Hortensia

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En el corazón del bosque se esconde un oasis para quienes fueron rechazados por los demás, quienes no tuvieron el privilegio de ser los más aptos. Un palacio donde los débiles se reúnen para buscar consuelo y fortalecerse.
En nuestro paraíso magenta no existe el dolor, la traición o las lágrimas. En Mint Eye cuidamos de nosotros mismos y de los demás. Somos la familia que nunca tuvimos, los hermanos y padres que nunca nos amaron, nos unen nuestras tragedias, nuestro dolor y el deseo de ser útiles, si tenemos una función no nos dejaran solos de nuevo.
Nuestro Salvador nos mostró lo útiles que podemos llegar a ser en el momento que nos proporcionó el elixir de la salvación. Le debemos más de lo que podemos pagar, pero su bondad nos exime de todo pago siempre que sigamos sus instrucciones. Si no fuera por el Salvador no seríamos más que hierbas en el jardín de la sociedad.
Este paraíso permite que las hierbas y flores que se marchitaban con la incandescente luz del sol puedan proliferar en la sombra. Somos libres de metas, expectativas y códigos de conducta. Nuestras únicas reglas son: no traicionar Mint Eye, cuidar nuestro paraíso magenta y seguir la palabra del Salvador.
A cada uno de los seguidores se le asigna un código especial, una llave y túnicas para demostrar que es parte de un grupo específico dentro de Mint Eye.
Mi nombre es Ray, código K006, soy el encargado de la seguridad informática. El Salvador confía en mi por lo cual me asignó este trabajo tan importante, al igual que un rango superior. Soy el segundo a cargo y el ejemplo para los demás, debo hacer mi parte a la perfección para demostrarle a los demás que si trabajamos duro podemos dejar de ser débiles e inútiles. El Salvador siempre se segura de recordarme lo importante que soy para nuestro paraíso mientras que cumpla sus deseos y tome el elixir.
Mint Eye fue fundado hace algo así como un año, pero no está totalmente terminado. Tenemos que terminar el edificio y salvar a más personas y mostrarles la felicidad que existe en la obscuridad. Todos los días los grupos A y G se turnan para ir a la ciudad y buscar personas que quieran formar parte de nuestra familia. Por otra parte, los grupos R, C y J son los encargados de la construcción. Actualmente en mi día de descanso que es el jueves y mi poco tiempo libre trabajo en la creación del jardín. Amo las flores y la naturaleza, así que me encantaría poder compartir esa belleza con el Salvador y los nuevos seguidores.
Hoy es jueves lo que significa que tenía permitido salir de Magenta con el grupo A. Usualmente salimos todos juntos a las ocho de la mañana, yo vuelvo cuando termine de hacer lo mío y ellos a las siete de la tarde. Desafortunadamente hoy salimos más tarde debido a que uno de los seguidores no se sentía bien, dicen que había tomado el elixir en la madrugada en lugar de la noche. Se recomienda tomar el elixir antes de dormir para que los efectos secundarios como dolor de cabeza y fiebre no se sientan tanto.
Una vez en la ciudad me separé del grupo para ir a un vivero no muy lejos de nuestro punto de encuentro. No me siento seguro en la ciudad, pero tengo que verme fuerte para camuflarme entre la gente.

-Buen día - dije al entrar. El lugar era enorme, el suelo era de tierra y había masetas, cajones de madera y hasta canteros llenos de diferentes tipos de flores, arbustos y pequeños árboles.
Una chica rubia salió de la puerta de vidrio detrás del mostrador riendo, parece que estaba hablando con alguien antes de que llegara- Buen día ¿que andaba buscando? - me sonrió cálidamente, pero podía sentir que estaba examinándome ¿hay algo en mí que se vea fuera de lugar? Me pregunto qué es exactamente. No creo que sea mi ropa, me esforcé para que se vea lo más genérica posible.

-Estoy buscando arbustos para un jardín, pero primero voy a ver- camine a la sección donde estaban los arbustos frutales.

-Cualquier cosa me podés preguntar- la voz de la chica se alejó y se escuchó la puerta corrediza cerrarse. Me enfoqué en elegir los arbustos perfectos para el jardín de Magenta, quiero que sea muy colorido y dé frutos.
No sería posible llevar todo lo que quiero en un solo viaje, pero puedo venir por lo demás en mi día libre. Anteriormente había comprado herramientas de jardinería y tierra especial, ahora solo queda lo más importante.

