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Quizá Crowley tendría mas problemas de los que imaginó, pero el plan que había ideado con Azirafel era simplemente otra muestra de su increíble ingenio demoníaco, que lástima que los hayan descubierto...

Era casi medio día y Azirafel había bajado a la extremadamente grande cocina de Crowley para preparar unos pastelillos, el demonio no solía desayunar, lo sabía por lo nueva que se veía la estufa, de hecho, no comía en absoluto, a no ser que su cuerpo humano se lo pidiera, eso en sí le preocupaba mucho al ángel, pero no había comentado nada, después de seis mil años, sabía lo necio que Crowley podía llegar a ser.

El demonio seguía en la cama, no necesariamente tenía sueño pero, la simple idea de vivir ese día exactamente le daba incomodidad, sabía que Azirafel estaba asustado pero claramente no lo demostraría, adoraba que fuera tan optimista, le daba un poco de esperanza, aunque no estuviera hecha para él. 

Cuando al fin se decidió, bajó hasta donde Azirafel y lo vió ya vestido, así que él hizo lo mismo con un chasquido de sus dedos, esto le avisó al ángel de su presencia.

-Buenos días...-Azirafel sonrió ampliamente como siempre mientras servía los cafés y los pastelillos.-Supuse que dadas las circunstancias no...no sería mala idea com...compartir un desayuno apropiado antes de, bueno, lo que sea que suceda hoy.-Crowley lo miraba fijamente como siempre, guardando una pequeña sonrisa. Azirafel de verdad se había tomado un tiempo para preparar lo que probablemente sería, su última comida.

-Bueno, supongo que si...no se ve mal.-Crowley se sentó frente a su servicio y eso mismo hizo Azirafel, hubo un pequeño silencio, pero no era del tipo incomodo, era, más bien, un silencio necesario, habían pasado muchas cosas en los últimos días, incluso en las ultimas horas, había algo en el aire que hacia que estar juntos fuera mejor que nunca. Azirafel estaba aún procesando lo que había sucedido pero, se sentía bien, aún si nada saliera como lo planearon, se iría feliz sabiendo que logró sentir de verdad. 

 -Ángel, espero que entiendas que esta es una misión peligrosa, no es como encubrirnos tentaciones o milagros... es mas complicado.-Los ojos azules del contrario se posaron en los suyos, suspiró pesadamente.

-Crowley, lo sé, honestamente, espero que todo salga bien aunque hay que resignarnos en caso de que pase lo contrario.

-Gracias por ser mi...amigo todo este tiempo...-Crowley se sentía libre de decir eso ahora, quizá no tendría oportunidad de hacerlo de nuevo.

-¿Lo hacemos ahora?-Azirafel le ofreció la mano al demonio, pero antes de que este pudiera tocarla, un ruido en la puerta los hizo levantarse rápidamente, Crowley observó todos los sitios pero no encontró nada, sin esperarlo, el piso bajó sus pies comenzó a temblar mientras Belcebú salía de él, y por la puerta, después de unos minutos Gabriel y Sandalfón.

-¡Miren esto!... que linda reunión, de verdad, nos encantaría quedarnos a ver esta romántica escena, pero me temo que debemos acabarlos...-El sentido del humor de Gabriel jamás había sido del agrado de Azirafel, Crowley gruño enojado y ambos fueron obligados a ir a sus oficinas, Crowley observó a su ángel, algunas gotas de sudor corrían por su frente, fue tomado bruscamente de ambos brazos por Sandalfón y lo sacaron de una manera violenta del departamento.

-No tengo que enseñarte el camino, ¿O si?.-Belcebú no estaba nada complacida, era obvio, así que Crowley y ella se dirigieron al lugar de su juicio.

Hastur claramente se burlaba de él y de su fallido intento para salvarse.

-Lamento que fallaras, era un gran plan eso del cambio de cuerpos, pero era demasiado para ti...-Crowley no hizo caso a las tonterías que salían de su boca, él estaba preocupado, Azirafel sufriría, todo era su culpa.

-Demonio Crowley, se te acusa de fraternizar con el enemigo... además de otras cosas.-El pelirrojo la miró y suspiró.

-Si bueno, me van a matar con agua bendita, me mandaran al noveno círculo...

-No, en realidad te quedarás aquí un tiempo, después regresarás a tu lugar en la tierra, aún queda mucho por hacer...

-¿Como?... Bueno, no es que quiera morir hoy pero...¿Y el castigo?.

-Tendrás tu castigo Crowley, pero no por nuestra parte, Hastur te llevará a una celda y regresaras en dos días por instrucciones.-La chica lo dejó con Hastur sin entender nada, solo lo metió de muy mala gana en una celda maloliente.

-¿Pero qué demonios esta pasando?.

Pasó los dos días obligados y al fin se acercó a su amo por instrucciones, ella se notaba despreocupada como siempre, lo único que dijo era que ahora estaría mas vigilado, que subiera a su lugar en la tierra y que hiciera lo suyo, no era algo que lo motivara, necesitaba algo mas que eso, necesitaba encontrar a su ángel.

Subió a la tierra y se sentó felizmente en su Bentley, lo había extrañado demasiado. 

Condujo lo mas rápido que pudo hacia esa librería en el Soho, bajó corriendo y tocó a la puerta, al parecer no había nadie, la abrió de una patada y entró percibiendo ese aroma que tanto le gustaba pero que odiaba admitir.

-Azirafel... ¿Dónde estás?...

Espero un momento y de pronto vio a su ángel caminando extrañado hacia su encuentro, llevaba un libro en sus manos y los lentes que no necesitaba en su rostro, sonrío sin esconder su felicidad y trató de acercarse a él.

-Azirafel...creí que no te volvería a ver...-El ángel dio un paso hacia atrás y el libro cayó de sus manos.-Ángel... ¿Qué sucede?.

-¿Por... porqué estas aquí?, regresa al infierno de donde saliste...-Azirafel nunca pudo ser cruel, incluso tratando de serlo se veía ridículamente adorable.

-¿De que hablas...,justo vengo de ahí?, me sorprende que estés bien, supongo que tampoco te castigaron...

-¿Cas...castigarme?, por supuesto que no..., en serio no deberías estar aquí, vete por favor.

-Azirafel... no te comprendo, deberías estar feliz.

-Me impacta que creas que estaría feliz de ver a alguien de tu clase... se quién eres y no caeré en tus maniobras demoníacas.

-No Azirafel...no sabes quien soy en absoluto...-Crowley quizá no era muy listo pero pudo comprender perfectamente que sucedía, no lo castigaron en el infierno por esto, este era su castigo.

Después de todo, los peores castigos siempre vienen del cielo.

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Hola guap@s,les traigo un nuevo capitulo
Espero que les guste, es un cambio de final para que pueda empezar como debe
Comenten que les esta pareciendo










Recuerda el tiempo... -IneffableHusbands- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora