Estábamos en mi apartamento con las chicas, mientras ellas revolvían mi closet en busca de algo medianamente lindo para ponerme, yo estaba en el sofá mirando una película. Estaba algo nerviosa por la cita, pero después de todas las charlas que me dieron las chicas sobre que decir, como evitar los silencios incómodos y en caso de que sea un asesino serial, como escapar excusándome de ir al baño. También tuve un par de charlas con Sebastian en las cuales me comentó que cosas no debía decir, nada de hablar de cosas de niñas fue lo principal.
También me comento que en caso de sentirme incomoda o algo lo llame, me hizo ponerlo en marcación rápida.
-Si te sientes incomoda o quiere que hagas algo que tú no, me llamas – Sebastian me hablaba serio mientras nos dirigíamos a la clase de literatura.
-No creo que Liam...
-No importa Leila – me hizo parar en medio del pasillo y mirarlo a los ojos - ¿Me llamarás?
-Esta bien
-Dame tu celular, me pondré en maracación rápida.
-No hace falta...
-Si, no sabemos como es el tipo. - Pareciera que estuviéramos en una película, me resulto gracioso y sonreí - ¿Por que sonríes?
-No, es que... Me resulta divertida tu preocupación. - Sebastian también sonrió y me dio mi celular.
-Y recuerda Leila, no te pongas nerviosa. Solo es un chico, como yo, como Chad....
-Claro, es fácil decirlo...
¡Leila ven! - La voz de Ester me sacó de mis pensamientos.
-¡VOY!
Cuando entre a mi habitación pude ver toda mi ropa, tirada por todos lados.
-Oh. Por. Dios
-Luego ordenamos ¿que te parece ese? - Sander me mostró un vestido floreado sin mangas y justo a la cintura, pero con una falda acampanada. Ella me lo había regalado en navidad, pero nunca usaría un vestido y mucho menos para una cita.
-¿Estas loca? Si vamos al cine, no iré con un vestido...
-Te lo dije San, no le iba a gustar -An tenía algunas de mis prendas, en sus manos.
-Pero es un vestido muy bonito.
-Pero es demasiado Sander
-¿Que te parece esto? - An me mostró unas leggins negras con un suéter blanco un poco largo y una converse igualmente blancas.
-Eso me gusta.
-¡Pero mi vestido es mas bonito!
-Ven Sander, vamos a preparar café – Ester se llevo a Sander a la cocina, mientras esta hacía un berrinche.
-Ahora siéntate Leila, te peinaré. - Me había pasado la planchita, haciendo que mi pelo cayera lacio en forma de cascada.
Faltaban diez minutos para las siete y yo me negaba a ponerme labial.
-¿Estas loca Ester? Es demasiado rojo.
-¡Vamos Leila te quedará genial!
-No, no, no y no.
-Vaaaaaaaaaamos - puso sus manos como rezando e hizo un puchero. -¿Un poco de brillo aunque sea?
-Bueno esta bien, solo un poco.
El timbre sonó y las chicas comenzaron a gritar.
-Voy por mi celular y las llaves.
Corrí hacia mi habitación y entre el montón de ropa esparcida por mi habitación busque mi celular.

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El primero
AléatoireLeila Rousse una joven de diecisiete años, tímida, algo rellenita, insegura y con amigas que son totalmente lo contrario a ella, afronta una vida sin su madre y con un padre algo ausente debido a su trabajo. Pero en un momento llega alguien a su vi...