La noche que parecía tranquila para Azirafel, se convirtió en un verdadero martirio desde la visita del demonio, y lo peor es que había amenazado con regresar, a pesar de que no se sintiera realmente como una amenaza.
No pudo dormir en toda la noche, ni siquiera pudo recobrar su lectura, solo pensaba en Crowley, no importaba lo mal que sonará eso.
Crowley por su parte, estaba emocionado de poder llevar a su ángel a dar un paseo especialmente a su lugar favorito, era algo intimo y quería que todo saliera muy bien, sabía de antemano que todo podía salir mal, que incluso el cielo podía evitarlo si Azirafel decía algo, lo cual, esperaba que no sucediera. De igual manera, se alegraba de poder verlo de nuevo, el color de sus ojos brillantes era sublime, su cabello estaba perfectamente acomodado y su voz temblorosa le había dado un milenio más de vida.
Si fuera sentenciado a morir en el infierno esa misma noche, se llevaría eso como último recuerdo.
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La mañana llegó con un clima templado, el canto de las aves anunciaba que todo daba inicio y aunque a Crowley le desagradaba el ruido de esas criaturas, recibió con gusto la señal.
Se cambió lo mas rápido que pudo y salió rumbo al centro de Londres, iría por Azirafel en la noche, así que cumpliría todas las tentaciones que Hastur le había hecho llegar por medio de su televisión.
Todo estaría bien, debía estarlo, sabía que si entregaba los reportes a tiempo y mentía sobre donde estaría en la noche no lo molestarían mas...o eso esperaba.
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-Debo informar que el demonio Crowley ha vuelto a contactar conmigo y no de una forma respeta... ¡Ay!...¿Qué estoy diciendo?...-Azirafel quería decírselo a los de arriba, pero no encontraba la forma, no quería que le hicieran nada malo al demonio, de todos modos no le había hecho daño, lo que le preocupaba es que regresaría en la noche y quizá no volvería solo.
-No importa, lo esperaré aquí y si llega a causar problemas, llamaré a Gabriel...si, eso haré-El rubio estaba muy decidido y siguió con su día como siempre lo hacía hasta que llegó la noche y tuvo que cerrar, no dejó seguridad en la puerta, quería que el demonio entrará y terminar de una vez por todas.
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Cuando la noche llegó, Crowley ya había hecho la reservación, salió determinado hacia la librería del ángel, pero hizo una parada especial en una tienda de flores.
Al llegar finalmente a su destino, bajó del Bentley y tocó a la puerta. Azirafel se llenó de pánico pero al abrir la puerta y darle la cara al demonio todo cambio
-Te advierto que...yo...no...¿Esas son flores?-La boca de Azirafel se cerró en cuanto vio el ramo de flores en la mano del demonio, ¿Qué estaba tratando de decirle?...¿Porqué le llevaba flores?.
-Yo..., de nuevo, no quiero herirte y ayer, pues yo...bueno, note que no tienes muchas flores en la librería...creí que te gustaría el color y las compré para ti...para la librería-Crowley no sabía realmente que estaba diciendo pero esperaba estar diciéndolo bien, mientras tanto el ángel estaba petrificado, jamás había presenciado ese comportamiento en el demonio, en ningún demonio, debía decir.
-¿No las quieres?-Preguntó con un leve tono de tristeza el pelirrojo.
-No...bueno, si...-Azirafel tomó el ramo y las dejó cuidadosamente en su escritorio. ¿Qué se suponía que debía hacer después?, suspiró y trató de ser igual de amable con el demonio.-Tú...dijiste que iríamos a un lugar que solía gustarme...
-Aaah, si eso dije, ¿Estas...listo?-El rubio tomó su gabardina del perchero y se la puso lentamente dirigiéndose a la salida.
-Vamos entonces...-El pelirrojo observó atónito a Azirafel saliendo de la librería, no sabía si de verdad estaba pasando o solo era una visión, rogaba por que fuera real y no despertará en cualquier momento.
