Elizaveta
Voy a la oficina de Abdías quien me cito allí, esta como extraño desde que llego de los entrenamientos. Toco y paso sin esperar respuesta, encontrándolo sentado en su silla detrás del escritorio con su mirada perdida.
Camino hacia él quien sigue sumergido en su mente, me siento en su regazo y es cuando me mira. Su mirada me cuenta tanto y a la vez nada.
Acaricio su mejilla.- ¿Te pasa algo amor?
- Es que nunca en mis más locos sueños pensé que me pasaría todo esto. De estar solo a estar rodeado de muchas personas, de dejarme dirigir por otros a gobernar una multitud de personas.- suspira cansado.- es que aun no me lo creo.
- Si, es un poco loco pero no deja de ser cierto. Mi madre siempre decía que los líderes nacen, no se hacen. Y puedo decirte sin temor a equivocarme que tu eres un líder nato, esto te era reservado para ti. Nunca sabemos las cosas que nos depara el destino hasta que lo tenemos a la mano.- tomo su rostro en mis manos fijando su mirada en la mía.- Todo lo que nos va pasando en el camino es para fortalecernos, aunque también a veces nos mata en el proceso. Pero debemos ser como las águilas que se rejuvenecen o como el fénix que vuelven de las cenizas. O nos dejamos morir sin más, cual sea la decisión es nuestra, nadie por más que nos obliguen a reencontrarnos lo lograra, es una decisión de voluntad propia.
- Creo que te equivocaste de profesión.
- Puede ser.- rozo sus labios con los míos, me atrae hacia él para profundizar el beso.- ¿Que quieres hablar conmigo?
- Uno de tus primos esta aquí.
- Aja, ¿y?
- Pues que tu abuelo pidió que seas escoltada hacia su territorio, no te quiere en medio de la batalla.
- Y ¿quien se cree él para ordenarme?
- Eli es por tu bien.
- ¿Y? no conozco este señor y si mi madre nos lo oculto es por algo.
- No sé cuál es su historia, pero algo que no puedes negar que es tu abuelo. Piensa en el bienestar de tu hermana, no cree que ha visto suficiente violencia.
- Y ¿que pasara contigo?
- Estaré bien sabiendo que estarás cuidada. No estaré preocupado en la batalla de que te encuentren y te hagan daño.- su mano acaricia mi brazo- Pero es como dices no te puedo obligar a tomar una decisión que te compete a ti tomarla, aunque no te quiero en medio de todo esto.
- Está bien amor, iré a ese territorio pero solo hasta que terminen con Hunter.
- Por mi perfecto, no dejare que estés más tiempo del necesario.
- ¿Qué tal si nos despedimos como es debido?- dice con su cara de picardía.
- Jajaj y quien habla de golosos.
***
-Señorita, ya es hora.- dice Wen para que me separe de Abdías.
- Está bien Wen.- beso otra vez a mi lobito y después de Zoe despedirse de él, nos subimos al vehículo.
- Es tu deber cuidarlas bien, ¿Entendido?- su voz exhuma autoridad.- Te amo Eli.
- Te amo.- es lo último que le digo cuando comenzamos a alejarnos del territorio.
Esa sensación de incomodidad que se instala en lo más profundo de tu ser, ese sentimiento que te advierte de un peligro inminente hace eco en mi. Resuena en mi corazón esa mal augurio que te apachurra el pecho y ese revoltijo en el estomago.
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EL REY PROMETIDO
WerewolfAbdías es un joven rudo, salvaje y sin ningún tipo de sentimientos. No conoce lo que es el amor o la compasión. Toda su vida se ha reducido a insultos y vejaciones que han consumido su corazón, sus ilusiones y han dejado un cuerpo vacio andante. E...