-Nunca se me ha dado bien esto de cocinar, espero que te guste. -me dice Charles mientras pone los platos encima de la mesa.
-Estoy segura de que me gustará. - ¿Sólo eso? ¿Ya está? Así no vas a conseguir nada. Es que esto es muy difícil, y muy raro. Joder.
Charles ha preparado una sopa muy caldosa y un combinado de setas. No está nada mal. Durante la cena hemos estado hablando de lo gruñón que sigue estando Michael en la oficina. Charles lo justifica diciendo que el pobre lleva años con el mismo trabajo, en el mismo pueblo, haciendo diariamente las mismas cosas y que está cansado. Vaya tostón de cena
-¿Quieres algo de postre? Todavía tengo un trozo de bizcocho que me preparó mi madre el fin de semana, ¿te apetece?
-No gracias. No tengo mucha hambre. - le digo mientras recojo los cubiertos. ¿Su madre? ¿Su madre le ha traído un bizcocho? Hay madres majas, cállate.
-Espero que no estés nervios Abbigail. Sé que es una situación extraña, pero entiende que prefería tratar el asunto discretamente, sin gruñones de por medio, jaja. -se pone rojo.
Dios mío. Esta situación es demasiado rara. Estoy cenando con un policía que lleva el caso de mi novio desaparecido. Parece una película fantástica. Totalmente. No olvidemos que este policía se muestra extrañamente cariñoso, me da besos inesperados y me lanza miradas cada vez que le sonrio. Bueno para eso estás aquí hoy. También es verdad. Sé que debo hacerlo porque es lo acordado pero, joder.
-Vamos al sofá para charlar más tranquilamente.
Me siento en la esquina libre de cojines. Tiene un montón. Que obsesión más rara. Charles se acerca mucho a mi y quita los cojines que quedan en medio de ambos. De manera impulsiva me aparto. Me mira sonriente y posa su mano en mi pierna. "No pasa nada, tranquila" me dice su mirada. DIOS MIO.
-De acuerdo. - es lo único que puedo decir.
Su mano sigue encima de mi pierna. Las yemas de sus dedos trazan círculos de diferentes tamaños mientras me mira intensamente a los ojos. DIOS MIO PUEDE PARAR YA. ¿QUE HACE? Se nos está yendo de las manos.
-Charles...
-Oh dios, lo siento. - se aparta drásticamente de mi lado. -Perdón. Estos días son algo confusos, yo... lo siento. -se pone de pie y da vueltas por el comedor con la mano en la boca y con aire pensativo
-No pasa nada. Tranquilo. Es todo raro sí. -digo mientras sigo sentada en el sofá.
-No debería haberte traído a casa. No sé en qué momento pensé que sería buena idea. Me he dejado llevar por el caos que tengo en mi cabeza. Abbigail no te voy a mentir, hueles muy bien, me pareces una chica preciosa y me encantaría darte abrazos cada noche. Pero es imposible, lo sé. Lo siento.
Me pongo de pie, me acerco a él y le cojo de las manos. Lo miro y me mira avergonzado. Parece un cachorro desprotegido.
-Será mejor que te vayas Abbigail. -me dice mientras se acerca a la puerta.
Me acerco a la puerta, lo miro y abro la puerta. Cuando salgo suspira y me gira la cara. Antes de cerrar la puerta se lo digo.
-La carta que apareció en la casa de los Morettis la escribí yo. Lo hice por qué es lo que tocaba. Debes confiar en mí.
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COMPLETOS DESCONOCIDOS
Mystery / ThrillerÉl ha desaparecido. Yo soy la primera sospechosa. Los rumores no corren a mi favor. Las cosas de nuestra família pueden volverse en nuestra contra. Ahora tú no estás y yo estoy siendo interrogada casi a diario. Yo te lo contaba todo ¿y tú? Confiaba...