Miedo

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[advertencia: abuso sexual]

🐍

Jimin entrecerró sus ojos por la luz que venía a través de la puerta. Se cubrió con su mano y enfocó su vista.

─ ¿Jimin?

Suspiró. No tenía la energía para lidiar con Soojin. 

─ ¿Sí? ─ Preguntó, su voz sonaba rasposa. 

Click. El botón de seguro sonó, y ahí fue cuando sus cinco sentidos se activaron lo más que podían. Aún así, se sentía adormilado y sabía que si alguien le quisiese robar el saco, lo podría hacer con total libertad. 

Vulnerable. 

El colchón se hundió cuando Soojin se sentó en una esquina de la cama. ─ ¿Te sientes mejor? ¿O quieres que te lleve a casa?

─ En realidad, no. ─ Apretó sus ojos, su cabeza dolía. ─ Es decir, no a ninguna. Gracias, noona. ─ Tan sólo porque le hacía sentir menos expuesto, se incorporó en la cama; aunque su cuerpo le decía todo lo contrario. Subió ambos pies a la cama, sus calcetines se bajaron un poco. 

─ Oh, te ayudo con eso. ─ No, no, no. Soojin se acercó para subirle sus calcetines y no tuvo la fuerza para decir no. Se quedó en él negando con la cabeza débilmente, aunque ella obviamente no lo vio. ─ Sabes, Jimin, eres un joven bastante atractivo. 

Su incomodidad y miedo sólo seguía aumentando. No contestó. 

Tampoco dijo nada cuando sintió su mano sobre su muslo. Sólo sus hombros y manos, tensos, daban a entender cómo se sentía. 

Soojin, al no oír un no, continuó. Su mano siguió subiendo y haciendo movimientos asquerosos. La confusión y miedo lo tenía paralizado. No, no, no. Las lágrimas se acumularon en sus ojos. 

─ P-Por favor... n-no, S-S...

─ Oh, vamos Jimin. Noté cómo me veías. Sé que quieres, Jimin. 

Odiaba oír su nombre en su voz. Odiaba todo. No se podía mover; el miedo lo tenía paralizado y estaba tomando toda su fuerza mantenerse despierto. 

Soojin puso su otra mano en su pecho y lo empujó suavemente. Intentó resistirse pero no sirvió de nada. Básicamente lo aventó a la cama, haciendo que se golpease la cabeza en la pared. 

Todo se volvía negro a intervalos. Tan sólo lograba sentir su piel fría en donde caían sus lágrimas y el calor sofocante del otro cuerpo encima de él. 

No, no, no.

El miedo y dolor crecía dentro de él como las raíces de una planta parásito, asquerosa, nublando su juicio. Intentaba moverse pero algo tenía sus manos atrapadas, arriba de su cabeza. Su respiración era errática. 

En un momento de lucidez, cuando sintió el cierre de sus pantalones bajando, logró emitir un débil "no". 

Todo se volvió negro con un fuerte golpe. 


🐍


Cuando por fin abrió sus ojos, la presión en su pecho había disminuido. Aún seguía desorientado, pero se sentía más lúcido. Frunció su ceño cuando el tono de llamada de su celular hizo que su cabeza palpitara de una manera casi insoportable. 

El cuarto estaba vacío. 

Volvió a ver la hora. Dos de la mañana. Tomó su teléfono y, notó, tenía siete llamadas perdidas. Abrió sus ojos lo más que pudo, que fue poco por lo hinchados que estaban y contestó. Era Yoongi. 

white 🌙 yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora