Te reto a enamorarme

Capítulo 9

Tyler

El primer día no había estado nada mal, para ser el primer día.

Debo admitir que me ponía muy incómodo estar rodeado de tantas personas poniendo su atención sobre mí. Por suerte Luke sabía cómo manejar las situaciones. Y ese chico David y su amiga Emma fueron de mucha ayuda.

No me imaginé que el primer día ya entablaría conversación de tan buena manera con alguien.

Aunque esa chica Sara parecía distinta a ellos. Un tono bastante seco al hablar, y no era de reírse mucho. No sé qué era, pero había algo en ella que llamaba mi atención. Es como si quisiera demostrar algo que no es.

Al llegar a casa de mi abuela, que ahora también era la mía aunque no me acostumbro aún a decirlo, ella nos estaba esperando con el almuerzo.

Siempre se le dio bien cocinar y no hay nada que haga que no sea rico. Extrañaba mucho sus comidas.

– ¿Qué tal el primer día? – nos pregunta una vez que ya estamos comiendo en la mesa.

– Muy interesante la verdad – comenta Luke.

– Totalmente – sonrío – muchas personas se nos acercaban y, como hablaban y gritaban a la vez, no entendía nada, pero fue gracioso.

– Si, me sentía famoso – dice mi amigo. Sabía que él sí disfrutaba la atención, pero hasta cierto punto.

– ¿Y? ¿Ya hicieron amigos? – sigue preguntando mi abuela.

– Bueno abuela, amigos amigos todavía no, apenas comenzamos.

– Pero unos chicos muy simpáticos y amables de nuestro mismo salón, nos dieron la bienvenida y ofrecieron su ayuda si la necesitábamos.

– Ya veo, eso es muy bueno. Personas así vale la pena conocer – dice Ana.

– Si... realmente parecen bue

– Aunque – interrumpo a mi amigo, y hago una pausa, llevándome la mano a mi mentón en un gesto pensativo – Una de esas chicas era rara.

– No digas eso si no la conoces, Tyler – dice mi abuela.

– No, es que no sé cómo explicarlo, pero no era como los otros dos.

– Mm, a mí me pareció buena onda – dice Luke – Además las dos son muy lindas – me mira con una sonrisa divertida.

– Déjate esos comentarios para cuando yo no esté – Ana le da un pequeño golpe en la parte trasera de su cabeza.

Suelto una carcajada.

– Bueno che, ni que hubiera dicho que eran sexys... ¡Au! – mi abuela le da otro golpe y yo me río aún más.

Me encanta lo bien que nos llevamos entre nosotros.

Luego de un rato más de contar nuestro día, terminamos de comer y con Luke subimos a mi cuarto.

Habíamos hecho una apuesta hace un tiempo que consistía en que, el que ganaba en un juego de la play, ganaba que esta esté en su cuarto. Aunque no hacía mucho la diferencia.

Entramos y tras cerrar la puerta, Luke se echa en uno de los pequeños sillones que había. Coloca las manos detrás de su cabeza y suelta un suspiro, pero de manera contenta.

– No pensé que hoy sería así. Me divertí.

– Pues claro, no hiciste absolutamente nada en ninguna clase.

– Sabes que siempre termino aprobando igual – le resta importancia. Yla verdad es que nunca supe cómo hace, pero aunque estudie poco y nada, siempreaprueba. Ahora se sienta con sus codos sobre sus rodillas – Debes admitir que sí son lindas, ¿pero has visto a Emma? Sabes que tengo una debilidad por las morenas.