40

417 63 33
                                    

—Despaaaacirooooou, nananara nanananana burirou–

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Despaaaacirooooou, nananara nanananana burirou–

—HwiTaek, mi amor, ¿podrías dejar de cantar eso?

—¡Es el nuevo hit, príncipe!

—Me estás rompiendo el oído.

—Grosero.

Hyo le sonrió a HwiTaek, rodando los ojos, para luego darle un pequeño beso que lo iba a tener contento por el resto del día y, de seguro, haría que no siguiera cantando.

—¡DESPAAAAAACIROOOOOU!

O tal vez no.

En ese momento, JinHo llegó corriendo donde ellos, sonriendo, mientras un tieso WooSeok le seguía haciendo una mueca con cada paso.

—¡WooSeok, apúrate! —le gritó JinHo de forma malvada.

El más alto de todos murmuró algo inentendible en voz baja en tanto HwiTtaek y HyoJong comenzaban a reírse al notar el por qué su amigo estaba caminando así.

Minutos después, Yuto y HongSeok aparecieron con expresiones de sueño, pero el chico de grandes músculos pareció perder todo cansancio cuando se acercó a hablar con JinHo y WooSeok. Por otro lado, Yuto bostezó y se apoyó en HwiTaek.

—¿Ya vamos? —preguntó mirando hacia la entrada del parque de diversiones.

—Sí, sólo hay que esperar a Kino —comentó JinHo.

Yuto asintió, tratando de no lucir un poco afectado por la mención de su exnovio. Después de todo, las cosas entre ellos estaban supuestamente bien, así que tenía motivos para reaccionar así. Por otro lado... habían pasado dos semanas desde que mantuvieron esa conversación, ya era momento de verse otra vez.

—¿Seguimos teniendo prohibido decirle a Kino de que te vas? —preguntó de pronto JinHo, llamando la atención de todos.

Yuto apretó sus labios en una fina línea por un momento.

—Sí —respondió desviando la vista—. Yo me encargaré de decírselo.

WooSeok bufó.

—No me gusta mentirle a mi mejor ami–

—¡Chicos!

Afortunadamente, WooSeok dejó de hablar cuando Kino apareció con una sonrisa pequeña.

Y detrás de él venía otro chico.

Todos miraron a Yuto, que seguía con el rostro impasible aunque por dentro algo dolía.

—Lamento la tardanza —dijo sonriendo en modo de disculpa—. Les presento a ... un amigo.

El recién llegado miró a todo el mundo con timidez, saludando en voz baja. Los chicos le devolvieron el saludo respetuosamente, tratando de no fijarse demasiado en el aspecto de Yuto, que lucía más indiferente y ajeno al resto que nunca.

Novio de alquiler || YuKiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora