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Desde aquel día se podría decir que todo fue como antes, unas semanas mas tardes comencé a notar como Kujo Jotaro pasaba todos los días antes del medio día con su imponente gabardina blanca y esa mirada severa. No importaba si en esta parte de la acera hiciera más sol , o no hubiera techo que resguarde la lluvia. Él siempre pasaba. Comencé a notar cómo siempre combinaba su gabardina blanca con suéteres debajo y camisas de vestir de colores vibrantes. Su outfit siempre era monocromático y el blanco lo hacia resaltar de forma elegante.
La chica rubia de esa vez se hizo un cliente habitual, polnareff siempre se encargo de ella. Yo por mi parte me encargaba de todo lo demás, de niños con ojos aguados y llanto ensordecedor y adolescentes petulantes.

Había llegado de la universidad temprano tenia todos los implementos de clase en mis manos y no daba a basto con ellos , en el trasporte publico había sido una odisea para evitar que se arruinasen mis trabajos y estaba lo suficientemente agotado como para llegar a ver madres asfixiantes que querían lo mejor para sus pequeñas bestias. Decidí darme un tiempo fuera antes de entrar al trabajo pero logre divisar a polnareff sin clientes desde afuera. Le hice una seña para que me viera y entendiera que en breve entraría y él me alzo sus pulgares en señal de aprobación. Pase por la tienda de fugo, me atendió Narancia tan alegre como todos los días, le pedí un Latte y lo preparo en breve mientras me contaba que fugo había "salido a tomar aire" para evitar verle la cara por el desastre que él había ocasionado al chocar con el estante de los los jabones de ropa y que el detergente en polvo que había volado por los cielos como nieve.

-Vas a ver qué se le pasara, sabes que odia el desorden. Siempre quiere poner todo en orden antes de sentir que el aire se le va de los pulmones - le tomé la muñeca y se la apreté, tratando de tranquilizarlo, pero aun se le veía la cara de angustia -No te va a despedir. - aseguré-

-Dices eso por qué no has sido amenazado con cubiertos desechables, ni va utilizar tu sangre para chequear la lista de proveedores.-Soltó con pesar el aire retenido en sus pulmones-

-Lo hace para asustarte.

-No te voy a despedir - fugo entro y lo quito del mostrador- ni te voy a matar.

-Es bueno saberlo- rio Narancia nervioso-

-Te lo dije.

-Parece que esta calle esta plagada de trabajares torpes-una gruesa y profunda voz sonó a mi espalda-.

-Jotaro, los accidentes suceden aveces- hablo fugo siendo condescendiente con Narancia-  un ejemplo claro es que siga dandole trabajo a Narancia- soltó una carcajada que Jotaro siguió muy levemente.- del mismo color, ¿cierto?
-Sí, unos azules. Gracias - Eran cigarrillos, amablemente me despedí de Narancia y de fugo, salí a terminar de beber el cafe. Tomé mis cosas con cuidado y me percaté que las esquinas de las hojas no estuvieran dobladas. Unos minutos después Jotaro salió y se paro a mi derecha. Un silencio raro se coló en el ambiente.

-No sabia que usted fumaba- decidí hablar-.

-¿Le incomoda?

-De ninguna manera. Solo era curiosidad.

-Yo sí imagine que usted bebiera cafe.

-¿Cómo dice?- voltee levemente mi rostro para mirarlo mejor.

-Sí tiene tantas cosas en la mano y evita que la gente las arruine debe ser porque es algo importante. Se ve joven y esas escuadras que se asoman entre las hojas lo delata. ¿estudia usted arquitectura?- todo lo dijo sin mirarme a los ojos, solo sacando un cigarrillo de la caja y poniéndolo en sus labios, acunando en su cara el encendedor para poder prenderlo.- de ser así explicaría el porque toma cafe y aun tiene sus cosas en mano.

Talk it out | Jotakak | AU Donde viven las historias. Descúbrelo ahora