Anemona

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Hay tantos tipos diferentes de amor. El amor ciego, platónico, el amor que desaparece luego de un tiempo, el que se encuentra por una sola noche y el amor en el que estoy atrapada actualmente, un amor perdido.

Las semanas pasaban sin piedad y Ray no daba señales. Sin importar cuanto trate de contactarlo siempre era la misma respuesta genérica de buzón de voz o ni siquiera eso.
A pesar de no poder contactarlo mi esperanza de que algún día regrese seguían intactas. Mis amigos y familia me trataban de hacer entender que él no volvería y que no era saludable aferrarme de tal manera a alguien que había conocido por tan poco tiempo, pero hice oídos sordos a sus consejos y preocupaciones. Tenía la sensación, no, la certeza de que volvería y solo tenía que esperar un poco más. Después de todo me pidió que no lo olvide y que él tampoco lo haría. Esa frase era el pilar de mi esperanza. Significaba que volvería, pero nadie además de mi lo entendía.

Los meses posteriores a la desaparición de Ray fueron tan dolorosos que sentía como los recuerdos se abrían paso por mi mente a cada oportunidad. Cada celebración se sentía tan vacía y sombría, como si la presencia de Ray generara la luz y energía que no sabía que le faltaba a mi vida hasta que llego esa tarde de jueves. No todo fue malo en ese tiempo, me mudé a un pequeño departamento cerca del centro de la cuidad, comencé a trabajar en un instituto de música y encontré un celular perdido. Dicho celular fue el responsable de meterme en la situación en la que estoy actualmente.
Cuando tome el celular había mensajes que pedían ayuda a para devolverlo a su dueño. Al principio dudé y pensé en llevar al celular a la policía para que ellos se encarguen, pero decidí buscar el dueño por mi cuenta. La persona con la que hablaba, un tal Unknown, me dirigió a un departamento que supuestamente era del dueño del celular.
Luego de entrar al departamento automáticamente ingrese a un chat de una organización que se encargaba de recaudar fondos... Es una muy larga historia, en síntesis, me convertí en la coordinadora de fiestas y estoy ayudando a organizar la fiesta que se va a dar en dos días.
Llevo nueve días en esta organización y puedo decir que a pesar de tener muchos secretos es una buena organización, la causa es noble y los miembros son muy amables y cariñosos. Eso ultimo aplica para uno en particular, Zen. Él es un actor con un ego muy grande y belleza sobrehumana que desde el primer momento me trato como una princesa. La mayoría del tiempo solo le seguía la corriente, pero creo que se enamoró en verdad...
Desde que comenzó el problema con la cantante Echo Girl traté de ayudarlo lo más que pude diciendo que las cosas se iban a arreglar y que una persona con malas intenciones que manipula los hechos no puede llegar muy lejos. A pesar de haberlo dicho desde la posición de amiga y miembro de la misma organización él lo tomo de la forma equivocada y cree que lo amo o algo así.
Se que es mi culpa por no dejar las cosas en claro desde el primer momento, debería decirle que no estoy interesada en salir con nadie y ahorrarle el corazón roto en el futuro... Cuando entre al chat le voy a decir, no quiero ilusionarlo en vano.

Alrededor de las nueve de la noche se abrió un chat donde estaba Zen, finalmente le voy a poder decir que no estoy interesada en el de la misma forma.

Zen:
Emi... :)

¿Estás bien?

Emilia:
¡Zen!
Te estaba esperando

Zen:
Y yo te estaba buscando~

Apenas puedo pensar en
la fiesta...

Si supiera tu dirección,
ya hubiera ido a secuestrarte...

Emilia:
Preferiría que no me
secuestren jajaja

Zen:
Ugh...

Me siento mal, todos
están tristes por mi
situación

Four Seasons/ Mystic Messenger Donde viven las historias. Descúbrelo ahora