Cuentos De Alfa y Omega: El Castillo De Dalvandor

el destino

Los rayos de la luna llena se infiltraban entre los restos del techo que habían quedado luego de aquella explosión, ahora solo había huecos y humo pero entre todo ese desastre de madera, piedra y humo dos figuras se alzaban edjer por un lado con sus dos espadas empuñanadas aún jadeante por todo el revoltijo anterior y la batalla en la ciudad antes del castillo y por el otro valak imponente con su larga espada en posición de ataque, este último se relamia por fin podría vengarse de quién lo había herido, y no dudo en dar el primer paso, se adelantó a edjer atcando con su espada en forma recta, siendo desviada por el blanco que con la mano intento cortar al principe dando un espadazo que fue esquivado por el mismo dando una vuelta eh incrustando su espada en el muslo de edjer haciendo que este se incline,otro ataque del principe está vez chocando con las espadas del blanco quien con un movimiento un poco tosco por su pierna herida apenas pudo esquivar chocando espadas, filo contra filo chocaban insesablemente, edjer susurro un conjuró que hizo que una de sus espadas de envuelva en llamas, haciendo que el príncipe retroceda y en el movimiento llevarce un corte en su cintura
– sigues siendo igual de bueno edjer admiro tu fuerza a pesar de tu estado me presentas batalla con honor, te prometo que te concederé una muerte rápida – dijo el principe pasando su mano por su herida y lamiendo su sangre
– no me jodas, yo no vine aqui a morir maldito demonio – le contesto edjer y otra vez lanzo un ataque con la espada llameante encontrando el filo de la espada del principe, lanzo otro ataque por abajo con su otra espada pero valak de un salto lo esquivo poniéndose espalda con espalda, edjer rápido esta vez lo pateo haciendo que el príncipe golpeara contra los restos de una mesa que quedaba de los destrozó del lugar rápidamente se dió la vuelta para atacar con sus dos espadas pero un actor inesperado en esa obra atacó por la espalda al blanco, era el vasallo la pequeña figura de un salto clavo la misma daga dorada que hace un rato se encontraba en el pecho de helena en la espalda de edjer haciendo que este caiga al suelo y cuando el fiel vasallo se preparaba a rematar a edjer feliz de ayudar a su amo a derrotar a su nemesis una ráfaga rápida como un viento hizo que rodará su cabeza
– maldito enano, metiéndose en una pelea justa, siento los modales de mis vasallos edjer pero ya no molestara ahora ponte en pie que debemos continuar de este castillo solamente uno de nosotros saldrá con vida –
Edjer se levantó como pudo apoyándose entre los escombros dejo una de sus espadas quedándose solo con la mágica en su mano
– bueno si voy a morir aquí usaré mi última carta – dijo el blanco y su espada que antes estaba envuelta en llamas rojas ahora eran negras y no solo eso sino que el rostro del blanco también había cambiado poseia un aspecto más demoníaco y sus ojos se habían vuelto negros, también la herida de su pierna parecía como si no estuviera estaba en un postura de ataque como si hubiera renacido.
– con que está es la espada maldita, sabes el costo por usar este magia edjer veremos cuánto aguantas antes de morir consumido por tu propia espada – en efecto esa era la espada maldita un echizo antiguo de una magia prohibida aprendida en una de sus tantas aventuras pero el coste de esta magia no era gratis mientras más se usara la espada está consumiria más y más a su portador hasta llevarlo al límite de la locura y convertirlo en un ser sin razón y solo motivado por el deseo de matar, edjer sabia esto por lo que pronto atacó sin más a valak, nuevamente filo chocaba contra filo, espadazos Iván y venian cortes en un y otros cada vez más profundos ya no se limitaban a esquivar sino solo se atacaban, dos bestias chocando queriendose asesinar, la magia estaba empezando a hacer efecto en edjer volviendose cada vez más bruscos en sus ataques sin importar su defensa, cada vez arriconaba más y más al principe quien se estaba poco a poco quedando sin energías en un momento quedando espada contra espada frente a frente, una lucha de fuerza el que aguantará Más seria el ganador, edjer jadeaba como una bestia pero ambos seguían empujandose el uno contra el otro, pero algo paso la espada de principe empezo a sucumbir ante la fuerza de la magia oscura de edjer y se comenzó a resquebrajar, partiendose a la mitad con la espada maldita incrustandose en su pecho, con tal fuerza fue el empuje que quedó con la espada aún con las llamas negras clavado a una roca, el duelo había terminado, edjer había triunfado, pero aún estaba bajo los efectos de la espada maldita tomo su espada y comenzó el festín sangriento, edjer que ahora era una bestia rebana parte por parte del principe valak como una bestia enfurecida jadeaba y cortaba en un frenesí imparables, los gritos de dolor del principe retumbaban por todo el castillo

– edjer....edjer...sálvame...edjer – una voz Retumbaba en su cabeza

– edjer por favor ayúdame –
Quien era esa voz que estaba en su mentes

– edjer ayuda no me dejes sola –
Era helena

Y el blanco abrió los ojos de golpe esa voz había calmado a la bestia en la que se había convertido  y vio lo que la espada maldita había dejado, los brazo por un lado las piernas por otro, solo quedaba el torso y la cabeza de valak ya muerto clavado a la piedra. El principe oscuro habia muerto uno de los últimos desendientes del primer vampiro había perecido ante edjer, este se dispuso a quemar sus partes con las sales consagradas y solo dijo
– descansa en paz guerrero –
Saliendo del castillo había quedado clavada la espada del principe en el trono de lo que alguna vez fue el temible castillo de Dalvandor como una especie de tumba echa por edjer en reconocimiento de su rival.
Ahora sí ya con el anillo y con la poca fuerza que le quedaba se echó encima de su bote con rumbo al puerto, tenía asuntos que atender, sobre todo con el gran maestro pero más que nada responde al llamado en su mente, a esa vos qué lo saco de ese frenesí de sangre, había tomado una desicion, si helena todavía existía en algún lado el la iva a rescatar.