-Mi auto esta por aquí...-Las manos de Crowley temblaban como nunca antes pero pudo abrir la puerta para que el ángel entrará. Azirafel ya conocía ese auto, aunque nunca había estado dentro de él.
Los pensamientos en la cabeza del demonio eran completamente un desastre, ahora que el ángel estaba en su carro como siempre solía, se dio a la tarea de no arruinarlo, como primer paso, estaba no conducir tan rápido.
Cuando él entró al auto también, se aclaró la garganta y encendió el auto mientras Azirafel se ponía el cinturón de seguridad, al prender el motor la radio comenzó a sonar, "Old fashioned lover boy", no lo apagó, de hecho la música lo ayudaría a relajarse, mientras manejaba como era debido, miraba de reojo al rubio de vez en vez, tratando de no sonreír demasiado al mirarlo mover la cabeza por el sonido de la música.
Eran exactamente las nueve de la noche y Azirafel bajó del auto en cuanto Crowley le abrió la puerta, no supo en que momento llegó a su lado pero agradeció el gesto.
-Buenas noches, ¿Tienen reservación?...-Un sujeto con traje se acercó a ellos con una sonrisa amable y Crowley asintió.
-Si, el señor Anthony J. Crowley...-Dijo casi susurrando pero Azirafel ya había escuchado y sin que el demonio viera soltó una pequeña risa.
-¡Oh claro!, por aquí señores...-Fueron llevados hasta una mesa para dos con varios postres y algo de champagne.-Bienvenidos al Ritz y si necesitan algo no duden en pedirlo, con permiso.
Azirafel le sonrió amable y cuando se quedaron solos, suspiró fuertemente.
-Así que...¿Anthony?...-Preguntó nervioso.
-Bueno, no tenía muchas opciones...-Respondió tratando de romper el hielo, aunque se maldijo internamente por no decir algo mejor que eso.
-¿Y que significa la J?-Azirafel estaba desconcertado por la actitud del demonio, si no fuera obvio que era solo una salida formal diría que era una cita, como esas que tenían los libros de romance, pero era obvio que se estaba imaginando cosas. Aún así se permitió relajarse al notar que nada era raro en el pelirrojo.
-Es...solo una "J" en realidad...-Azirafel sonrió, o al menos eso creía, debía romper el hielo rápido o todo se iría al carajo.-Azirafel...hay una razón muy poderosa por la que estamos aquí y no es simplemente una cita, es mas que eso, esperaba que pudieras recordar los momentos que pasamos aquí.
-¿Disculpa?...yo te conocía de hace tiempo pero, jamás estuvimos juntos...ni aquí ni en ninguna parte, honestamente ni siquiera sé por que eres amable conmigo ahora, siempre fue todo lo contrario.
-No...eso te hizo creer el estúpido de Gabriel...pero en realidad detuvimos juntos el Armagedon, ¿No lo ves?, él solo juega contigo, no le agradas para nada...-De acuerdo, quizá había perdido un poco los estribos, había subido un poco la voz y casi todos los veían, al darse cuenta que estaba siendo muy rudo con su ángel, se detuvo y suspiró -Azirafel enserio ellos no son lo que crees que son...
-Lo sabía...-Azirafel se levantó molesto de la mesa sin perder su elegancia de siempre, dejó la servilleta en la mesa y caminó a la salida.
-¡Mierda...no!...-Crowley lo siguió y lo tomó levemente del brazo.-Ángel...lo siento si, no debí decir eso, ¿Porque no subes al auto y te llevó?...
-No, puedo tomar un taxi, muchas gracias...-Para la mala suerte de Crowley, un taxi se detuvo frente al rubio y subió dándole después las instrucciones.
Había visto a Azirafel molesto anteriormente pero, era diferente. El primer intento había fallado...pero tenía toda una vida para intentarlo aún...lo primero que debía hacer era enfrentar al estúpido arcángel que lo arruinó todo.
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Hola guap@s
Les traigo un nuevo capítulo
Espero les este gustando
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Recuerda el tiempo... -IneffableHusbands-
Fanfiction"Y lamentablemente, nos convertimos en extraños de nuevo"