Cuentos De Alfa y Omega: El Castillo De Dalvandor

helena

El duelo era inminente, Edjer ya había imbuido su espada mágica con fuego y se dirigía con paso firme al misterioso caballero quien todavía permanecía inmóvil, Edjer ataco se deslizó hacia delante con ambas espadas, el caballero trabo su lanza en medio de los dos filos y lanzo al blanco por el aire, ahora el que atacaba era él, con su lanza empezó a dar varias estocadas como si fuera una lluvia de flechas, el blanco apenas si podía repeler los embustes del caballero con ambas manos, las chispas volaban uno atacaba, otro retrocedía y así luchaban ambos guerreros bajo la mirada de Eolyn quien se había sentado en la rama de un árbol como espectadora de lujo del combate.
Edjer empezando a ver que se defendía más de lo que atacaba clavo su espada de fuego en el frío hielo que de a poco empezó a derretirse alrededor de dicha arma, y con su otra espada repelía la lanza gélida que esgrimía el caballero, luego con un movimiento lateral de su espada choco contra el arma de su rival haciendo que este patine y resbale en el hielo derretido que había dejado la espada de fuego, Edjer de un salto la retiro de su lugar y con un golpe de su otro filo partió el hielo logrando que el caballero callera dentro del congelado lago, por unos minutos reino el silencio Edjer estaba alerta esperando si su táctica había funcionado y logro ahogar a su rival pero debajo de el, la lanza apareció resquebrajando el hielo bajo sus pies e incrustandose en el brazo del blanco, un grito de dolor se escuchó pero no hubo tiempo para eso, otra lanza apareció debajo de él, ahora el caballero azul atacaba desde abajo
— un caballero de agua y yo tratando de ahogarlo, soy un idiota — penso el blanco
pues asi era el azulado caballero se movia debajo del agua como si fiuera un pez, con una rapides y movimientos que más que un pez parecia un tiburón cazando a una foca, Edjer daba pintorescos saltos esquivando las lanzas que salian de debajo de la capa de hielo, pero tomo una decisión en un arriesgado movimiento se lanzó por el agujero donde habia caido el caballero y bajo el agua volvio a transformar su espada pero esta vez en un fuego azul, el caballero freno sus movimientos y se preparó a dar su ataque final puso su lanza en direccion a Edjer quien mientras nadaba bajo el agua se frenó y puso sus espadas en forma de una cruz, habia llegado el momento del ataque final.
Eolyn miraba aquel lago congelado con calma, ya habían pasado unos minutos desde que ambos se hundieron, esbozo una sonrisa y de una parte del lago un crujido son, ambos salieron del hielo volando en pedazos bloques y trozos de hielo, Edjer tenía incrustada la lanza en su pierna, su movimiento en cruz había funcionado, con la espada draconium desvío el ataque que iba dirigido a su pecho hacia su pierna y con la otra espada atravesó el rostro del caballero incluso quitándole el casco por el movimiento y con un conjuro ese fuego azul que tenía su espada congelo desde la cabeza hasta el pecho de su rival dándole el golpe final con sus propias manos haciendo que prácticamente la mitad de este se partiera en pequeños trozos de hielo, la batalla había terminado, lo que quedaba del caballero se hundió como si fuera un ancla al fondo del lago y este como si hubiera muerto junto con el se descongeló, volviendo asi a su forma calida y cristalina que tenía cuando entro a ese lugar, otra vez habia vuelto el oasis.
Edjer nado hasta la orilla donde estaba eolyn dejando un rastro de sangre que teñia esas hermosas aguas de un color rojizo y está extendiendo su mano ayudo al guerrero a salir
— has vencido mi querido caballero, el guardian ha sido derrotado y te ha dado su bendición — dijo señalando a un camino que habia aparecido ahora al final del lago y a lo lejos una forma se veia, la forma de un gran castillo
— no llegaré muy lejos con estas heridas, vaya bendición me dio el guardián — dijo Edjer apretando su pierna herida
— no te preocupes por eso — dijo Eolyn y posando su mano sobre la herida esta brillo y donde antes habia un gran tajo sangrando ahora no habia nada, y las demas heridas tambien habian sido sanadas

— vamos Edjer tu destino aguarda tras cruzar el puente — dijo Eolyn y se levanto de su improvisado asiento dirigiendose al nuevo puentee

Edjer la siguió y ambos cruzaron al otro lado, otras vez habia vuelto la oscuridad y lo lugubre estaban en tierras elficas, mas precisamente en la antigua capital de los elfos oscuros Khaz Mirtan. Alrededor de ellos solo habia ruinas de lo que alguna vez habia sido un gran imperio, un gran imperio que habia sido masacrado por orden de los elfos de Omega quienes según la orden oficial habian eliminado a una plaga que en un futuro iva a ser un problema paara los reinos, pero todos sabian que las verdaderas intenciones eran la magia, los elfos oscuros cuando aparecio el continente dominaban conjuros y magias que no eran conocidas por los reinos y con mas miedo que logica los cinco reyes ordenaron destruir la raza y robar los conocimientos temiendo que en algun momento estos elfos intentaran atacar el continente, nefasto fue el destino de esa pobre raza todos los reinos se aliaron y comenzaron lo que se llamo "'La Gran Purga", en tan solo una noche una raza que habia existido miles de años habia sido eliminada totalmente, o por lo menos casi toda se dice que algunos escaparon pero nunca se volvio ver a otro elfo oscuro, excepto Edjer el gran guerrero habia tenia de guia a una elfa oscura, el si podria decir que su raza no se extinguió. Siguiendo por las ruinas llegaron a las puertas del inmenso castillo oscuro, unas puertas gigantes de madera con ornamentas en oro y plata, con un aguila en el centro superior de la puerta, el aguila dorada era el escudo de los elfos, Eolyn tomo de la mano a Edjer lo miro con esa sonrisa que era costumbre en ella y que estremecia al guerrero de una forma que el no comprendia, y le dijo

— vamos guerrero, tu destino aguarda tras estas puertas —

entraron y en efecto delante suyo estaba Lilith sentada en el trono del que alguna vez fue el rey de ese bastion, ya no desnuda sino con una armadura ajustada de color negro y un largo mandoble, ya no estaba la serpiente que habia visto en su primera aparicion pero a su lado estaba un enorme caballero de armadura y capas tan negras como la noche misma, este solo portaba un hacha y como el caballero anterior no se movia solamente permanecia a su lado, Eolyn se inclino ante la diosa y dijo

— el mensajero a llegado, a derrotado al guardian y se ha ganado su favor, diosa de la oscuridad concédale al guerrero su sabiduria y escuche su pesar —

la diosa no se movio ni siquiera miro a Eolyn mientras esta le hablaba solo tenia clavada la mirada a Edjer una mirda petrificante, el guerrero no estaba acostumbrado a estas sensaciones no estaba comodo pero antes de que hablara el la diosa exclamo

— mensajero, nuestros caminos se vuelven a encontrar, veo que el principe por fin encontro su descanso, has enviado mi mensaje a tus superiores — pregunto lilith

— si, los grandes maestros ya estan al tanto de tu llegada y de que próximamente llegaran los demas dioses, pero lo que me trae aquí no es decirle que entregue el mensaje, estoy aquí por otro motivo —

— y cual es ese motivo guerrero, debe ser importante para hacer todo este camino y incluso derrotar a mi campeon —

— quiero a la chica de vuelta — dijo Edjer mirando a los ojos a la diosa preparado para lo que sea que valla a pasar después de su petición

— Eolyn acaso no le has dicho — dijo lilith mirando a la elfa

— No mi diosa, necesitaba comprobar que era digno de tal sacrificio, y de llevar tal responsabilidad  —

— De que estas hablando Eolyn de que sacrificio me hablas, que esta pasando aquí — dijo Edjer ya con su mente lleno de dudas, no entendia nada de lo que estaba pasando

— Para traer a la chica de vuelta se necesita un sacrificio guerrero, para que hay vida en este mundo algo tiene que morir primero asi es la ley de los dioses, desde el momento en que use su cuerpo como recipiente ella dejo de exisitir en este plano terrenal pero su alma esta alojada en el anillo que llevas puesto guerrero, estoy segursa que no lo entregaste a esos viejos por que ssabias que habia algo especial con el—

Edjer miro el anillo y era verdad, el sabia que no lo debia entregar algo en su interior le decia que no debia darle ese anillo a los grandes maestros, pero no sabia el por que, no sabia que el alma de la chica que habia ayudado a cometer una pequeña venganza residia ahí, que lo que era matar un vampiro se transoformo en el advenimiento de una diosa y próximamente de sus futuros hermanos, todo esto era demasiado para el guerreo quien se saco el anillo y abrumado por todos esos sentimientos que afloraron dentro de el se lo extendio a la diosa y le dijo

— hare lo que sea, solo traigala —

estaba dispuesto a dar su vida por una muchacha que apenas conocia, si no era tipico de el pero ya estaba cansado de ese mundo de ambiciones, de tristeza, de guerra de muerte y por sobre todo de soledad, el queria darle la oportunidad a esa chica de vivir una vida mejor a la que tuvo el, de echo queria que viva libre

— una vida por otra vida Edjer, ese el precio para traer a la chica —

— que asi sea — dijo el blanco cerro sus ojos y se inclino esperando el destino final, que llegara la paz a su espiritu, el fin del gran demonio blanco

pero una voz detrás suyo, esa voz calida que le transmitia paz le susurro al oido

—tu no debes morir Edjer, tu destino no es este pronto lo entenderas —

Edjer comprendio lo que pasaba pero antes de poder reaccionar una gran luz se hizo presente en el lugar, una luz inmensa y blanca, tan blanca como si hubiera miles de soles apuntando al castillo y luego de eso reino el silencio.

Caia la noche en la capital del reino Cinder, era una noche fria cuando sonaron las puertas del convento, cuando la joven monja abrio las puertas nadie habia alredor, solo se escuchaba un llanto, miro debajo pasando las escaleras de la entrada y encontro de donnde provenian esos agudos llantos, habia una canasta con una niña, una bebe de cabellos blancos y pegada a la manija de la canasta una nota que decia

HELENA