Capítulo 9: Oscuridad.

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Era jueves por la tarde. Sakura había decidido no ir a trabajar ese día, sentía que necesitaba respirar aire puro y pensar con más claridad.

—Entonces... ¿qué piensas hacer, Sakura-chan? —preguntaba Naruto, mirándola con curiosidad.

La había encontrado sentada en medio de la helada, en un banquito de madera congelado del parque. A Sakura nunca le había molestado mucho el frío y a Naruto menos, en peores condiciones habían vivido en sus mejores épocas como ninjas misioneros. Él estaba yendo a casa a ver a Hinata unas horas en la tarde cuando la vio allí, en la lejanía. Ese cabello rosado era inconfundible. Se acercó a ella, que tenía una expresión pensante y concentrada, interrumpiendo sus más profundas reflexiones. La saludó con una sonrisa y se sentó a su lado.

El día anterior Sakura no había sido muy precisa respecto de lo que le pasaba por la cabeza, y Naruto tampoco era muy veloz como para comprenderla de manera cabal. Sakura le había dicho que había estado ciega todo ese tiempo, que era una estúpida por no haber entendido antes lo que a Kakashi le pasaba por dentro. Sin embargo, antes de seguir dando más explicaciones a Naruto, se fue de la oficina y dijo que necesitaba pensar más tranquila. Ni siquiera habían llegado a hablar de los términos del convenio del hospital cuando ella se fue.

—Se supone que mañana debo verlo —le dijo ella seria, sin mirarlo.

—¿Mañana? —preguntó Naruto, sorprendido— ¿A qué hora?

Sakura señaló con la cabeza hacia el frente.

—Allí, a las 20.

—¿Una cita? —sonrió Naruto con cierta burla, arriesgándose a que Sakura le rompiera una costilla por enésima vez en su vida. Simplemente no podía evitarlo. Sakura cerró el puño, mirándolo con un filo asesino en los ojos. Él se alejó algunos centímetros de ella en precaución, aterrorizado— Lo siento, ¡lo siento! —Exclamó, pero luego se serenó— Y entonces, Sakura-chan... ¿irás?

Sakura cerró los ojos, confundida aún.

—Todavía no lo sé. Él dijo que si no iba no me molestaría más. Pero... —dudó Sakura, cerrando sus ojos acongojada. Naruto se percató de esto y la rodeó con el brazo, reconfortándola.

—No es algo fácil de digerir, lo sé —la comprendió él—. Sólo tú puedes decidir eso.

—Es que... no lo sé. Me siento como una persona completamente diferente, como si ya no me reconociera. Toda mi vida he tenido ojos para una sola persona, mi corazón siempre le había pertenecido a Sasuke-kun. Pero ahora estoy llena de dudas y me siento terrible por pensarlo... pero Naruto, ¿crees que se pueda amar de esa manera a más de una persona?

Naruto sonrió y la miró levemente sonrojado, lo cual sorprendió a Sakura.

—¿Acaso no me escuchaste cuando te lo dije ayer?

—¿Otra vez vas a empezar con esa tontería? —preguntó ella, incrédula.

—No es así, Sakura-chan, porque yo en verdad entiendo muy bien a lo que te refieres. Todo ese asunto de la "rivalidad" fue algo que pensabas tú. Yo nunca te dije eso. Yo me he fijado en ti desde mucho antes de saber que seríamos equipo tú, Sasuke y yo. Mi rivalidad con Sasuke nunca fue un condicionante para la atracción que siempre me has generado, desde que éramos niños.

Había cierta verdad en las palabras de Naruto, Sakura no podía negarlo.

—Pero tú te casaste con Hinata porque yo estaba enamorada de Sasuke-kun y ahora la amas a ella —rectificó ella.

—Sí, pero el amor no es algo que desaparezca tan simplemente. Tú deberías saberlo mejor que nadie. El amor es algo tan poderoso que puede traspasar todas las barreras de la muerte. Han pasado tres años desde la muerte de Sasuke y tú todavía lo amas como la primera vez que lo viste, quizás más. Tú una vez me dijiste que los sentimientos de una chica no cambian tan fácilmente, ¿lo recuerdas? —Sakura lo recordaba como si hubiera sido ayer. Ella acababa de salvar la vida de Naruto a costa de su propio chakra y estaba allí, tendida sobre el suelo, cuando pronunció esas palabras. Por su expresión Naruto supo que ella lo recordaba muy bien— En ese momento yo estaba tan confundido respecto de mis propios sentimientos que realmente no supe qué contestarte. Pero ahora te lo puedo decir con toda franqueza, Sakura-chan: Los sentimientos de los chicos tampoco cambian tan fácilmente.

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