Unos cuantos minutos habían pasado desde que había entrado al lugar y ya tenía una pequeña lista. Iba a llevar frutilla, sauco, arándanos y rosa mosqueta. Al acercarme al mostrador para pedir los arbustos que quería llevar alguien me tomó del hombro.

- Disculpa ¿puedo preguntarte algo? - me giré de inmediato, sorprendido, era la chica de la mirada intimídate.

- Eh... Si ¿qué cosa?

- Mi amiga está viéndote desde que entraste y no se quería acercar porque le da vergüenza, quería saber si te gustaría ir conmigo para que se conozcan- nunca nadie se había interesado en mí, no sabía qué decir.

-...Esta bien, supongo - sonrió y tomó del brazo guiándome al mostrador.

- Mil gracias, le dije que no tenía que preocuparse porque pareces piola, pero bueno no me hizo caso- ...piola ¿Eso es bueno? - Espera un segundo acá, ya la traigo- Las espere por un momento, podía escuchar como peleaban porque a la amiga no le había gustado que me vayan a buscar, fue un poco incómodo.

- Perdón por hacerte esperar, alguien - miró a su amiga quien traía casi a rastras- no quería venir, ella es Emilia o Emi, como más te guste.

- Un gusto Emilia, soy Ray- la saludé con un beso en la mejilla como se acostumbra.

- Perdón por haberte molestado, seguro estas ocupado- se veía adorable, su flequillo enmarcaba su rostro levemente sonrojado y su color de cabello complementaba el de sus ojos. Simplemente verla me hacía sentir un placentero calor en el pecho.

- No es problema, me dijo tu amiga que me estuviste viendo desde que llegué ¿Hay algo raro en mí? - Emilia miró a su amiga y le pegó en el brazo haciendo que la otra se sobe el lugar del golpe.

-No es nada malo. Solo me llamó la atención tu color de pelo, te queda muy bien- sonrió.

- Oh gracias por eso- no sabía que más decir y por eso se formó un silencio incomodo entre los dos antes de que la chica rubia hable de nuevo.

- No me presenté, yo soy Lucía, pero me dicen Luci- Nos miró a ambos- ¿Que les parece si tomamos algo para que se relajen y se conozcan mejor?

- No creo que sea buena idea... - a Emi parecía no gustarle la idea.

- ¿Ray que decís?

- Eh... Tengo que volver después de comprar y creo que Emilia no quiere que me quede- al Salvador no le gustaría que pase tanto tiempo con alguien fuera de Mint Eye...

- Esta bien Ray ¿por lo menos nos podes dar tu número así hablamos o algo?- Luci me dio un pequeño cuaderno y una lapicera

- Okay - tomé la lapicera y anoté mi número- talvez no pueda responder porque estoy muy ocupado con mi trabajo- ambas anotaron el número y mandaron un mensaje para que las agende.

- Con que podamos hablar de vez en cuando es suficiente ¿o no Emi? - la mencionada solo asintió avergonzada.

-¿Ray en que trabajas?- preguntó después de un momento la castaña de ojos caramelo.

-Es complicado, pero para ponerlo en términos simples soy algo así como un programador y a la vez soy voluntario en un lugar que ayuda a la gente necesitada- No podía contra exactamente lo que hago, no quería que se asusten y no me quieran hablar. Normalmente las personas rechazan o se asustan si no entienden algo y el objetivo de Mint Eye es difícil de entender al principio, se entiende una vez que se experimenta la salvación en carne propia.
Luego de nuestra pequeña charla compré mis arbustos, me despedí de las chicas y llamé al seguidor que me llevaría a Magenta para que me lleve de vuelta.
Creía que iba a ser mucho peor, pero hablar con personas fuera de Mint Eye no fue el fin del mundo. Talvez las pueda salvar y convertirnos en amigos por siempre.

Hortensia: significa camino hacia el paraíso, pero se la asocia con la soledad ya que crece en lugares sombríos y húmedos.

N/A: como siempre, mientras más quieran que salga el nuevo capítulo, más rápido lo voy a publicar.
Espero que les haya gustado ^^

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