43

665 66 61
                                    

—Entonces, Yato

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


—Entonces, Yato...

—Mamá, es Yuto.

—Como sea —Sunhee se cruzó de brazos mientras estaba de pie ante la puerta de la cocina en tanto HyungGu parecía querer desaparecer de allí. Christopher, al lado de su medio hermano, sonreía burlón—. ¿Qué intenciones tienes con mi retoño?

—¡Por dios, mamá, estás actuando como una loca!

—¡Kinito! —regañó Sunhee agarrando la oreja al mencionado—. Déjame actuar como una madre por una vez en tu vida, ¿está bien? ¡Debo protegerte! ¡Imagínate que este tal Yato–!

—¡Es Yuto, mamá, Yuto!

—Sus gritos se escuchan hasta la otra cuadra —todos se voltearon a ver al hombre de pie ante las escaleras, que sonreía amistosamente—. Buenas tardes, Yuto, soy Kim Heechul, padrastro de HyungGu. Y él es Felix—se hizo a un lado, mostrando a un muchacho que sonreía con timidez, y no parecía tener más de quince años.

—Hola Yutito —saludó el chico nervioso—. Es muy guapo —miró a HyungGu con los ojos brillando—.Yutito, ¿no tiene amigos así de guapos para mí?

—Tengo muchos amigos —dijo HyungGu sonriendo—, pero lo siento, Felix, creo que todos son heteros.

Felix hizo un pequeño puchero, cruzándose de brazos.

—Mejor así —dijo Heechul pasando un brazo por la cintura de Sunhee, que seguía un poco enfurruñada—. No quiero que ningún chico se acerque a mi principe.

—¡Papá!

—Vamos —HyungG le tomó la mano a Yuto, arrastrándolo al patio trasero—, si sigues allí, mamá empezará a interrogarte y no creo que quieras eso.

—Sí —concedió Yuto sentándose en la pequeña banca que había en el patio—, de seguro me habría puesto nervioso y le habría dicho algo así de que quiero sodomizar* a su hijo.

HyungGu enrojeció, cubriendo su rostro mientras Yuto soltaba una risa divertida, pasando un brazo por el hombro de Gu para luego darle un beso en la frente.

—Te encanta humillarme, ¿no es así? —murmuró Kino avergonzado.

—Claro que sí —Yuto le revolvió el cabello, sacando entonces de su mochila una pequeña cajita—. Te compré un regalo, Kinito.

HyungGu parpadeó, observando la pequeña cajita de terciopelo, para luego tomarla delicadamente. Pasaron unos segundos sin que el chico la abriera, pero entonces levantó la vista con los ojos llorosos.

—Yuto... no era necesario...

—Claro que lo es —el moreno hizo una mueca pequeña—. Anda, ábrelo antes de que quiera morirme.

Cuidadosamente, el menor abrió la pequeña caja, y cuando vio su contenido, enmudeció por completo.

Yuto sintió su estómago revuelto al imaginar que a HyungGu no le gustaría, que sonreiría forzadamente para luego decir que estaba bonito cuando no era así. Estaba preparado para cualquier escenario.

Novio de alquiler || YuKiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora