Capítulo 7: Hechizado

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Antes de comenzar el capítulo los molesto un minuto para darle el crédito de la nueva portada a @artlilamh [INSTAGRAM] y Monserrat Hernandez en FB. Síganla, hace bellos trabajos :) Ahora sí los dejo continuar. ¡Disfruten!

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Sakura no se había cargado de tanto trabajo desde hacía mucho tiempo. Se daba cuenta del patrón que se repetía en su vida cuando atravesaba una situación que le era difícil de manejar: Cuando era una niña, se encerró dos años entrenando como si no hubiera un mañana para Tsunade. Ella lo hacía porque quería ser lo suficientemente fuerte para luchar junto a Naruto y no quedarse atrás en la búsqueda de Sasuke... pero esa no era la verdad total. Sakura había encontrado una paz inexplicable en ese entrenamiento. Allí, a la corta edad de doce años, había descubierto que la acción era la enemiga del pensamiento. Cuanto más trabajara menos pensaba, cuanto menos pensara menos sufría. Lo mismo hizo cuando murió Sasuke, pero en un nivel mucho más oscuro, al punto de que se le notaban las costillas de tanto trabajar porque no paraba ni para comer... hasta que Kakashi la rescató del pozo en el que se estaba sumiendo. Sin embargo, ahora no había ningún Kakashi que pudiera sacarla de ahí... porque en realidad era Kakashi la causa de ello.

Si algo no le habían faltado en la vida a Sakura, eso eran pretendientes. Ella había tenido tantos que ya había perdido la cuenta, pero nunca ninguno había sido relevante en su vida salvo Naruto. Pero ella conocía a Naruto desde que era una niña, sabía manejarlo y lidiar con sus sentimientos no correspondidos. Sin embargo, nunca se le había pasado por la cabeza lidiar con esa situación en manos de Kakashi. Aquello era algo que la había descolocado por completo y, para colmo, le había traído a colación unos sentimientos de culpa tremendos. ¿Por qué sentía tanta culpa? Ella no se entendía del todo. Estaba confundida y sobrepasada por la situación.

De cualquier manera procuraba comer por más que toda la situación le estuviera cerrando el estómago, ya que sentía que a pesar de todo su cuerpo no merecía ser maltratado de esa manera. Tampoco quería preocupar de más a su personal o que la gente hiciera comentarios.

Apenas eran las 20, ella estaba por cenar un menú que le había encargado a su secretaria, cuando nuevamente la escuchó diciéndole que esa noche estaba ocupada para verlo. Ya habían pasado 3 o 4 días desde la confesión, pero todavía no sabía cómo lidiar con él. Se le apretujaba el corazón cada vez que imaginaba a su amigo saliendo del hospital solo, sintiéndose rechazado. No podía creer que le estuviera haciendo eso justo a él, pero realmente no sabía de qué otra manera manejar la situación.

Pasaron los días y notó que Kakashi ya prácticamente no le contestaba a su empleada cuando ésta le decía que no estaba disponible. A lo último ya ni siquiera escuchaba a su secretaria decirle algo. En un momento, cuando ésta entró a la oficina para alcanzarle un café, aprovechó la oportunidad para preguntarle por él.

—¿Has seguido hablando con Kakashi cuando pregunta por mí? —preguntó, corriendo levemente la mirada con rubor.

Sabía que su secretaria era sumamente discreta y profesional, pero nunca se había encontrado en una situación similar en su lugar de trabajo y empezaba a temer que la gente tuviera sospechas. No le importaba tanto ella misma, pero se sentiría terrible si por algo como eso molestaran a Kakashi con comentarios por lo bajo o le perdieran el respeto que se ganó como shinobi y antiguo Hokage durante tantos años...

Sakura se extrañó cuando vio, levemente de reojo, la cara de confusión de su secretaria.

—Sakura-san... Kakashi-sama no ha venido desde hace varios días.

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