Llevo días planeando todo. Tengo todo metido en la bolsa. Cada semana, por la noche voy a dejar alguna cosa, de menor a mayor importancia. Tengo que hacerlo, este sentimiento, todavía no sé si es de culpabilidad o temor a las consecuencias, no deja que piense de una manera clara estos días y yo lo único que quiero es deshacerme de todo, poco a poco. Tengo que evitar como sea que alguien me vea, no quiero que sospechen más de mi. Esta vez no voy a dejar ningún cabo suelto, voy a evitar que venga señorito gruñón a interrogarme y hacer creer a todos los agentes que estoy loca y que escondo algo. Esta vez no.
Salgo de casa un poco antes de la medianoche. Es una buena hora porque normalmente en Stonehood los únicos que están despiertos entonces son los que comparten aficiones, si es que así se le puede llamar, con mi madre. Sí, aficiones, pero de qué tipo. No vengas en este momento, ya estoy demasiado nerviosa como para que me alteres más. Escucho una voz conocida. Mierda. Es Charles, el policía amable y atento, está paseando a su perro.
- ¡Abby! - me dice mientras se acerca. - ¿Dónde vas a estas horas?
- Buenas Charles. Me apetece dar una vuelta, ha sido un día largo. Bueno, son unos días largos. -intento esconder la bolsa detrás de mí. ¿Por qué narices siempre me sale todo mal?
-Pues sí. Esperemos acabar con esto cuanto antes. Debes echar de menos a tu novio.
No tengo respuesta para eso. Ha enfatizado la palabra novio, como si ya no lo fuera desde que está desaparecido. No siento pena ni rabia, simplemente me ha molestado el comentario. Lo miro. No me había fijado antes en sus hoyuelos. La noche le sentaba bien, el descansar y el aire fresco hacen mucho. Entonces me sonríe y yo, absorta en mis pensamientos, intento hacer lo mismo, en vano.
- Bueno, ha sido un placer verte Charles, pero prefiero marchar ya para volver cuanto antes a casa y así no preocupar a mi padre. Nos vemos en comisaría.
- Perfecto Abby. - Se acerca a mí lentamente y besa mi mejilla derecha durante unos segundos. No sabría decir que siento en este momento, algo me recorre por el estómago, qué vergüenza. ¿Que ha hecho? Lo único que hace es sonreír y entonces, como si de algo premeditado se tratara, ambos nos vamos en direcciones contrarias.
En el resto de camino no me cruzo con nadie, la gente ya debe estar durmiendo. He tenido suerte. Empiezo a sentir algunas amenazadoras gotas de sudor por la cara debidas a la calurosa noche de junio y a las pesadas cuestas del pueblo, que no hacen más que cansarme y ralentizar mi marcha. Estoy nerviosa. No sé si hago lo correcto o solo me estoy dejando llevar por un impulso. Sé que sí señorito gruñón se entera de esto, me volverá a tener como sospechosa principal otra vez. Él no entiende de relaciones, seguro. Segurísimo.
...
De vuelta a casa preparo posibles excusas por si mi padre o Margot están despiertos. Estaba dando una vuelta, para aclarar las ideas y desconectar después de estos intensos días. Sí, les iba a decir eso. Y respecto a Charles, tengo que apañármelas para que no le largue nada a Michael.

ESTÁS LEYENDO
COMPLETOS DESCONOCIDOS
Misteri / ThrillerÉl ha desaparecido. Yo soy la primera sospechosa. Los rumores no corren a mi favor. Las cosas de nuestra família pueden volverse en nuestra contra. Ahora tú no estás y yo estoy siendo interrogada casi a diario. Yo te lo contaba todo ¿y tú? Confiaba...