Lenny conducía una Ford Panel 1957 color azul cielo demasiada alta para Faizah, pisó el estribo y se impulsó para poder subirse a ésta. Lenny sabía que si intentaba ayudarla lo mandaría muy lejos de una patada en el trasero, así que se subió a su asiento y esperó hasta que ella hizo lo mismo.
Prendió el estéreo y ella lo miró fijamente mientras acercaba el dedo índice hacia el botón, una sonrisa se extendió en sus labios y sin dejar de mirarlo aplastó el botón. Faizah dejó que One direction y Justin Bieber sonaran durante todo el camino mientras le indicaba la dirección del hotel a Lenny. Él llevaba una cara enorme de fastidio, y así fue como Faizah se aseguró que jamás desearía llevarla a ningún lado de nuevo. Misión cumplida.
Cuando estacionó el auto ella saltó hacia el pavimento intentando no caerse o golpearse con algo, se dirigió hacia la recepción y notó que Lenny la seguía desde atrás. Apresuró el paso y subió por las escaleras hasta el segundo piso, abrió la puerta cinco y entró dejando abierto, Lenny se recargó en el marco mientras ella iba por sus maletas y recogía algunas cosas tiradas del suelo para meterlas en un pequeño maletín negro.
Cogió su bolso y sacó su tarjeta de crédito, las llaves del cuarto, apagó las luces y salió de ahí con las maletas en la mano, Lenny logró quitarle una y cargarla, pero ella se encargo de hablar hasta por los codos para que se hartara y se la devolviera para que se callara.
Pero nunca pasó.
- ¿Cuál era su habitación?- preguntó la recepcionista. - Oh, un par de doctores. - Sonrió al verlos. - ¿Son esposos o novios? Siempre me han parecido muy lindas las parejas que se dedican a lo mismo, como un par de abogados, publicista, y en este caso doctores.
- ¿También los recolectores de basura?- inquirió Faizah frunciendo e l ceño. - Eso no tiene sentido. - negó suavemente. - Y no, no somos nada, si quieres te lo presento. - alzó y bajó las cejas repetidas veces y la chica se sonrojó.
Lenny rió.
-No, gracias. - murmuró la mujer mientras le daba la tarjeta de crédito. - Que tenga un ben día.
-Gracias. - respondieron al unísono.
-La propuesta sigue en pie. - Dijo Faizah mientras se encaminaba hacia la puerta y Lenny la abría para ella. - ¿Ves? Es caballeroso, te conviene. - la chica estaba completamente roja.
-Faizah, déjala en paz. - musitó Lenny intentando no reír.
-Aguafiestas. - respondió haciendo un mohín hacia él.
Subieron las maletas a la caja del carro, y luego cada uno subió a su asiento, Faizah nuevamente tardó más en subir, y a Lenny le causó gracia.
Nuevamente prendió el estéreo y Faizah comenzó moviendo todos los botones sin saber.
- ¿Para qué sirve este?- preguntó
-Para cambiar de estación.
-Bueno, quiero que se otoño. - dijo picándolo repetidas veces. - No funciona.
Lenny rió.
-Obviamente me refería a las estaciones de radio. - Musitó dando vuelta abruptamente, haciendo que ella cayera sobre su regazo. - Lo siento. - Dijo al instante. - ¿Estás bien?
Faizah se reincorporó sobándose la cabeza y con los ojos cerrados. Un hilo de sangre salía de su boca y otro de su nariz.
-Sí, lo estoy. - respondió sacudiendo la cabeza.
-Mierda. - musitó mientras la observaba de reojo.
Ella lo miró fijamente con gesto confundido.
- ¿Qué pasa?- preguntó.
-Te está saliendo sangre de la nariz y del labio.
Se pasó el dorso de la mano por ambas partes y observó el rastro que había quedado sobre esta.
-Oh, bueno. - Frunció la nariz y se quedó en silencio. - Mmmh, ¿lo siento?
Él la miró y entrecerró los ojos hacia ella.
- ¿Por qué te disculpas, si fui yo quien hizo que te golpearas?
Ella se encogió de hombros.
-No sabía que decir, ¿qué esperabas, que comenzara a llorar?- rió. - Mi botiquín está en una de las maletas, así que no puedo hacer nada, y quejarme no hará que la sangre pare.
-Eres...
- ¿Una loca, compulsiva y aterradora mujer?
-No, increíble.
Lenny tomó un par de Kleenex y se los dio para que se limpiara el rostro, condujo con más prisa esquivó un par de carros para poder llegar rápido a su casa.
Se estacionó y la ayudó a bajar aunque ella no quería, el papel estaba manchado de sangre y ésta seguía saliendo cada vez más. La guió hasta la entrada y abrió la puerta, no tenía seguro y se escuchaban voces adentro, así que supuso que Denia, Steven y Janell ya había regresado de la escuela.
La empujó suavemente mientras jalaba las maletas de Faizah y ésta renegaba por ello. Los chicos pararon de hablar al verla, los chicos guardaron silencio al verlos, Faizah entrecerró sus ojos hacia Lenny y él simplemente se encogió de hombros.
-Denia, Janell y Steven, esta es la maestra Faizah Morrison.- dijo presentándola.- no sé si le dará clases a algunos de ustedes, pero imparte la materia de anatomía, acaba de llegar hoy a nuestra universidad y se quedará aquí durante un tiempo.
-Hola. - dijeron los tres a la vez.
-Hola. - Respondió Faizah intentando parar la sangre. - Lenny me podrías pasar la maleta por favor, digo, si es que ya las puedo tocar. - Entrecerró los ojos. - No me pasará nada, he vivido cosas peores.
-Ten. - se la tendió, ella la dejó en uno de los sillones y la abrió. Sacó un pequeño botiquín blanco, y Lenny se lo quitó.
-No puedes curarte tú sola. - dijo, y sabía que ella renegaría por eso.
-Si te dejo curarme, ¿me indicarías donde puedo quedarme y me dejarían dormir toda la tarde?- él asintió. - bueno, entonces si te dejo.
Lenny tomó un algodón y desinfectante, lo vertió un poco sobre el algodón y le quitó las manos del rostro para poder ver de dónde salía la sangre. Limpió con cuidado mientras ella se recargaba en el sillón y lo dejaba trabajar en paz, no se quejó en ningún momento y lo obedeció en todo.
-Listo. - cerró el botiquín y ella lo guardó nuevamente.
-Ahora sí. - Musitó ella. - Lo prometido es deuda. - Se paró de un salto y tomó sus cosas. - Tengo treinta y seis horas sin dormir. - musitó.
- ¿Por qué tanto?- preguntó una de las chicas, su nombre era Janell y era rubia de ojos azules, demasiado bonita como para caerle bien a cualquiera.
-Trabajo en el área de urgencias en el hospital civil de la ciudad. - respondió. - Antier me tocó guardia y no he podido dormir del todo bien desde entonces.
-No sabía que debías hacer guardias aún después de graduarte. - dijo Lenny mientras se paraba junto a ella.
-Yo tampoco. - dijo ella.
Y dejó que Lenny la guiara hasta el segundo piso. La dejó elegir la habitación y se retiró de ahí para que Faizah se acomodara y pudiera dormir.