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Joaquín

Era la semana de exámenes finales, todos los alumnos andaban de un lado a otro desesperados, la biblioteca de la escuela se llenaba a montones lo que jamás pasaba durante el ciclo.

Pero estaba feliz por que ese no era mi caso, en cambio, mis maestros habían optado por darnos proyectos para realizar ya que un examen realmente no te garantiza saber si aprendiste algo o no, cualquiera copia, cualquiera puede hacer un examen, cualquiera puede estudiar para uno pero ¿Realmente estas aprendiendo algo? La respuesta es no.

Así que en estos momentos estoy esperando el último proyecto del día, estoy ansioso por que la maestra Laura siempre nos sorprende con ellos, dijo que esta vez necesitaría a todo el grupo lo cual lo hizo muy interesante para todos nosotros.

—En sí, los necesito a todos juntos, es algo diferente, ni lo imaginan —por su sonrisa sabía que era algo demasiado bueno—. Entre todos tienen que hacer algo creativo haciendo que los demás alumnos puedan participar en lo que decidan realizar.

Diego alzó la mano.

—¿Cómo un Karaoke para toda la escuela? —algunos rieron.

—Puede ser pero algo más creativo.

Ahora el que alzó la mano fue Andrés.

—¿Cómo jugar la lotería? Eso involucra a todos.

Varios lo abuchearon.

—Si, pero más creativo, piensen más, no se queden con lo típico de juegos de mesa, de karaokes o canta la palabra —todos reímos —Hagan algo que les guste a los jóvenes de aquí —suspiro—. Algo que me impresione tanto que yo pueda colocar ese diez en su boleta.

Todos asentimos y el timbre sonó.

La muestra se despidió y antes de que todos salieran corriendo ya a sus casas, Azul se coloco rápidamente en la puerta del salón.

—¿A dónde creen que van? Tenemos que ponemos de acuerdo.

Todos se volvieron a sentar. Unos rodaron los ojos y otros soltaron quejas severas.

No hacía falta el gracioso: —¡Si me deja el camión tu me llevaras a casa!

—¡Lo único que te llevara es la chingada! —espeto Azul furiosa.

Todo reíeron, hasta yo.

—Ok —dijo Azul ya más calmada —Si nos queremos largar y no hacer esto más largo, den opciones —tomo un plumón y se dirigió al pizarrón—. ¿Alguna idea?

—¡El karaoke! —grito Diego, Azul negó furiosa.

—Podemos traer una película y proyectarla en el auditorio —propuso Nicole.

—La maestra dijo algo creativo —dije nervioso.

—Joaquín tiene razón —confirmó Azul—. ¿Alguien más?

—¡Podemos traer comida suficiente y hacer que los chicos compitan entre ellos para ver quién gana! —sugirio María.

—No —respondió rápidamente Azul—. Recuerda que eso hicieron los de sexto el año pasado y casi muere Emilio Osorio.

Inevitablemente me ruborice, Emilio.

Emilio iba en sexto mientras yo en quinto, popular, él más proclamado por las chicas,

No era un rompe corazones, para nada, al contrario, es atento, humilde, amable, super guapo, es alguien muy inteligente, por eso llamo mi atención, hemos hablado pocas veces pues su hermana Romina estudia la primaria junto con mi hermana Renata, ambas son muy amigas y cuando mi madre no puede ir por Ren me manda a mi así que me lo he topado varias veces en las cuales siempre me ha saludado.

Tengo un enamoramiento secreto por él aunque si soy honesto a veces siento como si lo supiera aunque no lo culpo por que cuando hemos entablado conversación no puedo evitar ponerme demasiado nervioso.

Más esa vez que Ren me hizo un broche para el cabello pues su maestra les había dejado esa actividad, en cuanto llegue a buscarla a su salón me obligó a ponermelo y así lo hice, no contaba con toparme a Emilio ese día y sucedió, cuando me vio lo primero que dijo fue:

—Que lindo broche, te luce —de inmediato me ruborice, no era algo que controlara, a los pocos minutos apareció Romina con uno igual, pasó lo mismo que con Renata, ella lo obligó a ponérselo y lo hizo, Emilio Osorio lo hizo.

Lo más lindo fue que eran dos broches iguales, me di cuenta de inmediato, Romina era astuta, se dio cuenta de inmediato de mi relación.

—El de Joaco es igual —informó Romi algo tímida hacia Emilio —El me cae bien así que Renata y yo decidimos hacerles algo igual —ambas se sonrieron cómplices—. Ustedes pueden ser grandes amigos como nosotras. Ya tienen algo en común, el broche.

No pude descifrar la mirada que compartí ese día con Emilio, ni el brillo en sus ojos pero cada que recuerdo aquella vez me siento cada vez más feliz.

Desde ese día algo cambió, desde ese día nos frecuentamos un poco más.

La voces en el aula me sacaron de mi burbuja. Todos teniendo una pelea por que hacer, pero en sí no nos poníamos de acuerdo.

—¡Un puesto de besos! —grito Azul exasperada.

—¿Un puesto de besos? —cuestionó María algo incrédula.

—¡Si! —grito emocionado Valdés—. Me ofrezco como voluntario.

—¡Qué sea al azar! —se quejo Melissa, mi mejor amiga.

—¡Está bien! —dijo Azul, no podía ocultar su emoción—. Pondré sus nombres en unos papelitos y cada quien sacara uno, si tiene algún número esa persona estará dentro.

Los aplausos y gritos en aprobación no se hicieron esperar.

—¿Y si no quiero entrar a la dinámica? —me queje, todos me miraron y sonrieron, sabían que era algo tímido.

—¡Tienes que! No acepto un "No" por parte de nadie, aparte es grupal —espetó Azul sonriendo triunfante.

—¿Creen que la maestra lo apruebe? —cuestionó Andrés algo preocupado.

—¡Tiene que aprobarlo! —mascullo Melissa.

Esto sería un desastre.













...
Nos leemos después. ❤️😘

Espero que realmente disfruten mucho la lectura. ❤️🤧

Puesto de Besos [Emiliaco] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora