Los rayos del sol iluminaron aquella ciudad con su cálida luz, aquella imagen lúgubre de lo que vieron los aventureros cuando llegaron cambio, no mucho pero por lo menos había personas en la ciudad incluso algunos comercios abiertos ya no era el frío desierto que habían visto cuando descendieron del carruaje, entre esas personas que deambulaban en la pequeña ciudad había una en particular que estaba junto a la posada.
–señor Edjer como lo prometí aquí estoy, incluso antes de que cante el gallo, aunque dadas las circunstancias ningún gallo andaría por aquí al menos no vivo, quizá en un caldo, o asado –
Edjer interrumpió al hombre que hablaba alegremente– no te pague para saber de gallos, sino para que me muestres las cuevas –
–Es verdad señor guerrero, pero también es verdad que todavía no me pago – contestó el hombre riendo y recibiendo el pago que habían acordado
– la señorita nos acompañara?, mire que es un lugar peligroso para una dama, no es un camino fácil – dijo Lucius mirando a helena
– mi nombre es helena, y no me importa si el camino es peligroso o si no lo es yo los acompañaré de echo técnicamente ustedes son los que me acompañan a mi, o no es así Edjer – contestó la muchacha con una sonrisa burlona mirando al guerrero
– técnicamente si, pero no soy tu empleado, no confundas las cosas – contestó el guerrero ya fastidiado y siguió
– bueno ya dejémonos de bromas y vayamos a esas cuevas, en lo posible quisiera llegar de día, no pretendo pasar la noche ahí –
–Créame que yo tampoco deseo estar ahí cuando caiga la oscura noche – dijo Lucius y partieron rumbo a la montaña.
Ya en la "ruta de los enanos" la muchacha mirando los alrededores pregunto a Lucius
– como conoce este lugar señor, sin ofender no mintió no es un camino fácil me sorprende que un hombre como usted lo pueda recorrer tan fácilmente – helena se refería a que en efecto el guía del grupo era un hombre de aspecto descuidado, ropas harapientas, cabello despeinado, y una piel que hace muchas lunas no tocaba el agua.
– no me juzgue por mi apariencia señorita, aunque usted no lo crea la persona frente a ustedes alguna vez fue un caballero rojo al servicio de su majestad – dijo el hombre poniéndose de frente y extendiendo sus brazos como demostrando grandeza de alguna época lejana.
– un caballero de la guardia del rey eh – dijo Edjer y siguió – como un caballero de elite término convirtiéndose en un borracho de un Pueblo olvidado del mundo –
– yo a veces me preguntó lo mismo señor Edjer pero, aunque me vida parezca algo no tan saludable a los ojos de otros no me arrepiento, escuchó hablar del la noche roja alguna vez – dijo Lucius y Edjer lo miro fijamente con sorpresa y le contesto
– si eh escuchado, la famosa "limpieza" que ordenó el rey contra los elfos oscuros que estaban en su nación –
– bueno mi señor yo fui uno de esos soldados, y desde ese día renuncie a mi cargo y dejé mi espada, hasta el día de hoy recuerdo los gritos de esos pobres infelices mientras les quitábamos su última esperanza de vida, luego de eso no volví a ser lo mismo, mi rey ya no era el mismo, yo era un soldado de elite no un asesino, aparte aunque eso es otro tema, ellos no se merecían ese destino, por eso señor Edjer preferí recluirme aquí donde nadie me conoce y ser el borrachos del pueblo, para mí es más fácil llevar esa carga así, prefiero que me vean como el bufón del pueblo y no como el asesino que fui –
Dijo el hombre con una mirada un poco triste aunque con una sonrisa en su boca– no debes ser el único que lleva esa carga, la matanza fue algo organizado en todo los reinos, no te tortures solo seguías ordenes – dijo Edjer
– solo seguía ordenes tu lo has dicho, pero podría haberme opuesto con mi rango no era necesario ensuciarme las manos, pero en fin eso es otra historia, ahora señores admiren la belleza de esta montaña creo que aquí empieza su trabajo dijo Lucius por qué en efecto habían llegado a la montaña que parecía un hormiguero gigante, llena de oscuras cuevas que la rodeaban como si la gigantesca montaña hubiera Sido apuñalada varias veces dejándole esos huecos
Profundos que a su alrededor.–bueno ahora díganme ustedes por qué cuevas quieren comenzar aunque de afuera se vean como cuevas individuales están todas conectadas por dentro como un red pero no sé exactamente lo que buscan – dijo Lucius
– parece que conoces bastante bien estás cuevas – dijo Edjer pero una voz interrumpió
– vampiros, buscamos vampiros llévenos a su nido si sabe dónde queda – era helena que estaba impaciente por empezar ese oscuro recorrido
– si joven ya lo sé, solo bromeaba es obvio que lo buscan son esos demonios no son los primeros que vienen aquí, para eso entremos por la que esté más cerca su nido debe estar en lo más profundo creo que se el lugar donde podrían estar esos vampiros, si bien las cuevas están conectadas ahí varios puntos en los que ahí una especies de descansos que eran dónde los antiguos mineros tenían sus herramientas y cosas por el estilo y más adentro está la sala central done estaba la vieja mina si nos abrimos paso seguramente estén ahí, es un lugar ideal para esas bestias –
Edjer volví a repetir esta vez con un tono más serio– de verdad creo que conoces este lugar demasiado bien, como se que no es una trampa, se que los vampiros tiene gente bajo su control para que le traiga víctimas, tu amplio conocimiento me hace desconfiar un poco viejo soldado –
– si quieren puedo volver y sigan ustedes por su cuenta, señor Edjer llevo años viviendo aquí en el pueblo si conozco estás cuevas es por qué en algún momento fueron mi hogar
, Nada mas, dejo de serlo el día que estos monstruos llegaron al pueblo, no desconfíe de mi deseo que deshagan de ellos tanto como la señorita, ni siquiera voy armado, aparte no soy estúpido señor Edjer o mejor dicho el demonio blanco se quién es usted, no me atrevería a traicionarlo, preferiría ser comido por esas bestias antes – respondió Lucius– bueno entremos de una vez Edjer ya está atardeciendo no querías salir antes del anochecer – dijo helena
– está bien entremos, pero estemos preparados a los vampiros no les gusta que alguien los despierte – dijo Edjer
Y finalmente se adentraron en una cueva que estaba al final de la ruta, encendieron dos antorchas y empezaron su viaje en ese oscuro y húmeda túnel
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Cuentos De Alfa y Omega: El Castillo De Dalvandor
Fantasiauna misteriosa mujer debe llegar a un igual de misterioso castillo a terminar con una antigua maldición. podrá Edjer ayudarla a lograrlo?