Renaciendo

Capítulo 10: Halo

Cuando los ojos celestes de Ino se encontraron con los de Sakura, lo hicieron en un imploro, en un rezo. La rubia le rogaba ayuda y ella sabía lo que eso se sentía: La vida de un hijo es más importante que cualquier otra cosa. Sakura sintió empatía de manera casi inmediata, y aunque todavía no sabía qué era lo que podía tener el joven, no dudó ni por un segundo en revisarlo.

Lo vio allí, en brazos de Shikadai y Sai, y vio a su propia hija en el rostro de ese chico. Inojin ya era todo un hombre; alto, de espalda ancha, de cabellera larga y amarilla, y de una amabilidad en los ojos que muy pocos tenían. Sin embargo, en ese momento su rostro carecía de toda emoción. Estaba golpeado, mascullado. Su cabellera, sedosa y eterna, caía sobre los brazos de su padre y su mejor amigo, ondeando en las alturas. Sakura tomó su pulso inmediatamente y no le tomó más de dos segundos tranquilizarse y entender que todavía estaba con vida. Sin embargo, lo segundo que llamó poderosamente su atención fue su pierna derecha: Sangraba. Las gotas de sangre se escurrían entre la tela de su pantalón y caían al suelo, manchando las piernas de Shikadai y Sai.

—¡Traigan una camilla! —ordenó a las enfermeras, que corrieron en su auxilio.

Sai y Shikadai colocaron delicadamente al chico en la camilla, consternados y con los ojos tan abiertos que parecía que iban a explotar. Ino no paraba de llorar y ChouChou se aferró a ella, acompañándola en la angustia.

Sakura levantó suavemente el pantalón de Inojin y lo que encontró liberó sus sospechas: Tenía una fractura de tibia expuesta. Sakura se dio cuenta inmediatamente que a eso se le sumaba una enorme falta de chakra, que con el shock de la fractura le había provocado una inconsciencia absoluta.

—Preparen el quirófano 2 y varias unidades de sangre, busquen su historia clínica para saber el tipo —le indicó a una de las enfermeras—. También tenemos que hacerle una radiografía inmediatamente para ver qué más le ocurrió y la gravedad del asunto, y una tomografía —indicó, intentando ser silenciosa para no preocupar de más a la familia del chico, que miraban en silencio y estupefacción. Aquellas miradas le recordaban lo que había sentido cuando vio a Sasuke ser herido letalmente. Prefirió quitar esas imágenes de su cabeza y concentrarse en lo que tenía en frente.

Sakura estaba por llevar la camilla de Inojin ella misma, cuando Ino la detuvo tomándola de la muñeca.

—Gracias, Sakura —pronunció entrecortadamente, con los ojos tan rojos que parecía que se le iban a caer.

Sakura se sorprendió al principio, pero luego le sonrió de la manera más amplia que pudo y la abrazó, aferrándola fuertemente a su cuerpo.

—Todo estará bien —le prometió. Luego miró al resto, que depositaban todas sus esperanzas en ella—. Se los prometo —les dijo. Luego de eso se retiró, corriendo tras las enfermeras que llevaban al chico.

Mientras aquello ocurría en el hospital, Kakashi todavía esperaba sentado a una Sakura que nunca, pero nunca, podría llegar al horario acordado.

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Luego de ver los rápidos resultados de los estudios realizado por imágenes Sakura supo que cualquiera podría haber hecho aquella cirugía. Inojin estaba en un estado delicado, pero era joven y fuerte. Su corazón latía con valentía y galopaba con deseos de recuperarse. La tomografía había dado bien, así que afortunadamente la zona afectada sólo incluía la pierna y un estado general de debilidad que tenía recuperación.

La fractura de tibia que tenía no era ninguna tontería, pero con la rehabilitación y su ninjutsu médico podría recuperarse en seis meses o quizás menos. Ella tuvo que operarlo, sabiendo que en la sala de espera toda la familia del joven esperaba impaciente respuestas. Sakura se preguntaba qué era lo que podría haber pasado para que terminara de esa manera. No recordaba haber escuchado de ninguna misión importante más que la que Naruto había mencionado anteriormente de las tecnologías robadas, pero sabía que si ese fuera el caso no habrían regresado tan rápido a Konoha. Fuese como fuese, Sakura decidió enfocarse en la cirugía que le estaba realizando a su pierna para arreglarla, mientras otras dos médicas le practicaban ninjutsu médico para que recuperara un poco más de chakra y energía.