➡️ KiBum y JongHyun tienen una historia en común: ambos se sacrificaron por las personas amadas.
Ahora, sus almas parecen reencontrarse en un universo celestial. KiBum, siendo el arcángel más leal de Dios, y JongHyun como el servidor de Satán.
°Pers...
“Tendrás que honrar éstas alas más que a cualquier cosa. Y lucharás con tu espada en busca de justicia a las almas.
KiBum Kim, de ahora en adelante todos se van a dirigir a ti como el Arcángel Kim: guerrero que lucha contra el mal.”
El alma del rubio parece bailar en júbilo, pero sus entrañas empiezan a enlazarse por el miedo tan crudo que le da el futuro incierto.
La responsabilidad, y la presión en sus hombros por tener a cargo un papel tan importante. Todo ello, hace que su mente se sienta aturdida, un poco inquieta.
Piensa que tal vez no es el ángel adecuado para esta labor. Que sus problemas del pasado van a truncar los planes que Dios ha puesto sobre sus manos.
Además, la presencia de JongHyun en este territorio hace todo más difícil. Sólo necesita cruzar una mirada, una simple mirada, y sus cimientos ya construidos tambalean.
El amor que en un momento pareció desaparecer, florece de la forma más peligrosa posible.
— Hyung, estás temblando.
La pálida y suave mano de TaeMin toma su hombro. KiBum lo mira, trata de sonrirle torpemente antes de acariciarle la mejilla.
— Son los nervios, no te preocupes.
TaeMin asiente, aunque no le cree del todo al rubio. Lo conoce, sabe que sus alas suelen vibrar cuando se pone anioso o temeroso de alguna cosa. Sumándole el hecho de que tiene los puños apretados, las mejillas rojas, y esa sonrisita débil que demuestra lo anterior.
Conocer a KiBum totalmente es muy complicado. Desde que llegó al cielo con una cadenas en sus muñecas, el aspecto desolado y bastante confundido, hasta este mismo momento en que ha sido nombrado como un Arcángel; TaeMin aún puede persivir un dolor profundo que viene de la vida humana de su maestro. Las malas experiencias, o quizá un corazón roto gracias a los amores del pasado. Ahí, bajo esos ojos cafés que tintinean miedosos en busca de alguien. Ahí, en donde el rubio tiene el alma traicionandolo de nuevo. TaeMin mira hacia donde KiBum lo hace de forma inconsciente, y nota que es ese atractivo demonio quien los observa también.
JongHyun.
Kim JongHyun.
¿Qué tiene que ver él con KiBum? ¿Por qué lo mira como si quisiera decirle algo?
Acaso ¿Lo conoce?
¿Qué es lo que realmente sucede entre ellos?
TaeMin no quiere pensar demasiado, ni sacar conclusiones tan apresuradas, pero su curiosidad es grande y cree que la presencia del nuevo demonios puede traer un desequilibrio en KiBum.
Si es así... ¿Cómo va a poder ayudarlo?
Tiene que averiguar la manera, antes de que ese Kim JongHyun traiga abajo todo lo que su maestro ya ha ganado.
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