por el día que vine a curiosear cuando tuve mi entrevista de ingreso.