16. Pero que bien huele

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Desde su triunfal llegada a la ciudad me he pasado varias mañanas por su casa. Seguía siendo la casa más grande que había visto nunca en la historia de Stonehood.

Esta mañana él estaba asomado en la ventana de la que supongo que es su habitación. Al principio me he quedado paralizada. ¿Que hago? ¿Saludo? ¿Me voy? No me da tiempo a reaccionar ya que se mete en la habitación y apaga la luz. ¿Que acaba de pasar?

Escucho movimiento en la planta baja y ahora si que reacciono, salgo corriendo.


En clase se muestra reservado y apenas habla a menos que alguien se dirija a él. Al principio solían meterse con él pero se notaba que le tenían envidia. Él nunca se mostró borde con ellos, solo los miraba durante un rato largo y se giraba despreocupado.

Las chicas le hacían miraditas, le regalaban papeles llenos de corazones de colores y sonreían cada vez que este pasaba la vista por encima de ellas. Él simplemente cogia las cartas y se las metía en la mochila.

Yo simplemente lo observaba. Muy descaradamente. Un poco, sí. Alguna vez me había pillado mirándolo y yo me había girado dramáticamente. Nunca se me ha dado bien disimular.

Nunca me había dirigido la palabra hasta esta mañana. Noto que se acerca porque junto a él va un ejército de chicas gritando, coqueteando y abriéndole paso. En vez de seguir adelante como hace siempre, se para al lado de mi taquilla y me mira. ¿QUÉ HACE? NO LO SÉ, PERO QUE BIEN HUELE. ¿QUÉ?

¿Necesitas algo? -le digo mirándole a los ojos y sintiendo observada por su ejército.

-¿Qué haces después de clase?

-Adelantar los deberes supongo -¿QUÉ NARICES ESTÁ PASANDO Y QUÉ NARICES DICES?

-Pásate por mi casa y los hacemos juntos. A las 17. Ciao.


BUENO VALE ADIÓS, NO DA TIEMPO NI A DESPEDIRSE EL HOMBRE ESTE. ¿Qué acaba de pasar? 

COMPLETOS DESCONOCIDOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora