Cuentos De Alfa y Omega: El Castillo De Dalvandor

en las tinieblas

–que quieres decir– pregunto una helena completamente sorprendida ante tal revelación
– no quiero decir nada, simplemente te estoy revelando lo que te dijo valak esa noche, todavía no entiendo el motivo, he viajado contigo y se que no eres una vampiro, pero me resulta curioso que no te halla matado y te halla dicho eso, tu familia era realmente tu familia? – pregunto edjer mientras preparaba todo junto a lucius para seguir su camino
– de echo ahora que lo mencionas ellos me adoptaron según mi madre el que me trajo fue mi padre que era un guerrero como usted luego de un viaje, me encontraron en las ruinas de un pueblo que había Sido atacado por bestias eso es todo lo que se, según mi madre yo era apenas una bebé, pero eso que tiene que ver con lo que paso?, Yo no soy hermana de ese ser, es imposible soy una humana –
– la pinta la tienes – acoto lucius mientras retiraba el bloqueo de huesos para proseguir en el túnel
– no estoy diciendo que eres su hermana pero algo en común tiene helena, en todos mis años nunca he escuchado que alguien sobreviva a un ataque de vampiros, el príncipe te dijo así por algo estoy seguro que tús padres no te contaron la historia completa –
– no hables mal de ellos maldito, tu no sabes cómo eran, ellos eran gente buena, amable que no se merecian un destino asi, no te permitiré que hables mal de ellos Edjer – dijo la muchacha enojada
– no estoy diciendo eso helena no te pongas asi, solamente digo que tú origen debe ser distinto debes provenir de otro lado, no dudo de las intenciones de tu padre al traerte pero estoy seguro que ni el sabía lo que estaba haciendo, el solo rescató a una niña de unas bestias, pero algo es obvio, tienes algún tipo de relación con ellos o por lo menos con valak – dijo edjer mientras emprendian nuevamente el viaje al tunel
– perdón que me entromezca pero sabes de dónde te trajo Tu padre? – pregunto lucius
– por lo que se del otro continente nunca me dijeron exactamente el lugar solo que era una aldea en llamas y que estaba siendo atacada por bestias – respondio la joven
– lucius por qué preguntas eso, eres un hombre inteligente aunque lo intentes ocultar dime qué es lo que piensas – pregunto edjer mientras se Iván metiendo más y más profundo en ese oscuro y húmedo túnel
Lucius miro a helena y luego a edjer y les dijo
– he oído algunas historias del otro lado de sacrificios y esas cosas todos sabemos que el castillo de Dalvandor es donde alguna vez reino el primer vampiro quizas solo quizás, tu padre joven helena no te rescató bueno por lo menos el pensaba eso pero quizás tu eras un sacrificio una ofrenda a ellos, se que se les hacían para que no atacarán las aldeas –
Edjer lo miro empezando a desconfíar un poco del hombre que los estaba guiando pero no dijo nada se guardo sus pensamientos algo no estaba oliendo bien y no era la cueva en su mente el pensaba que este hombre que ayer era un borracho ahora estaba dando una teoría sobre la muchacha e incluso estaba mostrando su saber sobre sacrificios a los vampiros, no es que no era algo desconocido pero sino que así de repente saliera con algo así le parecía raro por lo que decidió tragar sus dudas y seguir la marcha
– ahora tengo más dudas que certezas lucius pero entre estás malditas cuevas y el olor no estoy pensando en ello, confío en que cuando lleguemos al nido pueda aclarar muchas cosas, pero en especial vengar a mi familia, luego buscare mi origen – dijo helena pero fue callada con la mando de edjer en su boca, este le hizo una seña con sus ojos, a lo lejos se veía una una tenue luz al fondo como un punto, como una estrella en la oscura noche.
– allí se encuentra la vieja mina, ahi debe ser el nido, dijo lucius en voz baja –
– bueno avancemos lentamente todavían deben estar dormidos, preparen sus armas seguramente deberemos luchar – dijo edjer y siguieron su marcha.
Siguieron avanzando en silencio como si estuvieran mezclados con el viento paso a paso sin el menor ruido hasta toparce con la entrada de la vieja mina.
Grande fue la sorpresa de de edjer quien ahora encabezaba el grupo al ver un lugar repleto De cadáveres y huesos pero ni un solo vampiro, nada ni un rastro de esos seres que horas atrás los habían atacado con bestialidad, solo era una vieja mina transformada en una pila de muertos y silencio un silencio abrumador demasiado raro para el gusto del blanco
– esto no está bien, no puede estar vacío, esperenme aquí iré a echar un vistazo estén alertas quizás están escondidos – dijo edjer bajando lentamente del túnel dejando a sus compañeros atras.
En efecto no había nada si bien el banco era sigiloso en su andar nada parecía indicar que hubiera alguien o algo en ese lugar, solamente cadáveres, pero entre esa pila de cadáveres algo llamo la atención de edjer, un charco de sangre y de este caían gotas que salpicaban a su alrededor, el miro hacia arriba y vio que efecto esas gotas caían de las manos de alguien que estaba parado encima de unas maderas sueltas que estaban en las paredes, aunque no había mucha luz la capa que ondulaba de esa figura le hizo darze cuenta de quién era.
– ha pasado largo tiempo edjer el blanco, mucho tiempo desde nuestro último encuentro, no me imaginé que te vería aquí pero a pesar de todo el tiempo que llevo en este mundo, aún sigo sorprendiendome de las vueltas del destino, debo decir que fue una grata sorpresa enterarme que estabas aquí – era valak quien hablaba el príncipe oscuro estaba antes frente a el
– ha pasado el tiempo es verdad, pero dicen que lo bueno se hace esperar no maldito asesino, por qué no terminamos lo que empezamos aquella vez en las ruinas – dijo edjer desenfundando sus espadas
– si, recuerdo aquella vez combiatendo como dos bestias, espada con espada como los viejos tiempos, todavía tengo la marca de esa noche sabes?, Fuiste la única persona en mil años en herirme eso es digno de una gran historia, edjer el demonio blanco, el unico hombre capaz de herir al príncipe de las tinieblas, así deberían cantar los bardos sobre tus hazañas, pero lamentablemente nuestro encuentro no podrá terminar al menos no aquí, seguro te preguntarás por qué no está ninguno de mis súbditos aqui, a pesar de que masacraste a mis bebés más atras cosa que me entristeció pero no mucho, ya vendran mas –
– habla de una vez valak que mierda pasa aquí? – edjer desde un principio noto lo mismo que no había nadie solo ellos se encontraban en esa vieja y sucia mina
– perdón que hablé gran guerrero, pero si rencores te estimo, fuiste el único que me hirió eso no es poca cosa, voy a ser sincero contigo aquí no ahí nadie más que nosotros edjer, desde el momento que supe que estabas aquí mis queridos hijos se marcharon, y seguramente te estarás preguntando por qué si se fueron todos yo sigo aquí, bueno la respuesta está detrás tuyo – dijo valak y edjer se percato de algo de que ese silencio no solo venía de la sala sino del tunel, mientras el se "reencontraba" con su viejo enemigo se olvidó completamente de helena y lucius pero cuando volteo a verlos lo que en el túnel era una sospecha, se acababa de confirmar, helena yacia tendida en el suelo y lucius que ahora ya no era el borracho que había conocido en el bar sino un vampiro de piel pálida,ojos rojos y dientes afilados que tenía a la muchacha a su lado
– lo sabia lucius maldito traidor – le grito edjer
– no te enojes con el, solo seguía mis ordenes, enojate contigo que no te diste cuenta de mi trampa, acaso te estás poniendo viejo mi estimado –
– que es lo quieres con esa chica se que algo tiene que ver contigo –  dijo edjer consumido por su rabia, el sabía que el vampiro tenía razón que a pesar de sus dudas el siguio adelante y cayó en su trampa como un rata siguiendo el queso.
– te diré algo edjer solamente por qué se que eres un oponente digno si quieres saber la verdad, la realidad de las cosas,por qué ahí mucho que tus maestros y magos refugiados en sus bibliotecas saben y no lo cuentan, si realmente quieres saber la verdad te espero en Dalvandor, pero antes no quiero que pienses mal de mi pero aún tengo un poco de rencor por la marca que me dejaste, y me imagino que debes estar enojado por haber caído tan fácilmente en mi trampa, te dejare a Mi querido lucius, si te encargas de el, te espero en el castillo, podrás ver verdad de algunas cosas de este mundo viejo y quién sabe quizás podramos poner fin a nuestro inconcluso duelo– dijo valak y de un movimiento apareció detrás de lucius cargando a helena.
– si te interesa la chica ven a por ella sabes dónde estare – dijo el principe y de hundió en la oscuridad del túnel como si formará parte del mismo, pero frente a el quedaba lucius ya transformado totalmente en vampiro con sus afilados dientes ansiosos de probar la carne de Edjer.
– lucius maldito, siempre lo supiste, esa chica es inocente –
Le dijo edjer
– esa muchacha es parte de algo más grande, mi señor me lo revelo hace mucho tiempo pero eso ya no importa tu no saldrás de esta cueva blanco al menos no con vida, yo seré quien de fin al Legendario guerrero – dijo lucius y se abalanzó rápidamente hacia edjer clavando su daga en uno de sus hombros, el blanco apenas pudo esquivar el ataque rodando, se retiró la daga del hombro y guardo una de sus espadas sujetando la otra con sus dos manos, la bestia volvió a atacar y edjer volvió a esquivar pero está vez hiriendola aunque el también siendo lastimado por las garras del vampiro así estuvieron un largo rato atacando, esquivando hiriendose ambos, edjer ya tenía más cortaduras de las que podía contar, sus piernas empezaban a temblar estaba perdiendo sangre, del otro lado una bestia herida pero sedienta, el olor de la sangre la volvia cada vez más violenta, era una característica de los vampiros, ante las sangres se volvían locos y mas fuertes, esas ancias de devorar la carne ya no eran disimuladas y edjer lo sabía, debía terminar con esto rápido de un golpe si quería salir de ahí con vida, sujeto con fuerza su espada y ambos se abalanzaron el uno contra el otro.