Teniente Im Jaebeom ; 𝖩𝖩𝖯 (PAUSADA)

❝ Sorpresa, Sorpresa ❞

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Había pasado exactamente una semana.

Im describía su relación con el menor como algo indescriptible.

Jinyoung encajaba perfectamente con él, le entendía era comprensivo.. O al menos a su manera, ya que alguna veces podía no ser paciente. Se dedicaron a descubrir mucho del otro, sus defectos, sus virtudes, que era lo que les hacia disfrutar y otras que eran sus favoritas. Por ejemplo Jinyoung descubrió que a Jaebeom le gustaban los gatos, pero hasta ahora no tenía una mascota por que la chica de servicio que había dado mala cara era alérgica a ellos.

Jinyoung ya le tenía el regalo perfecto para su cumpleaños.

En cambio Jaebeom ahora sabía que a su chico tenía cierta pasión por los libros. Por lo que él ya sabía el regalo perfecto para cuando cumpliera años. Pero todo esto no tenía nada que ver con lo que pasaba ahora.

Era lunes por la noche y una camioneta estacionada frente a la casa de la tía de Jinyoung, se movía con frecuencia de manera extraña; Dos siluetas se veían muy juntas como para decir que solamente compartían un abrazo.

[...]

Im nuevamente invitó a Jinyoung a comer. Su nana había preparado un exquisito bibimbap y era seguro que su menor iría a probar la gloriosa comida.

Le recogió en su hora de salida, esperándolo fuera de la cafetería. Viéndole con su misma expresión seria de siempre, nunca la cambiaría por nada. Se acercó a él y se dieron un casto beso en los labios, donde Im paso sus manos por su cintura y darle un abrazo.

— ¿Me extrañaste? — preguntó Jaebeom con una sonrisa de alegría al verle otro día más.

Jinyoung negó fingiendo estar molesto.

Pero Jaebeom era más listo, es tan pocos días sabía perfectamente cómo leerle y saber que mentía. Así que río y le dio otro beso y le tomó de la mano dirigiéndose al auto.

— Eres un mentiroso.

— Lo soy — confirmo Jinyoung subiendo al coche, dándole un guiño.

El viaje a la casa de su ahora novio el Teniente Im Jaebeom, fue extenso y algo tedioso. Jinyoung se moría de hambre, cuando me aviso un día antes de que su nana le invitaba a comer bibimbap, almorzó algo ligero para poder comer lo suficiente para estar lleno.

El pastizal por el que pasó en su primera cita, ahora tenía cabras comiendo de él. — Im.

— Vamos, dime "amor". — dijo Jaebeom con voz melosa, dándole un vistazo a este que mantenía su mirada fija en la ventana. — ¿Al menos Jaebeom? ¿Jae? ¿Beom? ¿Beomi?

— Beom.

Jaebeom sonrió satisfecho, erizándole los cabellos de sus brazos. — Uh.. Hemos avanzado.

Asintió con una sonrisa leve, después le miró esperando que hiciera lo mismo — ¿Quién es la chica que trabaja en tu casa?

— Oh hablas de Ryujin, la conozco desde que era niño. — comentó con simpleza — Antes en la granja que vivía, su padre era el que cuidaba del ganado y de vez en cuando ambos jugamos de niños. — miró al pelinegro y pudo ver cómo alineó sus labios y rodaba la mirada, sonrió en sus adentros pensando que tal vez se hallaba celoso de la chica.