La Bruja Azul y El Caballero Negro (KiritoxSinon)

El regreso de los elegidos

Habían pasado al rededor de seis meses desde que los tres postulados a caballeros salieron del reino de Centoria a demostrar que eran dignos de serlo y la fecha de recibirlos de su viaje había llegado.

Mucha gente estaba entusiasmada desde que los tres entraron a postularse caballeros demostraron un gran potencial con la espada tanto que la misma reina Yuki quedo sorprendida.

Cada quien ponía su grano de arena en la celebración de su retorno, se llego a hacer antes pero los caballeros que esperaban nunca regresaban, asi que tenían la esperanza de que esta vez fuera distinto.

Decoraciones por aquí y por allá, gente de un lado para el otro y en el castillo principal la reina al lado de la sabia hablando de lo que pudiese llegar a pasar.

- Entonces, ¿Enserio les tienes tanta fe? -pregunto la reina sentada en su trono con una sonrisa-

- Claro y no lo digo por que los haya criado yo, sino que por que los tres son especiales de alguna manera y yo puedo sentirlo -contesto ella con seguridad en sus palabras-

- Eso me basta, si regresan les daré un regalo especial a cada uno de ellos, seguro que les gusta

Ambas mujeres eran amigas desde hace mucho tiempo por lo que siempre se trataban de una forma no tan formal.

Por otro lado, Sinon se encontraba en la casas del bosque seco preparando comida para ella y para su guardiana.

- Oiga, me he estado preguntando algo desde hace mucho tiempo -dijo Sinon avivando el fuego-

- Claro, ¿Dime cual es tu duda? -dijo ella con una expresión de curiosidad-

- Vera, cuando mencionan en termino bruja en esos libros que alguna vez compartió conmigo -dijo ella señalando el montón de libros- Siempre se refieren a ellas volando en escobas, con verrugas en la nariz y transformándose en monstruos

- Oh eso, solo son las creencias de la gente tiene de las brujas, de hecho mira, volar en escobas no es verdad, podemos controlar objetos pero no ir sobre ellos, ¿verrugas? mírate a ti eres muy bella y ¿transformarse en monstruos? claro que no, podemos domar animales nada mas

- Bueno... -ella dio una risa apenada y con un sonrojo- Tiene razón, ¿Qué hay de sus atuendos?, me refiero a lo de llevar sombrero vestir con ropa negra y eso

- Oh mi niña, eso solo es para dar estilo a nuestro "trabajo" -dijo ella haciendo comillas con los dedos- Pero si quieres puedo conseguirte un sombrero, unas medias rayadas y que tal un amuleto

- No creo que sea necesario -dijo ella con una sonrisa algo forzada-

- Oh claro que si, se perfectamente cuando quieres algo asi que no lo niegues -decía ella con una sonrisa-

- Muchas gracias -dijo ella con ánimos-

Ahora regresando al reino, las personas terminaban sus deberes para recibir a sus nuevas esperanzas de vida. Fue cuando una persona encapuchada llego al reino, los guardias enseguida la detuvieron pero le dejaron pasar en cuanto vieron un mechón de cabello dorado salir de su capucha.

No le quedo mas opción que quitarse la capucha dejando revelar sus ojos azules, su cabellera dorada hecha una trenza atada a un listón y sobre todo una belleza mayor a la de cualquier doncella del reino.

Ella caminaba por las calles del reino con una pequeña sonrisa en su rostro sin embargo no le prestaba atención al mundo solo se dirigía a paso rápido hacia el castillo.

Al apenas estar frente a la puerta la reina y la sabia salieron rápido a encontrarse con ella.

- Hola Alice -dijo Quinella-